27.04.11

¡Menudo regalazo!

Se acerca el gran día de la beatificación de Juan Pablo II. Como suele ocurrir en las grandes reuniones familiares, la beatificación de Juan Pablo II supone un “testimonio de alegría y esperanza para toda la humanidad”, como afirmaba recientemente el cardenal Stanislaw Dziwisz, arzobispo de Cracovia y por cuarenta años secretario del Papa Juan Pablo II.

He de confesar que como un par de días antes es mi cumpleaños, he pedido de regalo poder estar en la plaza de San Pedro con los míos. Y mi marido, mis hijos y mis amigos han puesto todo su cariño y esfuerzo para que podamos vivir en primera persona el privilegio de la “unidad en la diversidad” de la Iglesia que nos brinda esta ocasión, y que nos confirma que “no estamos solos, sabemos lo que queremos”, como dice la canción.

A pesar de que cada una de las personas allí reunidas nos sabremos diferentes, con carismas distintos, e incluso, en muchas cuestiones, seguramente, con opiniones diferentes; no debemos olvidar que nos une algo muy importante: una llamada universal a la santidad, la obediencia al Magisterio de la Iglesia, el cariño filial por el Santo Padre y la certeza de que sin Jesucristo, sin Su Gracia, cualquier proyecto humano es imposible.

Leer más... »

27.03.11

"Trabajar" el paladar

“No solo debemos educar la mente, sino también el paladar. Es importante aprender el gusto auténtico de las cosas buenas”(Ferrán Adrià)

Desde que vi la película “There be dragons” me runrunea por la cabeza una frase que –según el guion- les dijo a Josemaría Escrivá y a su amigo Manolo uno de los encargados de la chocolatería mientras les da a probar unos bombones: “no todos tienen paladar para lo divino”.

Efectivamente, no todos saben apreciar lo divino que hay en las cosas de la tierra, pero no por ello, lo divino esta fuera de su alcance. Es decir, con un poco de trabajo y educando el paladar todos podemos llegar a paladear lo dulce, lo ácido, y lo amargo, de lo divino. Puesto que como San Josemaría solía afirmar, “se han abierto los caminos divinos de la tierra” para todos.

Leer más... »

7.03.11

¡Houston, tenemos un problema!



¡Houston, tenemos un problema!

Esta expresión, utilizada por los astronautas del Apolo XIII ante un grave problema tecnico, se ha convertido en un grito de desasosiego para muchas madres. Ser astronauta es complicado, pero tener que hacer equilibrios todos los días para conciliar tu trabajo profesional con el orden en tu casa, las labores domesticas, atender a tus hijos y a veces –cada vez más frecuente- a tus padres, ayudar en las tareas escolares, mantener reuniones con profesores, … o simplemente conseguir meter a los niños a tiempo en la cama…es casi heroico.

Leer más... »

17.02.11

¡Gracias Ramón!

“Admira la reciedumbre de Santa María: al pie de la Cruz, con el mayor dolor humano —no hay dolor como su dolor—, llena de fortaleza. —Y pídele de esa reciedumbre, para que sepas también estar junto a la Cruz” (San Josemaría Escrivá de Balaguer, Camino, 508)

No hay en este mundo mayor sufrimiento que el de los padres ante la muerte de un hijo. Quién haya intentado consolar sus corazones desgarrados por el dolor sabe que sobran las palabras. Y más cuando, a los pocos días de su fallecimiento, escribe a sus familiares y amigos esta extraordinaria carta que, con su permiso, tengo el privilegio de compartir con todos ustedes.

Una verdadera lección de amor, de sentido sobrenatural , y de aceptación de la voluntad de Dios. ¡Gracias Mariona!

Leer más... »

7.02.11

Los "niños" que no quieren crecer: una realidad preocupante.

“Wendy, ¿por qué tenemos que crecer?…
Los adultos organizan el mundo en el que los niños y los piratas juegan.
Debemos agradecerles y compadecerlos por lo demás. Pobres, torpes… atrapados por el decoro, por la humillación ante las autoridades y atormentados por los sentimientos…
Olvídalos a todos. Ven conmigo adonde no tendrás que pensar en las cosas de los adultos… donde siempre seremos niños…”

Hace ya algunos años escribí un artículo que también comenzaba con esta cita del libro “Peter and Wendy” escrito por J. M. Barrie en 1911.

Lo que entonces se conocía como la historia de un niño que no crece y por tanto tampoco muere, hoy en día, desgraciadamente, es el nombre de una enfermedad de tremenda actualidad:”El síndrome de Peter Pan”.

Leer más... »