Palabra de hoy: Victimización

Uno de los recursos más potentes para movilizar la opinión pública es exhibir víctimas. El ser humano tiene una tendencia natural a darle atención y eventualmente afecto y apoyo a quien ve que está sufriendo. Es algo que sucede en el plano profundo de las emociones y que por eso mismo escapa fácilmente al análisis de la razón.

Es inhumano, o incluso anti-humano, sustraerse a conocer el dolor del prójimo. Quienes se encierran en su paraíso de privilegios evocan demasiado de cerca al rico de la parábola: aquel que comía espléndidamente cada día sin prestar atención ni regalar aun que fuera migajas al pobre Lázaro que agonizaba a la puerta de su mansión (Lucas 16). Tal es la esencia del pecado de indiferencia, tan duramente denunciado por el Papa Francisco.

Sin embargo, la fuerza de la compasión también puede ser manipulada, y así de hecho ha sucedido en muchas ocasiones.

Llamamos victimización al recurso sistemático de exhibición de víctimas, reales o incluso ficticias, con la intención manifiesta de producir apoyo a una causa o rechazo a una forma de comportamiento. Es una de las muchas técnicas usadas por la llamada “reingeniería social,” cuyo propósito es moldear los criterios de valoración de amplios sectores de la población, de modo que acojan lo que antes rechazaban o detesten lo que antes apreciaban.

La victimización requiere de una amplia participación de los medios de comunicación social, particularmente de aquellos que cuentan con una clara dirección central, como es el caso de los diarios o la televisión. En general, no está garantizado el mismo efecto o resultado cuando sólo se cuenta con redes sociales, aunque suele suceder que si los grandes medios hacen mucha propaganda a una “víctima” luego las redes hacen eco en multitud de comentarios, “memes” o campañas que llevan la misma historia hacia públicos bastante diversificados.

El hecho de que los medios de comunicación tengan un papel tan central en una campaña de victimización revela algo importante: la victimización puede ayudar a crear poder (a medida que gana espacio en la opinión pública) pero en principio es ante todo un modo de reforzar el poder que ya se tiene. En efecto, cada vez más el “tiempo al aire” resulta inmensamente valioso desde el punto de vista económico; ¿por qué entonces los medios darían visibilidad o importancia a algo que no supone un retorno de su inversión? La respuesta natural sería: por un acto de caridad, solidaridad o filantropía. Y debe haber algunos actos de esa naturaleza pero la balanza parece inclinarse en un sentido distinto: victimizar es una buena inversión en términos de construcción de poder político.

Prácticamente toda la agenda del Nuevo Orden Mundial ha estado marcada por campañas amplias de victimización, usualmente con la exhibición morbosa de casos extremos y altamente cargados emocionalmente:

  1. Para empujar la agenda abortista, nada mejor que presentar la triste historia de una niña violada y ahora “condenada” a ser mamá. ¿Es que nadie querrá “liberarla"?
  2. Para favorecer la aprobación o ampliación de las leyes de eutanasia, el relato de un pobre enfermo que lleva años padeciendo atrozmente y que sólo pide que cese esa tortura. ¿Seremos tan inhumanos como para exigirle que siga sufriendo?
  3. Para impulsar la agenda del “matrimonio” gay, una historia conmovedora: Paca y Pepa se han amado en secreto, pero con exquisita y tierna fidelidad, teniendo que soportar el aislamiento, la humillación y los insultos incluso de sus propias familias. ¿Nadie entiende acaso la horrible discriminación que están sufriendo esas pobres?
  4. Logrado el “matrimonio” gay, viene la adopción por parejas del mismo sexo. ¿O es que seremos tan insensibles que dejaremos sin su más puro deseo a Juancho y Pancho, que son una pareja ejemplar, alegre, de excelentes vecinos, y que sólo anhelan tener un niño, un varoncito, pequeño y tierno, para darle todos sus cuidados?

