¿Qué le inspira la imagen de Cristo Crucificado?

Es una buena devoción cuaresmal meditar la Pasión y la Muerte de Nuestro Señor, devoción que se hará pública durante la Semana Santa en muchas ciudades de España con procesiones de Cristo Crucificado.

Al contemplar la sublime muestra de amor de Jesús por nosotros sobre la cruz, recordemos las palabras que dijo a sus discípulos: “Si me amáis, guardaréis mis mandamientos”. “Como diciendo: Vosotros creéis que es signo de amor el contristaros por mi muerte, y yo sólo reputo como signo el observar mis mandatos.” (Sto. Tomás de Aquino) Comenta S. Francisco de Sales: “Algunos se atormentan buscando la manera de amar a Dios. Estas pobres almas no saben que no hay ningún método para amarle fuera de hacer lo que le agrada".

S. Casimiro (1458-1484), a quien le gustaba mucho meditar ante crucifijos muy sangrantes, mostró en sus 26 años de vida que es bueno tener devoción a la Pasión de Cristo, pero que es aún mejor demostrarlo cumpliendo los mandamientos. Era el tercero de trece hijos del rey Casimiro de Polonia y de Isabel, la hija del emperador de Austria, pero le importaba más lo que Jesús anunció en el evangelio del Primer domingo de Cuaresma: “Está cerca el reino de Dios” (Mc. 1, 15).


“Es bueno saber que hay hombres de ciencia,
pero es mejor que seamos hombres y mujeres de conciencia.
Es bueno saber lo que tenemos que hacer,
pero es mejor hacer lo que debemos hacer.”

Como hijo del rey, tuvo los mejores educadores de Polonia, el Padre Juan y el profesor Calímaco (que había sido secretario del Papa Pío II), pero superó a sus hermanos en santidad porque no sólo estudió las virtudes sino que las practicó.


“Es bueno hacer planes y fijarse un propósito,
pero es mejor llevarlos a cabo.
Es bueno desear el éxito,
pero es mejor realizar las cosas necesarias para lograrlo.”

Lo que más deseaba era agradar siempre a Dios y no se quedó en los sentimientos, sino que para imitar a Cristo Crucificado vestía con sencillez y se mortificaba como podía en el comer, el beber, el mirar y el dormir (lo cual solía hacer en el suelo). Cumplía con los deberes de su estado en la vida durante el día, viajando con su padre y atendiendo a los súbditos, pero por la noche rezaba ante el Santísimo muchas horas.


“Es bueno hacer promesas, pero es mejor cumplirlas.”

No sólo prometió su virginidad a la Virgen, sino que rechazó matrimonio con la hija del emperador Federico III.


“Es bueno tener dignidad, pero es mejor no pisar la de otros.”

Era amable con todos los súbditos, hasta los que no eran respetuosos con él, según un enviado del Papa León X.


“Es bueno tenerlo todo, pero es mejor compartir con el que no tiene nada.
Es bueno saberse amado y comprendido, pero es mejor amar y comprender.
Es bueno procurar no fracasar, pero es mejor ayudar al fracasado.
Es bueno buscar la verdad, pero es mejor hablar siempre con ella.”

Le llamaban “defensor de los pobres” porque con generosidad daba a todos los enfermos, pobres y extranjeros. Pero además intercedía por ellos ante el rey y no se callaba las injusticias que veía en el reino cometidas contra los más débiles, a quienes consideraba imágenes vivas de Jesús sufriente.


“Es bueno tener fe,
pero es mejor sembrarla en los que aún no conocen a Dios.
Pero hazlo ya, porque el tiempo pasa.”

Extendió la religión católica en Polonia y Lituania antes de morir de tuberculosis a los 26 años. Pidió ser enterrado con un poema que solía recitar a la Virgen María (“Cada día alma mía, di a María su alabanza. En sus fiestas la honrarás y su culto extenderás…”). A los 120 años de su muerte encontraron ese poema intacto con su cuerpo incorrupto a pesar de condiciones húmedas en las que fue enterrado.


Que nuestra devoción a Cristo Crucificado llene todas nuestras obras, como las de S. Casimiro.

