Cómo luchar contra las tentaciones

Jesús se dejó tentar en el desierto para darnos ejemplo de cómo superar los ataques de la carne, el mundo y el demonio. “La tentación puede consistir en estas dos cosas: o en la esperanza de alcanzar alguna comodidad temporal, o en el temor a perderla” (S. Agustín).

S. Josemaría Escrivá advierte: “El enemigo casi siempre procede así con las almas que le van a resistir: hipócritamente, suavemente: motivos… ¡espirituales!: no llamar la atención… —Y luego, cuando parece no haber remedio (lo hay), descaradamente…, por si logra una desesperación a lo Judas, sin arrepentimiento.” (Camino 725)

El evangelio del Primer domingo de Cuaresma nos dice: “El Espíritu empujó a Jesús al desierto” (Mc. 1, 12). El Espíritu de Dios le acompañó a Jesús y nos acompaña también. No estamos solos en la lucha. Dice S. Pablo: “Fiel es Dios que no permitirá seáis tentados sobre vuestras fuerzas. Antes bien, con la tentación os dará modo de poderla resistir con éxito.” (1 Co. 10, 13) El Señor recomienda: “Velad y orad para que no caigáis en la tentación” (Mt. 26, 41), lo cual se puede hacer pidiéndole: “No nos dejes caer en la tentación” (Mt. 6, 13).

Éstas son unas recomendaciones prácticas de S. Juan Vianney, el Santo Cura de Ars, (en negrita) y de S. Josemaría Escrivá (de Camino, excepto la primera cita) para los momentos de tentación
:


1) “Al veros tentados, rechazad al momento la tentación,

“ No os preocupe si en algún momento sentís la tentación que os acecha. Una cosa es sentir, y otra consentir. La tentación se puede rechazar fácilmente, con la ayuda de Dios. Lo que no conviene de ningún modo es dialogar.” (Amigos de Dios, 184) “No te preocupes, pase lo que pase, mientras no consientas. —Porque sólo la voluntad puede abrir la puerta del corazón e introducir en él esas execraciones.” (140)

2) “y, si tenéis oportunidad, haced devotamente la señal de la cruz,
“Ahora, que te cuesta obedecer, acuérdate de tu Señor, “factus obediens usque ad mortem, mortem autem crucis” —¡obediente hasta la muerte, y muerte de cruz!” (628)

3) “pensad en los tormentos que deben experimentar los réprobos por no haber sabido resistir la tentación;
“En tu alma parece que materialmente oyes: “¡ese prejuicio religioso!"… —Y después la defensa elocuente de todas las miserias de nuestra pobre carne caída: “¡sus derechos!".
Cuando esto te suceda di al enemigo que hay ley natural y ley de Dios, ¡y Dios! —Y también infierno. (141)

4) “elevad al cielo vuestra mirada, y veréis así cuál es la recompensa del que lucha;

“El cielo: ‘ni ojo alguno vio, ni oreja oyó, ni pasaron a hombre por pensamiento las cosas que tiene Dios preparadas para aquellos que le aman’. ¿No te empujan a luchar esas revelaciones del apóstol?” (751)

5) “llamad en vuestro socorro al ángel de la guarda;
“Acude a tu Custodio, a la hora de la prueba, y te amparará contra el demonio y te traerá santas inspiraciones.” (567)

6) “echaos prontamente en brazos de la Virgen Santísima, implorando su protección:
“Ama a la Señora. Y Ella te obtendrá gracia abundante para vencer en esta lucha cotidiana. —Y no servirán de nada al maldito esas cosas perversas, que suben y suben, hirviendo dentro de ti, hasta querer anegar con su podredumbre bienoliente los grandes ideales, los mandatos sublimes que Cristo mismo ha puesto en tu corazón. —‘Serviam!’” (493)

“con eso tenéis la seguridad de salir victoriosos de vuestros enemigos, a los cuales veréis al punto llenos de confusión”

“Confía siempre en tu Dios. —El no pierde batallas.” (733)

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Podemos decir con confianza al Señor, especialmente en momentos de tentación: “Sé que no me dejarás” (Salmo 137), como canta la Hermana Glenda en este vídeo:

Letra de “Sé que no me dejarás” por la Hermana Glenda

Sé que no me dejarás, no me dejarás jamás
Porque yo soy la obra de tus manos, porque yo soy la obra de tus manos
Sé que no me dejarás, sé que no me abandonarás jamás.
Porque yo soy obra de tus manos, yo soy obra de tus manos.

Tengo tanto que agradecerte, Señor…
Yo siempre camino entre peligros, y Tú me conservas la vida.
Yo busco los peligros y Tú siempre me salvas.

No me dejarás jamás. Tú no me abandonarás jamás
porque hay algo de ti en mi mirada, algo de ti en mi palabra,
algo de ti en mi voz. Por eso sé que no me dejarás.

Tú eres fiel conmigo, cumples tus promesas,
renuevas el vigor de mi aliento.
Tu misericordia para conmigo es eterna.

Por eso sé que no me dejarás, no me dejarás jamás,
porque yo soy imagen de Tu Hijo, porque yo soy imagen de Tu Hijo.
Por eso sé que no me dejarás, no me abandonarás jamás, jamás.