Nadie duda de la seriedad de los sufrimientos, más o menos objetivos y más o menos justificados, de esa clase de historias pero es imposible no darse cuenta de la carga de manipulación que traen en la manera como son empacadas y enviadas a las vallas, carteles o los aparatos de televisión de millones y millones de personas. Entre otras cosas, porque son dolores “escogidos” uidadosamente para producir el impacto que se quiere. En ese sentido, falsean la realidad. En efecto:

  1. La inmensa mayoría de los abortos reales no tienen nada que ver con violaciones sino con gente que no desea ser papá o mamá, y arregla las cosas con un anticonceptivo de emergencia que consiste en matar lo concebido. Y aunque se tratara de violación, ¿por qué castigar al inocente?
  2. Un numero cada vez mayor de eutanasias deben llamarse lo que son: suicidios asistidos, en los que palabras como “depresión” sirven para conectar con aquello de un “sufrimiento intolerable.”
  3. Los niveles de agresión, separaciones, enfermedades de transmisión sexual son escandalosamente abundantes entre los homosexuales; convenientemente, eso se calla.
  4. Sólo Dios sabe cuántos niños son abusados especialmente al ser adoptados por parejas de dos hombres. Pero aunque no sucediera así, ¿por qué tratar de reemplazar a una mamá con otro hombre?

¿Cómo defenderse de la victimización? Lo más importante es hacer conciencia de que esta herramienta de dominación y manipulación social existe. Una vez que se toma conciencia de su existencia y su frecuentísimo uso, es menos fácil que tenga poder. Y por supuesto, a medida que pierde poder, los que buscan una recuperación de su inversión dejan de subsidiar lo que no les produce el resultado que querían.

9 comentarios

  
Juan F
Estimado Fray Nelson, gracias por su artículo... nada más propicio para la actualidad mundial y sobretodo en Colombia, donde La Paz debe hacerse a todo costo por la gran cantidad de victimas que ha dejado la "guerra", pero se deja de lado, la necesidad imperiosa de lograr equidad social o al menos iniciar unas políticas claras para ayudar a las comunidades más abandonadas... solo basta mirar la realidad del Choco o la Guajira colombiana... o dentro de nuestras propias poblaciones en el tercer mundo, que sin duda es parte de la agenda NWO (Nuevo Orden Mundial), para crear el inconformismo y la desigualdad extrema. Pero lo que más golpea esta triste realidad del uso de la victimizacion es el relativismo... de esta forma se hace uso de los medios para lograr los fines al acomodo de la marioneta de turno. Nuestra pobre profundización y falta de interés, además de pereza mental nos hacen presa fácil...
29/11/16 4:29 AM
  
Juan F
El mal uso del internet y la vida caótica llevada al extremo por la agenda NWO nos han vuelto faltos de criterio y facilitas, buscando opiniones en otros que piensen por nosotros... pues tiempo no hay y requiero del resumen y de paso de la conclusión! Gracias!
29/11/16 4:32 AM
  
Beatriz Mercedes Alonso (Córdoba - Argentina)
Excelente post. Esto es lo que sucede actualmente. Aunque no está exenta la violencia en esta forma de manipulación.
Que Dios lo bendiga siempre.
29/11/16 12:36 PM
  
Hector R
Pues yo conozco el caso que un muchacho con AMS invito a sus amigos a su cumplea0Š9os y casi nadie llego, seguramente es algo doloroso para el. Pero vi¨¦ndolo desde otro punto de vista esos chicos no eran para nada cristianos, al contrario ni van a Misa y quiz¨¢ ni saben rezar. Digo esto porque se le acusa a la Iglesia de ser homofoba, cuando muchas veces los desprecios vienen de gente que de cat¨®lico solo el bautismo
29/11/16 2:52 PM
  
Josué
Muy claro y contundente su comentario.
29/11/16 5:43 PM
  
Sipán
Es que el número de los estúpidos no tiene fin. La mayoría de la gente se traga cualquier bola que le den. Y eso es por falta de Fe católica. No tienen punto de verdad sólida de referencia. entonces todo depende de cada cual. Eso es ser estúpidos.
29/11/16 8:42 PM
  
Francisco María de la Cruz
Este artículo debería ser leído por la gran masa que se deja manipular las conciencias a ver si se les cae la venda de los ojos. Gracias fr. Nelson.
01/12/16 4:00 PM
  
Marisa
Detrás de esta nueva ingeniería social, hay poderes económicos y políticos. El aborto es un negocio; los "candidatos" a la eutanasia son quienes ya no producen ni reditúan; las enfermedades de transmisión sexual son una excelente vía de comercialización de la salud; la "maternidad" o "paternidad" entre homosexuales, necesariamente requiere de un tercero (donante o gestante de alquiler, implantación de embriones, etc.) para lo cual la bioingeniería humana tiene también clientes seguros, capaces de invertir mucho dinero con tal de conseguir su objetivo.
Lo que menos importa es el dolor o sufrimiento.
02/12/16 8:17 AM
  
Fray Nelson
Gracias a quienes han ofrecido su tiempo para comentar. Dios los bendiga.
02/12/16 6:34 PM

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