El preludio del Anticristo está a la vista de todos

El preludio del Anticristo está a la vista de todos

La gnosis del siglo II dice que Jesús dio dos mensajes, uno para los de fuera y otro para sus discípulos. Ya sabemos que Jesús sólo trasmitió un mensaje. En cambio, hay posibles gnósticos que, apareciendo con ropaje católico, llevan una doblez de mensaje, en materias sexuales sobre todo y estarían promoviendo con o sin conocimiento, principios gnósticos.

En la audiencia general del 10 de diciembre de 1986, San Juan Pablo II nos decía que: «El «mysterium iniquitatis», no puede comprenderse sin referencia al misterio de la redención, al «mysterium paschale» de Jesucristo. Titulándola: «Estableceré hostilidades»: el hombre implicado en la lucha contra las fuerzas de las tinieblas.

Donde añade: «El Señor dijo a la serpiente: Por haber hecho eso serás maldita... Establezco enemistades entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya; ella te herirá en la cabeza cuando tú la hieras en el talón» (Gén 3, 14-15). (…) (por ello) El hombre, a causa del pecado, está enzarzado (como se expresa justamente el Vaticano II) «en una dura batalla contra el poder de las tinieblas»

Continúa diciendo San Juan Pablo II: «Precisamente esta ‘lógica de fe’ se expresa ya en los símbolos más antiguos» (éstos, como hemos visto, desde la creación del hombre ya está en lucha, es ese misterio de la iniquidad).

I Parte: La gnosis como el misterio de la iniquidad o anomia

La gnosis del siglo II dice que Jesús dio dos mensajes, uno para los de fuera y otro para sus discípulos. Ya sabemos que Jesús sólo trasmitió un mensaje. En cambio, hay posibles gnósticos que, apareciendo con ropaje católico, llevan una doblez de mensaje, en materias sexuales sobre todo y estarían promoviendo con o sin conocimiento, principios gnósticos. Sobre una sexualidad indeterminada o que yo puedo determinar, un alma indeterminada sexualmente o andrógina, separada del cuerpo.

Este principio gnóstico pretende explicar las tendencias sexuales contra natura. Confundiendo el «Dios te ha creado así», entendiéndolo como Dios te ha creado andrógino, es decir, con tendencias contra natura. Descubrir esto es encontrar la chispa divina. Esta iniquidad es la gnosis misma, de la cual dijo San Ireneo de Lyon, que es la mayor de las blasfemias. Y esto está ligado a la androginia, y la androginia al feminicidio ritual, que es el asesinato espiritual de la mujer y después el nihilismo de una parte de la sociedad. El nihilismo de la no creación, el aborto, eliminación de la maternidad, con la iniquidad del lenguaje falso del anticristo (interrupción del embarazo) un problema cognitivo, pues el embarazo si se interrumpe, luego no continua, pues no es el programa de una lavadora. Aquí interrupción es aborto, como veremos es un problema de la iniquidad del lenguaje de la anomia.

En el «estudio» de la gnosis, (de la masonería, budismo y satanismo que son religiones de auto-salvación) es necesario conocerlas en su última expresión, precisamente para entender estas religiones perfectamente y sin error. Por ello, faltaba una pieza del puzle para que tuviera coherencia, en este caso, las Tinieblas del Budismo en el Tíbet que nos presentó el Padre Highton hace un mes. Pienso que es bueno haber descrito con todo detalle en el libro las perversiones del gnosticismo, para una vez desenmascarado el enemigo del alma, poder luchar contra él, como nos dice San Pablo:

«Ejerzo el pugilato, no como dando golpes en el vacío, sino que golpeo mi cuerpo y lo esclavizo; no sea que, habiendo proclamado a los demás, resulte yo mismo descalificado» (1Cor 9,26-27)

Y también:

«Por eso, queridos, huid de la idolatría, (…) lo que inmolan los gentiles, ¡lo inmolan a los demonios y no a Dios! Y yo no quiero que entréis en comunión con los demonios. No podéis beber de la copa del Señor y de la copa de los demonios. No podéis participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios.» (1Cor 10,14-21)

El Padre Highton no nos relata otro misterio que el de poder conocer de primera mano la verdad de esa cultura, que como toda cultura, está movida por una filosofía religiosa que pretende la budocracia, la instauración de la iniquidad en el mundo entero, por ello el budismo es bandera de la Masonería. Bajo este dios falso uno podría negar la naturaleza sexuada de su propio cuerpo. En el libro del padre Highton nos da la coherencia social, del por qué sucedió el mayo del 68 hasta lo que está sucediendo hoy día en nuestra sociedad y del por qué las nuevas leyes, para supuestamente dignificar a la mujer, no funcionan ni funcionaran jamás si las dirige Lucifer.