¿Y si caemos? No desesperemos. Los católicos podemos y debemos recurrir al Sacramento de la Reconciliación.

Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Le ha resultado particularmente eficaz en su vida alguna de las recomendaciones del Santo Cura de Ars?

Mañana: La abstinencia – “Vivía entre alimañas” (Mc. 1, 12)

38 comentarios

  
Noby
ML
El punto 6º es el que más practico, y la Madre nunca me deja.También, en línea con el Santo Cura de Ars, las mortificaciones voluntarias, sencillas, no cilicios o disciplinas, pero fortalecen el espíritu, y, hacen que el seguimiento de Jesús, con la Cruz bien sujeta no se caiga, o yo la deje caer.
06/03/09 8:27 AM
  
Gallizo
Buenos días María Lourdes, la cuestión que me plantéo, es ¿ porqué existen las tentaciones ?, ¿ con que objetivo el ser humano tiene una mente capaz de ser tentada por la estimulación de los sentidos o por el propio pensamiento ?. No se trata exactamente del mismo caso de cuando hablamos del mal ya que este puede tener origen en causas ajenas a la voluntad del hombre, en cambio la tentación forma parte, parece que inseparable de nuestra naturaleza.Imagino que para un creyente forma parte del sacrificio y una prueba para la fe, pero ¿ no hubiese sido más razonable que se hubiese "creado" al hombre sin tentaciones ?. Recuerdo haber leido la anécdota de un escritor que siendo creyente fervoroso, llevaba una vida bastante más disipada de lo que su confesión aconsejaba y preguntado sobre como podía caer tan facílmente en las tentaciones y actuar como lo hacía siendo creyente, contestó: "Dando gracias a Dios por haberme dado fe, porque si creyendo soy como soy, no quiero imaginar como sería si no creyese". La cita no es textual, tal vez algún participante sepa de quien hablo y pueda ser más preciso que yo. Un saludo.
06/03/09 9:26 AM
  
ugl1820
María Lourdes,

La verdad es que es muy alentador el alegato que realizas en favor de una mayor confianza en Dios nuestro Señor. La confianza es indispensable en cualquier relación humana, ¿cómo no lo va a ser en nuestra relación con el Creador?

Y el Padre nos ha demostrado en infinitud de ocasiones que podemos confiar en Él. Lo hizo con Abraham, con Moises, con los profetas, etc. Pero el mayor signo de confianza nos lo dio su Hijo Unigénito. Aquel que ha entregado a su propio hijo para salvarnos debe ser digno de toda nuestra confianza. Y cada vez que veamos un crucifico, debemos preguntarnos ¿por qué si Dios me ama tanto, no confio plenamente en Él?

La sociedad actual prefiere confiar en otros dioses como el dinero, el éxito ,el placer, etc. El problema es que es una confianza no recíproca. en cambio con dios, podemos estar seguros de que confiando en Él ciegamente alcanceremos una gran recompensa: la salvación.

+ CREDO IN UNUM DEUM
06/03/09 9:37 AM
  
Noby
Gallizo
Existen las tentaciones:
1) Porque hay tentador y tentado
2) Porque hay un Código Moral, revelado por Dios y desarrollado por la Iglesia
3) Porque hay pecado y pecador.
4) Porque la libertad no existiría sin la capacidad de decidir aunque a veces se decida mal.
5) Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, y Él es LIBRE.
6) La anécdota del escritor es la de todo hombre la tensión entre virtud-pecado.
06/03/09 10:31 AM
  
Gallizo
Buenos días Noby, no me refería exactamente a lo que usted comenta, pero siguiendo su exposición se me ocurren algunas preguntas ¿ toda tentación es siempre pecado ?, creo que tentador y tentado pueden ser el mismo ( podemos imaginar algo y sentirnos tentados ), así que sigo sin ver la utilidad de esa capacidad desde el punto de vista del cristianismo.El Código Moral que usted comenta, revelado por Dios o no, nos dice que no debemos sucumbir a la tentación, pero no nos impide tenerla.Coincido en usted con el punto 4, pero en el 5, ¿ deja usted la puerta abierta con su equiparación a que Dios, por ser libre, tenga tentaciones ?. Un saludo.
06/03/09 11:46 AM
  
ugl1820
Gallizo,

1.- Las tentaciones existen porque existe el Diablo. El principe del mal nos pone trabas en nuestro camino de Santidad para alejarnos del Padre.

2.- Las tentaciones no tienen nada que ver con la mente o los pensamientos. Tienen que ver con el mundo real. El diablo no puede tentar con lo que está en el mundo de las ideas (Aristóteles) porque eso sólo es de Dios. Por ello, sólo puede tentar con lo que hay en el mundo terrenal (la carne, el dinero, el poder, etc.)

3.- Las tentaciones no forman parte de la naturaleza humana, pero si la debilidad humana ante ellas. El diablo sabe muy bien donde tiene cada uno su debilidad, y ahí es donde ataca.

4.- El hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios. Pero por sucumbir a la tentación de la serpiente (el diablo) fue despojazo de la fortaleza divina y por eso es débil ante las trabas del demonio.

