(PpE/InfoCatólica) La comisaria europea, Máire Geoghegan-Quinn, ha realizado estas declaraciones en el marco de la presentación del recién aprobado Programa Marco de Investigación, Desarrollo e Innovación de la UE, 2020, que entrará en vigor el próximo 1 de enero y tendrá una duración de 7 años. Algunos países, como Austria, habían incluido en su posición oficial ante este Programa Marco un apartado que solicitaba dar prioridad a la investigación con células madre adultas frente a las embrionarias de acuerdo con la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE.
A estos datos hay que sumar que la iniciativa legislativa europea One of us, que pretende suprimir la financiación de la destrucción de embriones humanos con fondos comunitarios en el ámbito de la UE, ha sido apoyada por más de un millón de personas de varios países europeos aunque todavía no se ha tramitado como norma europea.
España, sin embargo, no se ha sumado a las tendencias europeas y sigue manteniendo una legislación de investigación biomédica y de reproducción asistida muy agresiva con el embrión humano. Como explica Teresa García-Noblejas, Secretaria General de Profesionales por la Ética, «no existe una estadística oficial unificada que nos indique claramente cuántos embriones humanos están congelados en las clínicas de reproducción asistida ni que se hace con los que no son implantados; además, Andalucía, Cataluña, la Comunidad Valenciana y el propio Gobierno de España siguen financiando investigaciones que implican la destrucción de embriones humanos. Parecen desconocer que los proyectos de investigación resultantes no podrán ser patentados en la UE; resulta evidente además que después de 11 años de trabajos, las células madre o troncales embrionarias no han obtenido resultado terapéutico alguno».
Profesionales por la Ética espera que España adecúe su legislación al nuevo marco europeo y potencie las investigaciones con células madre adultas y células IP’s, cuyos éxitos son incuestionables.