(CNA/InfoCatólica) La ley ha sido puesta en cuestión por un médico que por suponer una violación de la libertad religiosa protegida por la Constitución de los Estados Unidos y de las leyes contra el suicidio.
El Dr. Yosef Glassman es un judío ortodoxo que se opone a facilitar el suicidio tanto por sus creencias religiosas como por su profesión de médico. También objeta la estipulación de la ley de que un médico que se opone al suicidio asistido debe derivar a los pacientes a otro médico que los ayude a terminar con su vida.
Lo que la ley obliga a los médicos, según Glassman supone «no solo una violación de los derechos a practicar la medicina sin violar los deberes fiduciarios que se les deben a esos pacientes ... sino también la violación de sus derechos de la Primera Enmienda bajo la Constitución de los Estados Unidos a practican libremente su religión en la que la vida humana es sagrada».
La Ley de Ayuda Médica para Morir por Enfermedades Terminales, que fue aprobada por la legislatura de Nueva Jersey con apoyo de ambos partidos, permite que las personas diagnosticadas por un médico con menos de seis meses de vida puedan solicitar medicamentos letales para terminar con sus vidas. El paciente debe administrarse la medicación a sí mismo.
El mandato temporal, firmado por el juez Paul Innes de la Corte Superior del condado de Mercer, implica que el fiscal general del estado no puede hacer cumplir la ley mientras se está impugnando en la corte.