5.- La anecdota del escritor que relata (no se de quien se trata) no revela más que una cosa: cómo ser un mal cristiano. De nada sirve la fe si no te ayuda a ser fuerte frente a las tentaciones. El hacer un uso de la fe para "guardarte las espaldas" no sirve de nada frente a Dios, que sólo quiere a verdaderos creyentes que luchen contra el diablo por su fe.

+ CREDO IN UNUM DEUM
06/03/09 12:00 PM
  
Gallizo
Buenos días ugl1820, veamos si le sigo. Si según usted las tentaciones no tienen nada que ver con los pensamientos, yo podría pensar ( o soñarlo ) en quitarle el dinero a otro y la tentación no sería producto de mi pensamiento o sueño, sino de que exista el dinero ¿ es así ?, pero en cambio sí que se puede pecar de pensamiento ¿ no ?. Lo del escritor, no logro recordar de quien se trata pero sí que era inglés o estadounidense, pero es sólo una anécdota que me ha venido a la mente leyendo el artículo de María Lourdes. Un saludo.
06/03/09 12:16 PM
  
ugl1820
Gallizo,

Creo que esta usted confundiendo conceptos. Robar (dinero) es pecado. sin más. La tentación reviste como algo bueno, algo que no lo es. Por ejemplo, tu puedes verte tentado a saltar por encima de tus compañeros para alcanzar un puesto más elevado. Eso no es ningún pecado, pero seguramente, para conseguirlo, te valdrás de prácticas poco honrosas.

El hecho de que el diablo se valga de cosas terrenas para incitar a cer en la tentación no quiere decir que esas cosas sean malas de por si, sino que lo que es malo es el uso indebido que se haga de ellas.
06/03/09 12:31 PM
  
Luis López
Yo creo que tas tentaciones derivan de la idolatría de los medios. Me explico: Dios nos ha dado determinados instintos y deseos para sobrevivir (sexuales, alimenticios, necesidad de seguridad...), pero todos esos instintos no son más que "medios" para lograr determinados fines. El convertir la necesidad de seguridad en avaricia, implica exceder desordenadamente esa necesidad; lo mismo podemos decir del sexo, si se transforma en lujuria, o del alimento si lo transformamos en gula. Dios por su bondad nos ha hecho libres, y nos ha indicado, a través no solo de la Escritura sino también de la razón, que una vida ordenada es sin duda mucho más conveniente y plena que una desordenada. La tentación es el termómetro que mide ese maravilloso don que es la libertad del hombre.
06/03/09 12:50 PM
  
Gallizo
Buenos días Luis López. ugl1820, no me refería a cometer el acto de robar, que además de ser pecado es un delito en todas las civilizaciones conocidas sean o no creyentes, me refería a pensar en cometerlo, que no deja de ser una tentación que deberemos de vencer si no queremos cometer el pecado/delito.Creo entender bien lo que dice Luis López en relación a los instintos y sus excesos y en esa línea podríamos decir que, más que la tentación es un termómetro de la libertad del hombre, lo es de su fuerza de voluntad para situar la "corrección" de sus actos por encima de su libertad para realizarlos.Pero volviendo a mi primer mensaje, lo que pretendía plantear es que si la tentación ( NO el caer en ella ) es algo inevitable ( al menos para el común de los mortales ), ¿ no supone una trampa que nos tiende el creador ?, ugl1820 ponía al diablo al frente de las tentaciones, pero ¿ no está el diablo sujeto a los designios de Dios ?. Un saludo
06/03/09 1:24 PM
  
María Lourdes
Noby, también me parece muy eficaz acudir enseguida a la Virgen María, como recomendaban santos como el Padre Pío. Hay santos que decían que sólo la pronunciación del nombre “María” con devoción les da espanto a los demonios, siendo ella la que por su humildad les supera. A ella le concedió el Señor poder para aplastar a la serpiente.

Otra buena ayuda para combatir las tentaciones es la recepción frecuente y fervorosa de los Sacramentos. Por ejemplo, si mal no recuerdo, según nuestra contrición por los pecados al recibir el Sacramento de la Reconciliación, recibimos la gracia necesaria para luchar contra ellos en el futuro.
06/03/09 1:55 PM
  
María Lourdes
Ugl1820, me acordé de los comentarios de Madrileño y de Ana en el anterior artículo sobre el crucifijo al añadir la canción de la Hermana Glenda, que está basada en esta cita:
“Cuando camino en medio de la angustia, me vivificas, extiendes tu mano contra la ira de mis enemigos, y tu diestra me salva. Perfeccione Yavé en mi favor (su obra). Eterna es, ¡oh Señor! Tu piedad. ¡No abandones la obra de tus manos!” (Salmo 138, 7-8)
Es sorprendente ver cómo elegimos una y otra vez lo pasajero, pero no tanto cuando consideramos nuestra propia debilidad.
06/03/09 1:56 PM
  
María Lourdes
Luis López, justamente el siguiente artículo tendrá que ver con la templanza y el desorden al que se refiere en su comentario. “La virtud de la templanza hace, sin duda alguna, que el cuerpo y nuestros sentidos encuentren el puesto justo que les corresponde en nuestro ser humano.” (Papa Juan Pablo II, Sobre la templanza, Aud. gen. 22-11-78). Necesitamos sólo lo justo.
06/03/09 1:56 PM
  
María Lourdes
Gallizo, plantea preguntas muy interesantes y me alegro que otros comentaristas ya comenzaron a responder a sus preguntas.

