(InfoCatólica) Las principales organizaciones patronales y sindicales del sector de la educación infantil privada —ACADE, CECEI, Escuelas Católicas (a través de EyG), FENACEIN, CECE, ALIC, FECCOO, UGT Servicios Públicos, FSIE y FEUSO— han firmado una declaración conjunta en defensa del primer ciclo de Educación Infantil (0-3 años). En el documento reclaman medidas urgentes para asegurar la sostenibilidad, universalización y gratuidad de esta etapa educativa.
Los firmantes subrayan que el ciclo 0-3 no es solo un recurso para la conciliación, sino una etapa educativa reconocida por la Ley Orgánica de Educación (LOE), que requiere centros autorizados y personal cualificado. Insisten en que es esencial garantizar condiciones laborales dignas para los trabajadores, en su mayoría mujeres jóvenes y cualificadas, en consonancia con la responsabilidad pedagógica y social que asumen.
El sector, compuesto en gran parte por autónomos, microempresas y pymes, atiende actualmente a más de 200.000 familias y emplea a más de 50.000 profesionales. Sin embargo, afronta una grave crisis estructural derivada de la baja natalidad y la falta de financiación pública suficiente, factores que han provocado la desaparición del 25 % de los centros de educación infantil de 0 a 3 años en los últimos cinco años.
Asimismo, denuncian la proliferación de establecimientos irregulares, como ludotecas o «madres de día», que operan al margen de la normativa educativa y, según advierten, suponen un riesgo para familias y menores.
Por todo ello, las organizaciones firmantes exigen:
– Una financiación justa y estable para lograr la gratuidad y universalidad del ciclo 0-3, garantizando la viabilidad de los centros y la mejora de las condiciones laborales.
– La creación de una mesa sectorial de Educación Infantil que permita abordar de forma específica los retos del sector.
Una etapa clave para el desarrollo infantil
Las entidades recuerdan que el ciclo 0-3 constituye una fase decisiva en la que se asientan las bases del desarrollo cognitivo, emocional y social de los niños. Además, destacan su papel en la cohesión social y en la reducción de desigualdades desde la primera infancia.
Respaldadas por estudios internacionales, como los de la OCDE y las investigaciones del premio Nobel James Heckman, sostienen que invertir en la primera infancia ofrece un alto retorno económico y social, contribuyendo a disminuir el fracaso escolar y los costes futuros en sanidad y servicios sociales.
Finalmente, reiteran su compromiso con una Educación Infantil de calidad, segura, equitativa y plenamente reconocida dentro del sistema educativo.