No se extrañe nadie, pues ésta es la raíz de la gnosis, Lucifer es el dios «bueno» para ellos, y el Dios de la Biblia «malo».

Así que el misterio de la iniquidad del que habla Jesucristo, que se tiene que revelar, no es otro que el de la doctrina pura de Lucifer que dicen los masones, tiene que alumbrar a todo hombre, que veremos exactamente en qué consiste. Veamos cómo lo explica San Pablo:

«Que de ningún modo os engañe nadie, porque primero tiene que venir la apostasía y manifestarse el hombre de la iniquidad, el hijo de la perdición, que se opone y se alza sobre todo lo que lleva el nombre de Dios o es adorado, hasta el punto de sentarse él mismo en el templo de Dios, mostrándose como si fuera Dios. (…) Ahora ya sabéis qué es lo que impide su manifestación, que sucederá en su momento. Porque ya está actuando el misterio de la iniquidad, sólo falta que sea apartado lo que hasta ahora lo retiene».

Entonces aparecerá el inicuo, a quien el Señor exterminará con el soplo de su boca y destruirá con su venida majestuosa. Aquél, por la acción de Satanás, vendrá con todo poder, y con falsas señales y prodigios, y con todo género de engaños malvados.

Aquí hago un inciso sobre el engaño malvado, que comentaré más adelante: -El Dios «malvado» hubiera separado al andrógino, en el génesis, y ahora hay que eliminar el ser inferior, la mujer (que salió de la costilla), para que regrese la unidad, el hombre afeminado, homosexual o transexual, al igual que la mujer lesbiana. Esto es parte de la gnosis, la explicación falsa de las Sagradas Escrituras.

Los engaños malvados, predicados por su Maestro Lucifer, su iluminación, sería de ciertos poderes que se jactan de tener, que no es otra cosa que adivinación o videncia, lo que Lucifer, padre de la mentira, les enseña. Pero esta serpiente o madre de la tierra, vemos que Dios tiene poder sobre ella. Veamos el pasaje de Hechos de los Apóstoles, en su versión griega, en el cual san Pablo, expulsa un espíritu de serpiente (Python), espíritu de pitonisa o diablo:

«Mientras íbamos a la oración nos salió al encuentro una joven esclava que tenía un espíritu pitónico y proporcionaba como adivina abundantes ganancias a sus amos» (Hch 16,16 Biblia de Navarra).

«Ἐγένετο δὲ πορευομένων ἡμῶν εἰς τὴν προσευχὴν παιδίσκην τινὰ ἔχουσαν πνεῦμα πύθωνα ὑπαντῆσαι ἡμῖν, ἥτις ἐργασίαν πολλὴν παρεῖχεν τοῖς κυρίοις αὐτῆς μαντευομένη» (Hc 16,16 NA28).

Por lo tanto, sí que hay poderes que otorgan los demonios, éstos son necesarios para engañar a estos seguidores suyos, de la masonería, teosofía, budismo y satanismo, todas ellas religiones de «auto-salvación». Éstos serían poderes de cierta clarividencia, de los que presumen los brujos de más altos grados. Continuando con la lectura de Tesalonicenses sobre el inicuo, estos «poderes« estarían:

Fin del inciso y continuando con la lectura de Tesalonicenses sobre el inicuo, estos “poderes" estarían:

«dirigidos a los que se pierden, puesto que no aceptaron el amor de la verdad para salvarse. Por eso Dios les envía un poder seductor, para que ellos crean en la mentira, de modo que sean condenados todos los que no creyeron en la verdad, sino que pusieron su complacencia en la injusticia.» (2 Tes 2,3-12)

Veamos que esta «clarividencia» no los lleva a la verdad, sino a la injusticia y al mal, a la anomia, que es la injusticia de la que nos habla San Pablo, es la iniquidad, en griego -anomia- (ἀνομία) significa: a- de negación «no» y nomos «ley», propiamente, sin ley. También significa anarquía; el absoluto desprecio por la ley de Dios (Su Palabra viva y escrita). Esto es la inversión del orden natural, tanto moral como antropológico y científico.

La R.A.E lo define así:

1. Estado de desorganización social o aislamiento del individuo como consecuencia de la falta o la incongruencia de las normas sociales.