Estoy de acuerdo con usted en que “sentir no es lo mismo que consentir”. El diablo nos puede tentar por medio de los pensamientos y lo hace porque sabe que no hay pecado sin que conscientemente y por nuestra libre voluntad lo elijamos. Recordemos que se le atributa al alma memoria, entendimiento y voluntad, que en nuestro vocablo corriente se asocian mucho con “la mente” humana.

El Señor nos concede la libertad para escoger. Jesús era humano como nosotros en todo menos en el pecado. De hecho, fue tentado por el demonio y no cayó. Su victoria debería acrecentar nuestra confianza en su ayuda. También estoy de acuerdo con Ugl1820 en que: “no forman parte de la naturaleza humana, pero sí la debilidad humana”. Dios nos creó sin pecado, pero hasta en el Paraíso había tentación. En la tierra, los males son también tentaciones para nosotros.

¿Por qué existen las tentaciones? Aquí tiene algunas citas sobre el tema sacadas de “Tentación”, de la Antología por Francisco Fernández Carvajal” (puede encontrar más sobre el tema en ese enlace):

“Tentar no es otra cosa que tantear, poner a prueba; tentar al hombre es poner a prueba su virtud” (Sto. Tomás de Aquino, Sobre el Padrenuestro,1. c. , p. 160).

“Bienaventurado el varón que oporta la tentación porque, probado, recibirá la corona de la vida que el Señor prometió a los que le aman.” (Santiago 1,12)

Nuestra vida, mientras dura esta peregrinación, no puede verse libre de tentaciones; pues nuestro progreso se realiza por medio de la tentación y nadie puede conocerse a sí mismo si no es tentado, ni puede ser coronado si no ha vencido, ni puede vencer si no ha luchado, ni puede luchar si carece de enemigo y de tentaciones (S. Agustín, sobre el Salmo 60).

“Ten recto corazón y muéstrate firme, y no te dejes arrastrar al tiempo de la adversidad. Adhiérete a El y no te separes, para que tengas buen éxito en tus postrimerías. Recibe todo lo que te sobrevenga y ten buen ánimo en las vicisitudes de tu humillación. Pues el oro se prueba en el fuego, y los hombres gratos a Dios, en el crisol de la humillación. Confíate a El y te acogerá, endereza tus caminos y espera en El.” (Si 2,2-6)

“La tentación nos es absolutamente necesaria para sostenernos en la humildad y en la desconfianza de nosotros mismos, así como para obligarnos a recurrir al Señor” (Sto. Cura de Ars, Sermón sobre las tentaciones).


Respecto a la cita que menciona, tampoco recuerdo exáctamente quién lo dijo, pero me parece que podría haber sido Sto. Tomás Moro u otro santo de Inglaterra. Recuerdo haberlo leído en el contexto de alguien preguntando al santo que si una Misa basta para hacer santo a las personas e iba a Misa todos los días, que por qué él (y los demás católicos) no eran ya perfectos, que qué sentido tenía acudir a la Eucaristía.
06/03/09 1:58 PM
  
nachet
Me temo que la pregunta de Gallizo es más profunda de lo que parece y va directamente a poner en duda la existencia del pecado, tal y como lo comprendemos ("si la tentación es inevitable ¿no será una trampa del Creador?").
La tentación forma parte de la inclinación natural al pecado que los hombres tenemos, y de cuyos efectos sólo hemos sido redimidos por la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.
Para entender el papel del demonio y del libre albedrío del hombre ante el pecado, o la tentación de pecado, dentro del plan de Dios, le recomiendo que lea (en edición comentada) el libro de Job.
06/03/09 2:00 PM
  
Gallizo
Buenas tardes María Lourdes y nachet, gracias por las respuestas.Dice usted, María Lourdes "Dios nos creó sin pecado, pero hasta en el Paraíso había tentación" , pero ¿ porqué motivo ?, ¿ porqué en el Paraiso seguía presente el diablo ?, ¿ que sentido tiene darle a alguien la visión y al mismo tiempo prohibirle mirar ?.nachet , si hacemos una equivalencia entre pecado y delito ( por no entrar en cuestiones más metafísicas ) es evidente que existe, mi pregunta va, como creo que usted a percibido, más dirigida a si somos responsables de nuestras tentaciones ( sí lo podemos ser de dejarnos vencer por ellas ). Un saludo.
06/03/09 2:24 PM
  
