InfoCatólica / Santiago de Gobiendes / Archivos para: Octubre 2018, 06

6.10.18

Ángel de Luz

San Ignacio de Loyola nos enseña en las anotaciones a sus Ejercicios Espirituales a discernir correctamente: a saber distinguir las inspiraciones del Espíritu Santo y las del Demonio.

En la Contemplación de las Dos Banderas, los Ejercicios nos presentan dos ejércitos: el de Cristo y el de Satanás. Y cada uno, ofrece a sus soldados un discurso:

Considerar el sermón que les hace (el Deminio), y cómo los amonesta para echar redes y cadenas; que primero hayan de tentar de codicia de riquezas, como suele, ut in pluribus, para que más fácilmente vengan a vano honor del mundo, y después a crecida soberbia; de manera que el primer escalón sea de riquezas, el segundo de honor, el tercero de soberbia, y de estos tres escalones induce a todos los otros vicios.

Considerar el sermón que Cristo nuestro Señor hace a todos sus siervos y amigos, que a tal jornada envía, encomendándoles que a todos quieran ayudar en traerlos, primero a suma pobreza espiritual, y si su divina majestad fuere servida y los quisiere elegir, no menos a la pobreza actual; 2o, a deseo de oprobrios y menosprecios, porque de estas dos cosas se sigue la humildad; de manera que sean tres escalones: el primero, pobreza contra riqueza; el segundo, oprobrio o menosprecio contra el honor mundano; el tercero, humildad contra la soberbia; y de estos tres escalones induzcan a todas las otras virtudes.

Cada uno de nosotros tiene que elegir a qué capitán seguir: a Satanás o a Cristo. Atribuyen a San Vicente de Paul esta frase: Nuestro negocio es ganar el cielo. Todo lo demás es una gran pérdida de tiempo. Todo es bueno en tanto en cuanto contribuya a nuestra salvación; y todo es malo, si contribuye a nuestra condenación. Porque nosotros vivimos con la mirada puesta en la vida eterna: en el Cielo; y no en la búsqueda del bienestar, el placer o los honores de este mundo, que es pasajero.

Leer más... »