11.02.15

Algo falla: se ha quemado el bueno de Manolo

Manolo se ofreció un día buenamente por si podía echar una manita en la catequesis de los niños. Pobre Manolo. No hay cura que se resista a un ofrecimiento así y menos si el oferente es cristiano de misa dominical y muy buena gente. 

Manolo contaba con una horita semanal con los niños y alguna reunión de prerparación. Angelito. Efectivamente sesión semanal con los niños, preparación, presencia en las misas con los chavales, alguna salida, que si un encuentro con los padres. Bueno… todo sea por los niños.

A esto se sumó la necesidad de hacerse presentes en encuentros de arciprestazgo, vicaría y diocesanos, porque ya se sabe que si hay algo fundamental en nuestra iglesia es lo de estar  reunidos, y que no hay delegado que se precie que no convoque al menos a un par de encuentros al año.

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10.02.15

Flexibilidad y obediencia adjetivada. Cosas de un cura serrano

Mis lectores, la gente que me conoce, ya sabe que servidor es más bien tirando a brutico, cosas de los serranos madrileños que con eso de que nacemos y nos criamos al pie de las piedras, todo se nos pega. Tiene eso de bueno que no sabemos disimular. Para diplomáticos no valemos ni para jugadores de póker. Se nos nota todo. Tiene de malo que a veces somos demasiado cortantes. De bueno que llamamos al pan pan y al vino vino y de malo que lo hacemos de una forma tan escueta que asusta.

Hay un equilibrio perfecto que no a todos les es dado. Mantenerse en esa sutil frontera de lo que hay que hacer pero a la vez conservando esa libertad justa y esos modos renovados es ejercicio que a un servidor no le alcanza. Quizá porque los serranos tenemos en los genes un punto de desconfianza según el cual cuando escuchamos que sí, pero… nos ponemos en guardia.

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9.02.15

Acabo de regresar de China

Oportunidades que aparecen una vez en la vida. Así que a China. Un barullo de cosas en la cabeza. Por tanto me van a permitir unas notas a vuelapluma como si fueran pequeños flashes pescados al momento.

Quizá el primero la sorpresa al conocer que nos habían denegado el visado de entrada al país en un primer momento.  La razón es que viajábamos nueve sacerdotes juntos y temían que fuéramos a evangelizar. Caramba cómo están las cosas… ¿Apertura religiosa? Ninguna. Basta ver la noticia que aportaba ayer mismo Infocatólica.

China es puro pragmatismo. Gato blanco, gato negro… lo que importa es que cace ratones. ¿Se trata de mejorar la vida de los chinos? ¡Pues que viva el capitalismo más liberal! Y si políticamente sirve un régimen dictatorial comunista, pues también.

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30.01.15

Niños adoradores

Hoy va la cosa de preguntas y experiencias. Cada vez que acudo a una parroquia, me traen un boletín parroquial, conozco un sacerdote, lo que sea, pues uno intenta fijarse en cosas para ver si hay algo que pudiera resultar interesante.

Sé que en varios lugares, tanto en España como en Hispanoamérica, hay grupos de niños adoradores, en algunos casos casi bebés, porque me cuentan que desde los cuatro - cinco añitos algunos participan, que por lo visto están dando un resultado pastoral importante.

La parroquia de un servidor, a pocos días de cumplirse el segundo aniversario de la capilla de adoración perpetua, no cabe duda de que es una parroquia muy sensibilizada hacia la adoración del Santísimo, y por tanto entiendo que en ella deberíamos fomentar de manera especial este don de la adoración eucarística en todas las edades.

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28.01.15

Gran éxito del inicio de la coral parroquial. ¿Alguien se apunta a cantar con nosotros?

Ya he dicho muchas veces, sigo con ello, que la forma que tiene uno de mover la pastoral de la parroquia es simplemente la de uno, y que si lo voy contando es por si a alguien le sirve alguna cosa. Yo al menos, cuando voy a una parroquia para concelebrar, una reunión, de visita o lo que sea, me fijo en todo. Hay cosas que al verlas me digo: “anda, qué buena idea” y miro si en mi parroquia serviría. Otras cosas quizá me sirven para lo contrario, porque a lo mejor uno se estaba pensando algo y al verlo realizado te das cuenta de que no, de que no era eso.

La vida parroquial normalita ya sabemos lo que es: celebraciones sacramentales y de oración, catequesis para todas las edades, atención a los pobres y hacer que la comunidad se mantenga unida y viva.

Para mí el reto es mantener la ilusión de la comunidad y andar cada día, además de intentar que lo básico vaya lo mejor posible, buscando hilitos para tirar de la gente. Es decir, inventar para ver cómo se consigue que venga ¡uno nuevo! o que alguien más pasivo se comprometa al menos algo en la vida de la Iglesia.

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