(La Bussola/InfoCatólica) En un editorial firmado por Stefano Magni en el diario católico italiano La Bussola Quotidiana, se hace referencia a dos candidatos a la alcaldía del Partido Demócrata norteamericano, Zohran Mamdani en Nueva York y Omar Fateh en Minneapolis, que son musulmanes a la vez que tienen agendas de extrema izquierda.
Esa extraña combinación es lo que La Bussola llama «islamocomunismo», señalando que, si bien aún es muy poco frecuente en Estados Unidos, constituye una clara tendencia entre la izquierda europea. Magni afirma que «mientras casi todos los medios de comunicación se centran en la radicalización de la derecha […], muchos menos medios se percatan de que los Estados Unidos están importando otro producto que se ha extendido por Europa Occidental: el islamocomunismo».
Se trata de un movimiento de extrema izquierda que crece en países con «grandes comunidades de inmigrantes musulmanes» y un «pasado imperial en territorios islámicos», como Francia e Inglaterra. En estos dos países, los principales representantes serían el nuevo partido de Jeremy Corbyn, antiguo líder laborista, y la Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon.
Estados Unidos no había experimentado este fenómeno ahora, por sus diferentes características históricas y demográficas. Sin embargo, Magni considera que «sus universidades, la continua movilización por Gaza y, sin duda, la importante financiación de Qatar y otros patrocinadores islámicos» han hecho posible la aparición de políticos islamocomunistas con un perfil muy alto, como Mamdani, que se presenta como candidato demócrata a la alcaldía de Nueva York.
El político musulmán nació en Uganda, pero su madre es la famosa cineasta india Mira Nair, y su padre, Mahmood Mamdani, es un profesor de la Universidad de Columbia, especializado en estudios poscoloniales y política africana con un enfoque claramente marxista. El posible futuro alcalde de Nueva York, a pesar de sus orígenes adinerados, se presenta como candidato con una plataforma de izquierdas que incluye la congelación de alquileres, transporte público gratuito para todos, una revolución verde, la promoción del aborto, la prostitución libre y la subida de impuestos a los barrios «más blancos» de la ciudad. En un tuit de 2020, se fotografió burlándose de la estatua de Cristóbal Colón, uno de los personajes más odiados para el indigenismo marxista.
La combinación de islam y marxismo parece, en principio, una mezcla incompatible en cuanto a la moral y los fundamentos filosóficos, pero la falta de lógica no parece ser un obstáculo para una sociedad moderna que tiende a moverse más por odio al partido contrario que por la coherencia de las propias convicciones. En ese sentido, el rechazo al cristianismo en general y al catolicismo en particular podría ser el aglutinante de nuevas (y antiguas) coaliciones políticas que abarquen a marxistas, la izquierda woke y musulmanes militantes, tanto en Europa como en los Estados Unidos.