luis lópez
Gallizo, decía el poeta latino Ovidio (no cristiano precisamente) "veo y apruebo lo mejor, pero elijo lo peor". ¿Por qué empleamos así nuestra libertad? El complicadísimo problema del albedrío/pecado lo trató el autor del Génesis, dándonos una clave racionalmente comprensible: Si Dios quiere que TODOS nos salvemos (1 Tim. 2,4), pero a la vez quiere que nos salvemos desde nuestra libertad (Eclo. 15,14-17), tiene que ubicarnos en un mundo limitado, donde junto al bien está el mal; junto a la vida está la muerte. ¿Por qué? Porque como magistralmente intuyó el autor del Génesis, en un mundo pleno y feliz (sin muerte ni sufrimiento), -el Paraíso- el hombre libre se apartaría de Dios, "se haría Dios" (Gen. 3,4-5), y eso significa sencillamente la muerte definitiva (Gen. 2,17) (Ap. 20,10). Ahora bien, el hombre, aunque esté en un mundo limitado, puede también apartarse voluntariamente de Dios y de sus mandatos (precisamente por estar tentado, dada sus carencias, a buscar dioses alternativos más falsos que un euro de plastilina); sin embargo la Sabiduría de Dios conoce que en un mundo limitado la posibilidad de salvación del hombre -creado libre- es mucho más factible, porque El será siempre la felicidad y el el amor absoluto al que todo hombre aspira, y que sentimos que nos falta ¿De dónde viene, pues, la tentación? Nuestra religión personifica la tentación en una figura diabólica (2 Ped.2,4), pero dado que a tí, como agnóstico, eso te sonará a mito o a cuento de vieja, prefiero explicártelo de otra manera: el demonio según la teología es un ángel que quiso competir con Dios. ¿No te recuerda al mismo hombre, cuando se cree un dios autosuficiente? Cuando el hombre convierte en dioses los bienes de la tierra que Dios le ha dado para ser meramente "administrados" no poseidos, (puesto que estamos de paso), el hombre ha hecho una elección fatal. Se amparará en que estamos instintivamente vinculados a esta tierra, pero ¡ojo!, no somos animales, porque tenemos también la razón y la Escritura. Por eso "Ante el hombre están vida y muerte, lo que el quiera se le dará" (Eclo. 15,17).
06/03/09 4:07 PM
  
luis lópez
Y añadiría algo importante que antes he omitido: Dios nos hace libres porque es bueno, y sabe que la libertad es hermana de la dignidad. Pero para que esa libertad sea pefecta, Dios no puede manifestarse con la claridad de una fórmula matemática, porque si tuviéramos la certeza científica de su existencia, la libertad humana quedaría dañada. Seríamos más felices posiblemente, pero en una cárcel de oro. Por eso, como magistralmente dice la biblia, "Verdaderamente, tu eres un Dios escondido, el Dios de Israel, el Salvador" (Is. 45,15)
06/03/09 4:29 PM
  
María Lourdes
Nachet, gracias por su aportación al tema, ayudándonos a profundizar más en el tema, y por recordarnos el libro de Job, en la que me llama la atención cómo las tentaciones resultan en mayor gloria espiritual y temporal para Job. Además, si la tentación fuera una "trampa" (que no pienso que es), pienso que no tendría mucho sentido la admirable Redención por la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo que menciona y que Dios nos diera tantas armas para el combate y ayuda como los Sacramentos, la Santísima Virgen María como Madre y los Ángeles Custodios.
06/03/09 4:32 PM
  
María Lourdes
Gallizo, muy buenas tardes a usted también (aunque todavía no lo es en los EE.UU.). Creo que las citas en mi anterior comentario responden su pregunta del por qué de las tentaciones, pero voy a intentar explicarle un poco mejor lo que entiendo por esas citas.

A mi entender, el “Paraíso” en el que estaban Adán y Eva no era el mismo Paraíso que se nos promete. En ese “Paraíso” no disfrutaban de ver cara a cara a Dios en todo momento, como muchos santos han descrito el Cielo que nos abrió el Señor al redimirnos, o sea que en cierto sentido, se les reservaba un Paraíso aún más pleno por sus méritos en ese “Paraíso”. El diablo también era un ángel que tenía libre voluntad para servir al Señor, como los demás ángeles, pero eligió pecar por su soberbia. Como los hombres, sí es responsible de su elección por la libertad que tenemos.

Lo veo de esta forma: Sé que mi hijo es capaz de compartir con su hermanita, lo cual es algo muy bueno. También quiero darles a los dos algo que les gusta (digamos unas galletas, por ejemplo). Podría darles toda la caja enseguida (lo cual les gustaría pero les haría doler la tripa porque todavía son demasiados pequeños para comérselas todas), o también les podría darles algunos sin más. O, mejor aún, le podría darle una galleta a mi hijo para que la pudiera compartir con su hermanita. Si lo hace, les doy más galletas a los dos y si no, le doy una a su hermanita de todas formas, aunque en ese caso la consecuencia para él sería no recibir más galletas. Si hiciera la prueba, no es porque le quito la voluntad a mi hijo, ni porque quiero amargarle la vida, sino porque quiero que crezca en virtud, algo más valioso que unas pocas galletas.

