Las estupideces eclesiales tienen altos responsables
Tras lo de las estupideces eclesiales del otro día, a uno no le queda más remedio que hacerse preguntas.
¿El presidente de Cáritas española, don Rafael del Río, conoce el decálogo de referencia? ¿Lo aprueba?
¿La presidenta de Manos Unidas, doña Soledad Suárez, conoce el decálogo de referencia? ¿Lo aprueba?
¿El presidente de Justicia y Paz, don Eduard Ibáñez, conoce el decálogo de referencia? ¿Lo aprueba?
¿La presidenta de Confer, hermana Mª Rosario Ríos, conoce el decálogo de referencia? ¿Lo aprueba?
Cualquier respuesta de sí creo que debe llevar necesariamente la dimisión del afirmante.
Sigo con las preguntas:
Y si alguno de estos anteriormente citados no lo conoce… ¿quién ha decidido que eso lo suscribía su organización? ¿Es que de repente se monta una reunión y se decide soltar tal parida sin que los presidentes los sepan?

Ante todo, mil perdones al editor, al director y a mis lectores por publicar un segundo post en el mismo día, cosa que hago por segunda vez en mis cuatro años de bloguero en esta casa. Vaya en mi descargo que tampoco escribo a diario.
Un sacerdote anciano hablando de la economía de su parroquia tras la llegada del nuevo párroco con sus nuevos aires: “cada vez peor de dinero. Ya sabes, estos de la opción por los pobres salen carísimos”.
Ni ustedes han venido a la asamblea de “Solidarios por el desarrollo”. Así comencé mi homilía ayer domingo. Un joven que va a ser enterrado. Cristo que se compadece y se muestra a favor de la vida, resucitando al hijo y devolviendo la alegría y la esperanza a la madre.
Me preguntan muchas veces por libros, publicaciones, cursos, encuentros, ocurrencias pastorales o pastoriles y demás eventos. Este mundo es una multiplicación de historias e historietas y uno no llega a abarcar tanta cosa a la que responder. Pero, claro, sea en Infocatólica, sea en la parroquia, la gente no calla: ¿sabes algo de este libro, que te parece la posibilidad de tal cosa, ese encuentro…?