Breve meditación de un Domingo
Lo que sigue es es una de esas verdades cristianas que tienen como una de sus marcas de autenticidad lo grandes que nos quedan y cómo nos da hasta cierto pudor enunciarlas si contemplamos la serie de tropezones que parece por momentos nuestra vida.
La vida cristiana es una serie de oportunidades que Dios nos da para irnos ganando el Cielo con la gracia de Dios. El contenido de esas oportunidades, en el fondo, es indiferente. Salud o enfermedad, riqueza o pobreza, situaciones favorables o situaciones adversas, son simplemente diversas formas en que se nos hace posible aceptar la Voluntad de Dios, cargar con nuestra Cruz y, por la gracia de Dios, hacer méritos para la Vida Eterna.

A riesgo de exagerar con aquello de “de María nunquam satis“, pero exigidos en cierta forma por los acontecimientos, transcribimos en primer lugar el texto de 
Aparte de que me parece obligado remitir al
Me ha parecido interesante presentar aquí algunas notas sobre la historia del texto del Nuevo Testamento y sus traducciones. Nos referimos al Nuevo Testamento escrito en griego “koiné”, que era la lengua común en esa zona en la época de su composición, sin entrar en la discusión acerca de si hubo o no una versión aramea o hebrea del Nuevo Testamento.




