(Agencias/InfoCatólica) En una entrevista concedida el viernes al diario «Die Welt», Bätzing dijo que durante la visita ad limina el Papa tuvo ocasión de hablar directamente con los obispos alemanes sobre el Camino Sinodal.
El periodista Lucas Wiegelmann recordó a Bätzing que el Pontífice acaba de decir en una entrevista que el camino sinodal en Alemania «no era útil» y que era un evento de «élites». Y añadió: «Usted, en cambio, ha sostenido durante años que Francisco apoya el camino sinodal. ¿Por qué ha engañado a los fieles en Alemania durante tanto tiempo?». Bätzing respondió con otra pregunta: «¿Por qué el Papa no nos habló de esto cuando estuvimos con él en noviembre?» y añadió que no tenía un canal directo de comunicación con Francisco.
Bätzing también comentó la carta de los cardenales Pietro Parolin, Marc Ouellet y Luis Ladaria, con la que la Santa Sede ha rechazado la intención de establecer un Consejo Sinodal en el que obispos y laicos consultaran y decidieran juntos. En opinión de Bätzing, las críticas no son totalmente erróneas. Es cierto que hay ideas fundamentalmente distintas de la sinodalidad: «El Papa la entiende como una amplia recolección de impulsos de todos los rincones de la Iglesia, luego los obispos la discuten más concretamente, y al final hay un hombre en la cúspide que toma la decisión. No creo que ese sea el tipo de sinodalidad sostenible en el siglo XXI», afirmó el obispo de Limburgo. Los obispos alemanes, por su parte, buscan una posibilidad de «consulta y toma de decisiones conjuntas reales» en el marco del derecho eclesiástico vigente. Quedaría por discutir cómo conseguir que no se invaliden las normas relativas a la autoridad del obispo.
Opción alternativa a la vía sinodal
Bätzing está abierto a una vía intermedia: La «Asamblea Conjunta» de la DBK y el Comité Central de los Católicos Alemanes (ZdK), que se remonta al Sínodo de Würzburg (1971-1975), podría ser mejorada en sus funciones. Hasta ahora, ha sido principalmente un órgano de intercambio de pareceres entre obispos y laicos. «Así que la opción alternativa es: nos quedamos con este modelo y simplemente le añadimos tareas importantes que son factibles en términos de derecho eclesiástico», dijo el presidente de la DBK. Ya ocurría de hecho que los órganos consultivos, por ejemplo en el ámbito de las finanzas, adoptaban resoluciones importantes a las que los obispos «sólo enganchaban formalmente».
El presidente de la DBK no se mostró comprensivo con la acusación romana de un debate ideológico en Alemania, que ilustró con el ejemplo del celibato. La cuestión se ha discutido durante 60 años, dijo, y el Papa Francisco ha permitido el debate incluso en el Sínodo de Amazonas: «Llamar ahora a eso un debate ideológico, donde el Espíritu Santo sale de la habitación como volando, por así decirlo, ¿a qué viene?»
Bätzing subrayó que el Papa también le animó personalmente a que fuera la Iglesia en Alemania la que sacara las consecuencias del escándalo de los abusos sexuales. Sin embargo, dijo que la última carta del Vaticano, al igual que las conversaciones en Roma, le hacen sospechar «que simplemente ya no quieren ver las causas sistémicas, los antecedentes y los factores de este escándalo».