2. En medicina: Trastorno del lenguaje que se caracteriza por la incapacidad o la dificultad de reconocer los nombres de las cosas.

No sólo se cumple hoy esta anomia de diccionario, pues no hay nada que añadir a la primera definición, sino que en lo referente a la segunda, sobretodo, recibe este nombre (anomia) en la medicina, porque «se caracteriza por carecer de leyes en las normas del lenguaje». Es por esto que no se podría dialogar con un gnóstico, que por varias razones, tendría un problema en el sistema cognitivo (auto-inducido). Que es lo que usamos para adecuarnos a la realidad. Aquí estaría la imposición perversa (injusticia) del lenguaje inclusivo, pues su única pretensión es crear o avalar un problema cognitivo, haciendo pasarlo por normal (aun mas, crearlo e imponerlo por «ley», anomia). Esta sería la iniquidad y los sin ley, ni moral, ni científica, ni jurídica.

Cumpliendo así la segunda definición, sobre la dificultad de nombrar las cosas, pues no serían ya personas, sino cosas, panteísmo, del cual una cosa no tiene derechos jurídicos, han de ser arrebatados. Aquí diría que esto viene de lejos en el planteamiento, pues Darwin no sabía diferenciar entre un indígena de la Tierra de Fuego y un mono, diciendo que «es difícil saber en que momento de la evolución llamarlo humano», porque para él no eran algunos, ni monos, ni personas, sino una sub-especie, no llega a rango de especie, aunque esto nos llevaría a qué entendía Darwin y sus colegas por especie y es que para el habría muchas especies (no razas, especies), aquí el quid de la cuestión, ¿cuál debe perpetuarse? Sin duda habría que favorecer a la más favorecida y ese es el título de su obra.

Esta iniquidad es revelada por esta serpiente antigua no sólo en Grecia, sino en la adoración a los demonios budistas (33 millones de ellos), se entiende el por qué esta palabra griega anomia (ἀνομία), aparece sólo tres veces en el Nuevo Testamento, una en Tesalonicenses como el misterio de la iniquidad, en Mateo con la amonestación que hace Jesús a los fariseos: «llenos de hipocresía y de iniquidad»; llamándoles serpientes, raza de víboras. En Tito aparece como remedio, antídoto a ese veneno de serpiente, recalcando las palabras de San Juan Pablo II, diciendo que el misterio de la iniquidad está unido al misterio pascual, como nos recuerda San Pablo: «se entregó por nosotros a fin de rescatarnos de toda iniquidad», para esto murió y resucito Cristo, para salvarnos de las obras del diablo y su religión gnóstica:

«Le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación (…) Pero a vosotros, a los demás de Tiatira, que no compartís esa doctrina, que no conocéis «las profundidades de Satanás» (Ap 2,21-24)

La fornicación para ellos es un sacramento santo, es la fornicación de la eugenesia un racismo social donde sólo la élite tiene derecho a existir. No es novedad, lo decía Platón, además, lo que importa es tener buena descendencia como los animales, un pedigrí, no cualquier pedigrí, el de la riqueza y fortuna de la élite, que decide quién cuántos y dónde mueren. La esterilidad no es para los favorecidos de Darwin, sino para los pobres y las clases medias que no es bueno según él procrear y propagar su especie.

II Parte: Gnosis, Feminicidio, Satanismo.

Gnosis

La gnosis ha sido siempre la misma, pero nunca ha tenido los medios médicos y tecnológicos, para ofrecer a la mujer un cambio de sexo más acorde con su futura reencarnación en varón. Lo que nos presenta el padre en el libro lo tenemos ya en el gnosticismo clásico:

«Cuando hagáis de los dos uno (…) a fin de que lo masculino no sea masculino, ni lo femenino sea femenino (…) entonces entraréis en el reino»; «Se trata de reducir toda dualidad (interior/exterior, masculino/femenino) a unidad. Por eso, toda mujer que se haga varón entrará en el Reino. Para el antifeminismo antiguo, y en particular el gnóstico, la mujer es muy inferior al varón.» Ramón M. Trevijano Echeverría, Estudios sobre el evangelio de Tomás (Ciudad nueva, Madrid 1997) pág. 60 y 361.

Este texto gnóstico es el Apócrifo de Tomás del siglo II, que avala la gnosis budista actual, de la que habla con todo detalle el padre Highton en su libro. O también lo que relata en el, demuestra que esos estudios, no son cosa del pasado. En realidad, este «conocimiento salvador» masónico-budista es un feminicidio ritual en sí mismo.

