(Aica/InfoCatólica) En el marco de la celebración convocada por el papa Francisco y continuada bajo el pontificado de León XIV para reconocer la vida, la fe y el papel insustituible de los mayores, la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) ha expresado su gratitud a Dios por «el testimonio, la entrega y la presencia» de tantos abuelos y adultos mayores en la vida de la sociedad y de la Iglesia.
El mensaje, firmado por monseñor Marcelo Colombo (presidente de la CEA), el cardenal Ángel Rossi SJ, monseñor Daniel Fernández (vicepresidentes) y monseñor Raúl Pizarro (secretario general), destaca el valor pastoral de los ancianos: en parroquias, grupos de Cáritas, catequesis, espacios de oración y vida familiar, su presencia sigue sosteniendo y enriqueciendo la vida cristiana.
Como recuerda el papa León XIV en su mensaje para esta jornada: «¡Cuán a menudo nuestros abuelos han sido para nosotros ejemplo de fe y devoción, de virtudes cívicas y compromiso social, de memoria y perseverancia en las pruebas!».
En su reflexión, los prelados también reconocen y dan gracias por tantos sacerdotes ancianos que continúan sirviendo con generosidad: celebrando la Eucaristía, acompañando comunidades y ofreciendo consuelo espiritual. «Son memoria viva y esperanza para el pueblo de Dios», afirman.
Sin embargo, junto al agradecimiento, los obispos no ocultan su preocupación por la situación que viven numerosos adultos mayores en Argentina. Denuncian que, pese a haber trabajado toda la vida, muchos dependen económicamente de sus familias para sobrevivir.
«Nos duelen esas escenas cotidianas de abuelos y abuelas en las farmacias, teniendo que elegir qué medicamento de los recetados pueden comprar y cuáles deben dejar», lamentan.
Asimismo, advierten que «el recorte de recursos en áreas sensibles se traduce, en la práctica, en un abandono silencioso, cuando la vida de nuestros mayores se vuelve rehén de decisiones políticas que no los tienen en cuenta».
Citaban también las palabras del papa León XIV como llamado de atención: «Nuestras sociedades, en todas sus latitudes, se están acostumbrando con demasiada frecuencia a dejar que una parte tan importante y rica de su tejido sea marginada y olvidada».
Los obispos concluyen su mensaje invocando la intercesión de los santos Joaquín y Ana, abuelos del Señor, para que el pueblo argentino aprenda a cuidar, valorar y amar a cada adulto mayor como un verdadero tesoro.