No he estudiado teología por eso siento no poder darle grandes razones teológicas ni citarle grandes filósofos y teólogos modernos, por ejemplo, que hayan escrito sobre el tema, pero espero haber explicado un poco mejor mi punto de vista del tema. Un saludo.
06/03/09 4:34 PM
  
Gallizo
Buenas tardes Luis, no se si he interpretado bien su mensaje, pero me parece entender que Dios ha creado el Mundo con sus limitaciones, dolor, sufrimiento, pecado, injusticia, tentaciones,etc... pero ha dotado al hombre de la capacidad de amar, hacer el bien, ser justo, tener fuerza de voluntad y, en su creencia, tener fe, para que en el contraste entre lo que tenemos y lo que se nos ofrece, tengamos pocas o ninguna duda sobre que elegir, ¿ es eso más o menos ?. Un saludo.
06/03/09 4:34 PM
  
María Lourdes
Luis López, no leí sus interesantes comentarios antes de escribir el mío, creo que explicando más o menos lo mismo que usted. Un saludo.
06/03/09 4:39 PM
  
Gallizo
Hola de nuevo Luis, las segunda parte de su mensaje entró mientras yo escribía el mio. No comparto su afirmación de que "si tuviéramos la certeza científica de su existencia, la libertad humana quedaría dañada", yo tengo muchas certezas científicas, al igual que usted supongo, y no por ello me siento menos libre, más bien al contrario.María Lourdes, ninguno de nosotros está en este blog para dar clases magistrales ni hacerse el erudito, estamos ( al menos yo ) para opinar, debatir, conocer y aprender y cada uno nos expresamos como mejor creemos que podemos hacernos entender y a mi ya me vale así. En el ejemplo que usted me pone de sus hijos, aparte de parecerme una buena forma de educarles, quisiera preguntarle: si usted supiera de forma absolutamente certera e infalible cual va a ser la reacción de su hijo, haga usted lo que haga, ¿ qué haría ?. Un saludo.
06/03/09 4:53 PM
  
luis lópez
Gallizo, la mayoría de los males que Vd. cita, si se fija atentamente, son causados directa o indirectamente por la acción humana. La falta de compasión, el desigual reparto de bienes, las injusticias, los crímenes del hombre contra el hombre y contra la creación (muchos males en rigor naturales se inician por acciones humanas contra la naturaleza), e incluso muchas enfermedades son causadas por una vida desordenada o por experimentos biológicos o nucleares. La muerte natural, para los que creemos, no es un mal sino la oportunidad de unirnos a nuestro Padre del Cielo, y en cuanto al sufrimiento, Jesús hizo lo que jamás un dios creado por el hombre haría: hacerse uno de nosotros, pasar por la tierra haciendo el bien, y morir injustamente en una cruz para que cualquier hombre que sufra en la tierra, pueda identificarse no un Dios en su soberbia celestial, sino con alguien que ha querido sentir todo aquello que nos aterroriza a los hombres: la injusticia, el abandono, la traición, la humillación, el dolor físico y moral y la muerte. Cuando sufro, no puedes imaginar cómo me conforta saber lo que Jesús, hijo de Dios, hizo por mí.
06/03/09 5:04 PM
  
María Lourdes
Gallizo, agradezco su comentario. Si menciono lo de la teología y filosofía es porque sé que otros bloggers del portal tienen mucho mayor conocimiento que yo en esos campos y sé que me quedo corta en lo que le puedo ofrecer aquí, pero si no le importa que así sea, pues respondo a su pregunta.

Si supiera lo que fuera a hacer mi hijo y fuera eso algo que no aprobara, no dejaría por eso de amarle y de cuidar de él. Yo también tendría la opción de amarle o no, y eso no depende de él. Pero, además está su hermanita. Si su hermano no quiere hacer el bien, ella sí lo puede hacer. Si no hubiera santos (y sí los hay), todavía estaría el Hijo de Dios hecho hombre cumpliendo la perfecta voluntad de Dios.
06/03/09 5:11 PM
  
Gallizo
Hola de nuevo. Luis no me refería a que los males del mundo sean obra directa de Dios, quería decir que Dios creó el mundo incluyendo el mal o si usted lo prefiere sin excluirlo, de ahí que parezca todo un juego o un experimento para ver como actuamos ( aunque tampoco tandría sentido ya que Dios ya lo sabe ). María Lourdes, lo que quería saber es que haría con las galletas, sabiendo de antemano cual será la reacción de su hijo, no me refería a si esa reacción, de no ser la correcta, condicionaría su amor hacia él.
06/03/09 5:20 PM
  
luis lópez
Gallizo, conocer científicamente la estructura atómica del mundo no implica necesariamente que debamos cambiar nuestra vida. Pero conocer científicamente a Dios implica necesariamente que optemos: o por el bien que es él (en cuyo caso estaremos salvados), o el mal (que nos llevará a la destrucción). Es obvio que, siendo Dios científicamente cognoscible, no tendríamos elección si queremos salvarnos, con lo que careceríamos de libertad para decidir. Ahora bien, Dios existe (aunque no puede ser conocido con el método científico estricto, pero sí por otras vías) y además se identifica con el bien, la fidelidad, la compasión y el amor hasta la muerte. Y racionalmente sabemos lo que está bien y lo que está mal. Por lo tanto, somos libres para decidir porque nadie, ni el mismo Dios, coacciona nuestra voluntad.
06/03/09 5:23 PM
  