Feminicidio ritual

Esta «inferioridad» de la mujer es el dogma del feminicidio ritual o mágico, que es: el asesinato de la mujer sólo por ser mujer.

Por lo tanto, los escritos de Nag Hammadi y la patrística católica respaldan los hallazgos del Padre Highton, más vivos que los textos de esas vasijas de Nag Hammadi. Es por ello que la mujer se sabía a sí misma inferior, y por ello se dejaba asesinar ritualmente para entrar en el reino, que no es otra cosa que reencarnarse varón en la próxima vida, esto sería todo un honor. El feminicidio ritual es violar a la mujer, o fornicar consentidamente con ella. La masonería, budismo y el satanismo social, induce a la mujer a ser un producto de consumo. La pornografía es en si mismo, el icono idolátrico del asesinato de la feminidad. Como no se puede separar la humanidad de su sexualidad, es en el fondo la destrucción social de la persona.

Por tanto, los masones y los Budistas: Adoran al mismo «dios», digo en mi libro que es una adoración a un dios solar andrógino, y explico el por qué. Y el Padre Highton llega, no a una conclusión, sino a explicar una realidad de esa cultura, que coincide con lo que yo había descubierto, dando la clave incluso de qué significan las llaves que portan los faraones en los jeroglíficos. Estaríamos hablando de un feminicidio ritual, pero que yo no había entendido hasta que leí el libro del padre Highton porque me faltaba la clave simbólica, y es sencillamente que Baphomet representa ese feminicidio ritual, clave del gnosticismo y lo tenemos en esa misma estatua. Por eso las dakinis y el yogui son en sí una unidad representada en esa estatua.

Los niños, al mirar la estatua expuesta en Detroit, ya están viendo en lo que se van a convertir: en andróginos, entendido como trans. (Esto es todo un tema de abusos y confusión de sexo).

Hasta aquí nos puede parecer todo un poco raro y extravagante. Sin embargo, los seguidores están ganando un terreno legislativo. Primero quieren que el mundo entero tolere, y luego adore la imagen de la bestia. Esta imagen está puesta en Detroit, y sus organizadores dicen lo siguiente:

El Baphomet »complementará y contrastará« los mandamientos cristianos que incluyen »prohibiciones inconstitucionales en contra de la libertad de expresión y el libre ejercicio de la religión«, según dice la organización (ya sabemos a qué se refieren).

«Nuestra estatua servirá como faro llamando a la compasión y a la empatía entre las criaturas vivientes», asegura Lucien Greaves, el cofundador del grupo del templo satánico.

Estas libertades ya las conocemos: androginia, feminicidio, y la inversión de la Ley. La «compasión» es lo que hemos visto de «matar» a la mujer por compasión, y que se reencarne en varón. Por no hablar de la empatía hacia los animales e insectos, y en contra del ser humano, sobretodo en contra de la mujer, pues está escrito: «Ella te aplastará la cabeza». Ya hemos visto la androginia. No obstante de ésta hablaron Platón, Darwin, y está en el antiguo Egipto.

III ¿Cómo instaurarán la androginia?, (El mysterium iniquitatis), la doctrina pura de Lucifer

En los colegios de la siguiente forma:

«Los que querían aprender de ese gran conocimiento (la androginia), tenían que iniciarse y para ello tenían que estudiar y replantear la disociación de su cuerpo, su mente, y su espíritu para llegar al conocimiento de su alma. Esta iniciación y conocimiento espiritual es lo que hace desarrollar la conciencia, es decir, el conocimiento consciente y cósmico de la naturaleza divina del alma». Introducción a la masonería Hermanos Bethtet Tammuz.

Recordemos, a la luz de este texto masónico, por qué la iniquidad recibe nombre de trastorno médico: porque «se caracteriza por carecer de leyes en las normas del lenguaje». Eliminada esta ley, se puede engañar en las escuelas a los niños. Por eso les pueden inducir un serio problema cognitivo. Confundiendo su sexualidad.

Para poder realizar esto, es necesaria la primera iniquidad o anomia, tanto en la ley como en el lenguaje, y para ello: cito: »No podemos pensar de ninguna de las maneras que los hijos pertenecen a los padres (Celaá). Los dos significados en la misma frase, (pensar – pertenecen) del problema cognitivo y jurídico de esta frase.

