(Katolisch/InfoCatólica) El presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Mons. Georg Bätzing, se encuentra desde el domingo en el Vaticano para mantener varios días de conversaciones con los representantes de la Curia, a fin de preparar la visita ad limina de los obispos alemanes a mediados de noviembre. Durante esta visita, los obispos alemanes quieren hablar por primera vez con el Papa y la Curia sobre los resultados del Camino Sinodal en Alemania hasta el momento.
El viaje de Bätzing se ve afectado por la polémica que rodea a unas declaraciones realizadas la semana pasada por el cardenal suizo de la Curia Kurt Koch, quien señaló en una entrevista los paralelismos entre las discusiones eclesiásticas actuales y las de la época nazi:
«Me irrita que, además de las fuentes de revelación de la Escritura y la Tradición, se acepten nuevas fuentes; y me asusta que esto ocurra -de nuevo- en Alemania. Pues este fenómeno ya se produjo durante la dictadura nacionalsocialista, cuando los llamados «cristianos alemanes» vieron la nueva revelación de Dios en la sangre y la tierra y en el ascenso de Hitler».
La Iglesia Confesante protestó contra esto con su Declaración Teológica de Barmer en 1934, cuya primera tesis dice: «Rechazamos la falsa doctrina como si la iglesia pudiera y debiera reconocer otros eventos y poderes, figuras y verdades como revelación de Dios aparte y además de esta única palabra de Dios como fuente de predicación».
Y añadió: «La fe cristiana debe interpretarse siempre de forma fiel a sus orígenes y contemporánea. La Iglesia está, pues, obligada a tomar buena nota de los signos de los tiempos y a tomarlos en serio. Pero no son nuevas fuentes de revelación. Echo de menos esta necesaria distinción en el texto de orientación del Camino Sinodal».
Bätzing calificó la valoración del cardenal de «aberración totalmente inaceptable» y exigió una «disculpa pública» de Koch ante los periodistas. Y anunció que si eso no ocurriera inmediatamente, presentaría una «queja oficial» al Papa Francisco.
Koch publicó entonces una carta explicando lo que dijo. Afirmó que en la entrevista se le había planteado la cuestión de «que supuestamente hay nuevas fuentes de revelación: “El espíritu de los tiempos” y el “sentimiento”, y si se puede cambiar la enseñanza de la Iglesia con base en esas supuestas nuevas fuentes de revelación».
En ese contexto recordó el cardenal la Declaración Teológica de Barme de 1934 y señaló que para él lo más importante es que «La fe cristiana debe interpretarse siempre de forma fiel a sus orígenes y acorde con los tiempos. Por ello, la Iglesia está ciertamente obligada a tomar nota de los signos de los tiempos y a tomarlos en serio. Pero no son nuevas fuentes de revelación».
Así pués, proseguía el cardenal Koch, «cuando el obispo Bätzing afirmó en la conferencia de prensa que los signos de los tiempos son “fuentes de conocimiento y para el desarrollo de la doctrina”», puedo estar ciertamente de acuerdo con él. Pero las fuentes de conocimiento son algo diferente a las “fuentes de revelación”».
Es este el planteamiento de la crítica que el cardenal ha planteado al «Texto de Orientación» y otros textos del «Camino Sinodal»: no por «puro miedo a que algo se moviera» ni con la intención de «deslegitimar», como me acusa el obispo Bätzing, sino por preocupación teológica por el futuro de la Iglesia en Alemania.
Mons. Bätzing ha asegurado que no puede aceptar «la respuesta de Koch como satisfactoria». El cardenal «en esencia no se disculpó por las declaraciones indefendibles, sino que, por el contrario, las exacerbó», dijo Bätzing. El comisario de antisemitismo del gobierno federal, Felix Klein, también criticó las declaraciones de Koch.