María Lourdes
Gallizo, en ese ejemplo sigue estando la hermanita y sería mi amor el que no hiciera que tirara las galletas. Me parece que el amor de Dios tiene todo que ver con que haya tentaciones y libertad humana. Porque Su Amor no cambia, podemos confiar en su ayuda en las tentaciones (volviendo al tema del artículo que no es si existen o no las tentaciones o por qué, sino cómo se combaten).
06/03/09 5:33 PM
  
luis lópez
Gallizo, al hilo de tu comentario de las 17:20 planteas la vida como un juego en el que Dios conoce el final. No estoy de acuerdo: cada vida humana es un don maravilloso por el que debemos estar plenamente agradecidos a Dios, y en cuanto al final, Dios sí conoce nuestro destino, pero nosotros No. Precisamente porque tenemos la libertad de elegir el bien y el mal, y conocemos lo que está bien y lo que no, somos responsables de nuestros actos. Que Dios sepa cómo actuaremos no significa que él mueva nuestra actuación, sino somos nosotros los que decidimos en el vértigo de la vida. Somos absoluta y radicalmente resposables de nuestro destino.
06/03/09 5:53 PM
  
Gallizo
Luis, aunque no se conozca científicamente la existencia de Dios, sigue siendo válido como usted mismo afirma que podemos optar "o por el bien que es él (en cuyo caso estaremos salvados), o el mal (que nos llevará a la destrucción)" y si dicha existencia se conociese seguiríamos teniendo elección, si queremos salvarnos y podríamos seguir renunciado a Él y condenarnos ( la gente delinque y comete todo tipos de tropelías aún con el temor, que puede ser más o menos lejano, a la Justicia de Dios, y a pesar de la mucho más próxima de los hombres que es real aquí y ahora ), así que no acabo de ver que obstáculo puede suponer el que se pueda obtener una prueba física e incuestionable de la existencia de Dios. María Lourdes, no hace falta que tire las galletas :-)), sólo dígame por cual de las opciones que proponía en su mensaje optaría: darle una a cada uno, ninguna a ninguno, toda la caja para que las coman libremente, darle una a su hija y ninguna a su hijo o al contrario, ¿ por cual se inclinaría ?.Creo que todo esto sí tiene que ver con como combatir la tentación, usted cuando decide en su ejemplo no dar más galletas a su hijo y sí a su hija, si él no comparte la suya, está condicionando su respuesta futura y por medio del aprendizaje mostrándole como superar la tentación de no compartir la galleta. Un saludo.
06/03/09 6:03 PM
  
Gallizo
Luis disculpe, de nuevo a entrado su mensaje mientras yo escribía el mio. Yo tengo cristalinamente claro que la responsabilidad última ( y en muchas ocasiones también primera ) de nuestros actos es de cada uno, para el bien y para el mal y precisamente por ello, me parece complicado entender el sentido de crear a un ser con limitaciones, temores, ignorancia, debilidades y dotarle al mismo tiempo de conciencia para que, en una especie de gimkana espiritual y moral a la que veo poco sentido, intente alcanzar la salvación. Un saludo.
06/03/09 6:13 PM
  
luis lópez
No creo que fuéramos más libres, Gallizo. Conocer científicamente a Dios significa tener la certeza absoluta de que no nos escaparemos jamás de su juicio (no podremos huir de la policía, falsificar las pruebas, hacer triquiñuelas jurídicas, engañar al jurado, o pedir tras la condena un indulto o remisión de pena), que su juicio -absolutamente justo- es irreversible e irrevocable y las penas definitivas. Aunque estuviéramos convencidos de que por nuestra bondad nos salvaremos, basta verificar científicamente las descripciones que los místicos han hecho del infierno y del purgatorio para estar seguros de que viviríamos en la tierra aterrados por la mera posibilidad de visitar esos espantosos lugares. Es posible que nuestras buenas acciones se moverían más por el miedo que por el amor. Por eso, no seríamos verdaderamente libres y aunque tendríamos la posibilidad de elegir, le elección estaría muy condicionada. Habría incluso quienes por la desesperación de saber que viven en una cárcel de oro, elegirían voluntariamente la perdición. Insisto, Dios nos pone el bien y el mal delante, y El queda escondido para respetar nuestro entendimiento, nuestra conciencia orientada al bien y nuestra libertad, aunque nos avisa claramente por sus Escrituras de las consecuencias de nuestra elección.
06/03/09 6:53 PM
  
luis lópez
Gallizo, estamos saltando a piola sobre los comentarios del otro. Disculpa esa tardanza. Tu comentario de las 18:13 toca de raiz el problema del existir. Si estamos aquí, como te dije, es por un don maravilloso de Dios (por muchos problemas que haya, el existir es ya una bendición sobre todo para los que creemos), y por otra parte la salvación es un don gratuito de Dios hacia nosotros. Une a ello eso que has comentado acertadamente acerca de la responsabilidad de nuestros actos, pero no olvides que como bien dice 1 Jn. 2,1 "Si alguno peca, tenemos ante el padre un abogado Jesucristo. El ha muerto por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros sino por los del mundo entero".
06/03/09 7:16 PM
  
Madrileño
Interesante debate, Gallizo parte de una premisa planteada con un poco de trampa, cuando dice: "me parece complicado entender el sentido de crear a un ser con limitaciones, temores, ignorancia, debilidades y dotarle al mismo tiempo de conciencia para que, en una especie de gimkana espiritual y moral a la que veo poco sentido, intente alcanzar la salvación".