Como dice el profesor Alberto Bárcena en su libro, Iglesia y masonería. Las dos ciudades (trabajo arduo y serio, como es costumbre suya), y citando la encíclica Humanus Genus, del Papa León XIII, nos hace un mandato: «quitadles la máscara a las sociedades secretas» pues bien, hoy gracias a la Inmaculada, no sólo hemos desvelado sus intenciones, sino el significado real de sus símbolos más públicos.

Terminamos con el katejon que obstaculiza que el misterio de la iniquidad se lleve a plenitud. Y que cuando lo haga, tenga las horas contadas. María es lo que ha de ser retirado, por eso en este último siglo ella pidió la consagración de Rusia a su inmaculado corazón (tal vez porque Rusia se opondría, a esta tiranía bajo esta consagración a María, no sabemos), para que el Papa la pusiera como katejon (obstáculo) de la iniquidad que podría desarrollarse. Por tanto, ese Totuus Tuus Maria, fue el refugio seguro de un Papa que reconoció el poder de la Mujer, que destruye y obstaculiza la iniquidad. También del por qué San Maximiliano María Kolbe la eligió para formar parte de su milicia, contra el poder de la masonería y el gnosticismo. La Mujer es lo más importante en la Iglesia, y por ella da la vida El Varón. Y Éste, con su masculinidad, eleva a la mujer por encima de Él. Dios Principio sin Principio ha puesto por encima de Él un principio, una Madre. Es la Virgen quien nos protege eficazmente y que no estaba aún en el Edén, (más que como promesa) para poder pisar la cabeza de Lucifer y sus milicias que inducen al engaño, y la muerte eterna.

La oscuridad de los astros profetizados es el fin de la justicia, representado por el Sol, las estrellas y la Luna, que representan las leyes inmóviles y eternas de Dios y su justicia en la ley natural del hombre… continuará

 

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6 comentarios

Rubén (de Argentina)
La oscuridad de los astros profetizados es el fin de la justicia, representado por el Sol, las estrellas y la Luna, que representan las leyes inmóviles y eternas de Dios y su justicia en la ley natural del hombre.
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No digo que no, pero más específicamente el Sol (el astro que emite luz por sí mismo) simboliza a Cristo y su Palabra, la Luna simboliza al Papado, al Vicario de Cristo (así como la Luna no emite luz por sí misma sino que es luz reflejada del Sol, el Vicario de Cristo refleja —o debería reflejar— a Cristo y su Palabra) y las Estrellas del Cielo representan a los obispos y sacerdotes, que guían (al igual que las estrellas a los navegantes) al rebaño del Señor. Pues bien, el Sol se obscureció (lo estamos viendo), la Luna no da su resplandor (lo que pasa con Francisco evita ulteriores comentarios sobre el punto)y las estrellas del cielo caen sobre la tierra, ya no brillan (la Iglesia en Alemania, James Martin, Cupich, etc., etc.).
29/01/22 2:01 AM
Quique
Excelente.Gracias por exponer bajo las luces de la fé y de la razón al enemigo así como el buen combate al que somos llamados para gloria de Dios y salvación de los hombres.
.Sed valientes sacerdotes en Jesucristo nuestro Señor y dadnos de comer que estamos hambrientos de Vida Eterna.
La Inmaculada Concepción nos guarde a todos en el Sagrado Corazon.
29/01/22 11:40 AM
maru
Gracias Padre por este interesante artículo. Lo pasaré a dos sacerdotes.
29/01/22 2:53 PM
Samuel Gonzalo Cifuentes Vivas
Excelente!, la verdad brilla con Luz propia.
31/01/22 3:46 AM
Centurión Cornelio
Este nombre, Lucien Graves, está lleno de simbolismo también, me llamó mucho la atención pero el verdadero nombre de esta persona es otro.
Es muy interesante todo lo que se cuenta en el artículo.
31/01/22 12:15 PM
Oscar Alejandro Campillay Paz
Excelente!!! Esto es pura luz para tanta obscuridad sobre el tema!
Es exactamente así como se gesta la última herejía y se desarrolla la apostasía.
Todos nuestros esfuerzos deberán dirigirse a luchar, con el testimonio y la prédica, sobre la belleza, el bien y la verdad de un Dios que nos ama hasta el colmo, y recuperar la conciencia del pecado como raíz de toda la maldad y aniquilación.
Debemos ser santos!
Gracias padre por este artículo! Lo difundiré con todo mí esfuerzo.
Bendiciones!
2/02/22 7:13 PM

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