La pregunta de la vida
Domingo XXVIII TO (B)
El Evangelio según San Marcos (cf 10, 17-30) narra un encuentro con Jesús. Un joven, de excelentes cualidades, se acerca al Señor y, de rodillas, le formula “la” pregunta de su vida: “Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?”. No se conforma este joven con indagar acerca de aspectos marginales de la existencia. No quiere saber cómo labrarse una carrera, cómo ser admirado por los demás, cómo alcanzar el éxito. Quiere saber lo único decisivo: cómo hacer que su vida sea una vida lograda; una vida con sentido, que alcance su meta, su finalidad, su fin. En ello, en saber para qué vivimos, radica la sabiduría; esa sabiduría que Salomón prefería a los cetros y a los tronos, a las piedras preciosas y al oro, a la salud y a la belleza (cf Sabiduría 7, 7-11).