Es que la conclusión que se puede extraer de las Sagradas Escrituras es que el hombre por si sólo no puede vencer a la tentación, necesitamos la ayuda de Dios, los Santos no son Santos por su propia voluntad, si no por la voluntad de Dios.

En otro orden de cosas Dios permite el pecado para que TODOS tengamos que pedir su misericordia, para que NADIE se crea mejor que su hermano (lea Romanos).

El cristiano no es una persona que no peque, si no que es una persona en constante lucha interna por mantenerse fiel al Señor. La salvación se obtiene por misericordia de Dios, nunca por merecimiento de quien es salvado, por tanto parte de una premisa equivocada, el que quiera salvarse, que se ponga delante de Dios y que pida su misericordia... si lo que intentas es cumplir la ley sin amor, harás actos morales, pero no te salvarás, lo único que salva es el amor (amarás al Señor tu Dios sobre todas las cosas, y si lo haces, amarás a tu prójimo como a ti mismo).

En cuanto a la pregunta, ¿es la tentación pecado?, la tentación por si sola no es pecado, es más, en el Padre Nuestro decimos "no nos dejes caer en la tentación", es decir, se asume que las personas tendremos tentaciones continuamente, lo que hay que hacer es luchar, pero no luchar nosotros mismos, pues perderíamos, luchar con el Señor... y aquí se dice que el pensamiento no es pecado, me temo que una vez que estás pensando en robar, ya estás cometiendo pecado, pues aunque no lo hagas, tu corazón está inclinado a ese acto, no los harás por causas secundarias, como el que dirán, o las consecuencias de ir a la cárcel, pero la intención ya existe, y eso ya es pecado... ¿aún piensa que todavía puede vencer al pecado por medio únicamente de su fuerza de voluntad?.

El ejemplo de las galletas es ilustrativo, probablemente una madre nunca regañaría a su hijo por comer galletas, pero si lo hace a las 2 de la madrugada, y a hurtadillas, probablemente si que le caiga una regañina... pues lo mismo. Dios nos da todo y lo pone a nuestra disposición, otra cosa es que el hombre haga un uso incorrecto de eso que nos da el Señor y que objetivamente es bueno.
06/03/09 7:25 PM
  
Noby
Gallizo (¿De Gallizo,materiales de construcción?)
a)El hombre es capaz y no-capaz de Dios.Añora su presencia y escapa de ella,desea el bien y obra el bien y el mal.
b)Dios crea un mundo incompleto, que entrega al hombre para que lo complete y desarrolle.En este mundo el hombre puede elegir entre el bien y el mal:lo corriente es que ambos se mezclen.
c)"Como un padre siente ternura por sus hijos,así siente el Señor ternura por sus fieles"."Más alegría hay en elcielo por un pecador que se convierte que por 99 justos que siguen sus preceptos"
d)No hay complacencia en mal por parte de Dios sino empeño en que el hombre lo supere,con su gracia y ayuda Providente.
e)Dios no puede ser tentado porque es Amor y no puede obrar contra sí mismo,el hombre puede y lo hace,insensatamente, con frecuencia.
f)Dios está en neutralidad activa,no toca un átomo de libertad del hombre,y,se vuelca cuando éste pide su ayuda respondiendo como el mejor de los Padres.
g)Existe el mal,existe el tentador,demonio,diablo,Satanás,como prefiera llamarle.El caso es que para que sepamos que Dios está de nuestro lado,el mismo Jesús fué tentado,a lo largo de su vida, pero el tentador fue vencido.Nosotros podemos vencer,no sin esfuerzo, pero como diría Sta. Teresita "basta que demos un paso,como un niño que apenas sabe andar, para que Dios extienda sus brazos,nos alce en sus brazos y evite que caigamos".
06/03/09 7:30 PM
  
María Lourdes
Gallizo, como Dios es mucho más inteligente que yo y puede pensarse muchas más y mejores opciones que las que mencioné en el ejemplo, no tiene importancia lo que yo haría en esa situación. Pero, me alegro que comprenda en general lo que quería decir. Un saludo.
07/03/09 11:06 AM
  
María Lourdes
Madrileño, me parece que se explica muy bien, lo cual ayuda mucho a quienes leemos sus comentarios.

Respecto al pensamiento que es pecado, me parece que si el corazón se inclina en el sentido de que consiente, es pecado. Pero, digamos que uno le dice que robe algo. Tendría que pasar esa sugerencia en su mente, pero si no encuentra placer en ese pensamiento y le dice a esa persona que no le gusta esa idea y que no piensa hacerlo, pues allí no hay pecado.

Aunque es un mandamiento: "no codiciarás los bienes ajenos", si veo a una amiga con algo que me gusta, sólo pensar que quiero uno para comprármelo después no es pecado, pero sí lo sería si le envidiara a mi amiga, deseándola mal, por ejemplo, porque quiero lo que tiene. Un saludo.
07/03/09 11:24 AM
  
María Lourdes
Noby, ¡qué citas más preciosas ha escogido! ¡Cómo animan a que uno se deje caer en brazos de Dios Padre, sobre todo cuando está cargado de pecados o atormentado por la tentación del desánimo! Muchas gracias.
07/03/09 11:26 AM

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