Las conciencias las carga el diablo (eso dice Rafaela)
Harto estoy de curas, laicos, frailes y monjas, qué le vamos a hacer, y más arriba no quiero presentarme, que no tienen problema en ponerse la doctrina de la iglesia por montera, hacer de la liturgia su propio sayo y reinventar la moral católica con el aparentemente indiscutible argumento de que todo lo que dicen, hacen o declaran es “en conciencia”.
Y como es en conciencia hay que respetar sus chorradas, que para eso son suyas. Eso sí, sale un obispo o un cura diciendo las cosas no como el las siente en conciencia, sino como la Iglesia las enseña y para él no hay respeto: es homófobo, troglodita, inquisitorial, e incapaz de aceptar el espíritu del Vaticano II.