[Citas indentadas: “Es bueno… pero es mejor…”, Autor Anónimo, www.motivaciones.org]

Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Qué le inspira la imagen de Cristo Crucificado?

Mañana: Las tentaciones de Jesús - “El Espíritu empujó a Jesús al desierto” (Mc. 1, 12)

29 comentarios

  
Noby
ML
Me inspira tantas cosas que no habría espacio suficiente, me quedo como resumen: " ME AMÓ Y SE ENTREGÓ POR MI".
05/03/09 8:23 AM
  
ugl1820
María Lourdes,

Pese a que el sacrificio de Cristo en la cruz ha devenido en algo triste, simboliza el eterno y gran amor que tiene Dios por el hombre.

La cruz simboliza el triunfo de Cristo sobre la miseria y el pecado humano y, claro está, debe servir de cobijo para todas nuestras esperanzas. La muerte de "El Hijo del Hombre" en la cruz nos debe llenar de esperanza.

Un apunte importante y que creo que ayudará a clarificar algunas cosas. La "sola fide" protestante no es válida para los católicos. No basta sólo con creer, sino que también hay que actuar. Y el ejemplo de s. Casimiro es muy importante, el de un hombre que como creyó en Cristo Crucificado, supo corresponder con su amor a los demas.

"Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijó para su Salvación".

+ CREDO IN UNUM DEUM
05/03/09 11:03 AM
  
Madrileño
Pues a mi, Cristo crucificado me inspira muchísimas cosas que, si las contase, llenaría varios cientos de folios y no tengo seguridad de que pudiera expresarlo.

Pero alguna vez, me ha inspirado alguna que otra reflexión, alguna vez me he preguntado, ¿Cristo podría haberlo hecho mejor?, ¿podría haber cumplido las profecias que le anunciaban de una manera más eficaz?. Y pienso que si no hubiera sido crucificado, ¿como podría haber llegado a tantos corazones?, seguramente hubiera sido otro de los mesías que hubo en la época. Si al resucitar se hubiera presentado ante miles de seguidores, hubiera provocado un levantamiento y seguramente hoy Cristo sería recordado como algo muy distinto de lo que fue... La vida de Cristo muestra que las cosas no sucedieron por casualidad, todo estaba planeado, de la manera más perfecta posible, no se me ocurre otra para que hoy, más de 2.000 años despues siga siendo la persona más importante, siga reinando en un trono que no tendrá fin (como nos aseguran las Sagradas Escrituras).

Dios entró en nuestra historia de manera visible y notoria, cambió esa historia y nos dice lo mucho que nos ama y que no nos ha abandonado... y entonces, estando delante de ese Cristo crucificado, piensas "si Dios conmigo, ¿quien (o que) contra mi?", y entonces te das cuenta que si está conmigo y se interesa, no puedes darle la espalda, debes tenerle presente... y eso implica muchísimas cosas que no puedo desarrollar mucho más por que me llevaría mucho, pero que hace que cada vez que lo miro, sea mejor persona que antes.
05/03/09 11:37 AM
  
anarico
Noby:

"ME AMÓ Y SE ENTREGÓ POR MI". La cuestión es que la infinita moyoría de las personas que dicen éstas cosas: no saben lo que dicen, y son palabras vanas o vacías en su boca. No son verdaderos israelitas diría Jesús. Es mejor tener una cierta humildad intelectual, ser fiel a la verdad en conciencia y tratar de comprender; mejor con la ayuda de los que han demostrado sobradamente que saben de lo que hablan.
Es un espectáculo bochornoso ver a renombrados creyentes incapaces de dar de sí, lo que en principio se espera de ellos, porque no tienen las raíces bien plantadas, y lo suyo es puro y triste teatro.

El día que se sacrificó y entregó Cristo por ti, no fue el día del Monte Calvario, sino el día de la Encarnación.
05/03/09 11:50 AM
  
María Lourdes
Noby y Madrileño, una vez que uno se da cuenta ante un crucifijo del inmenso amor personal de Dios por cada uno de nosotros (como tan bien expresan), la vida de uno tiene que cambiar. No puede quedarse uno indiferente ante una imagen que no es simplemente decorativa, sino recuerdo de un hecho histórico, el más importante para los creyentes: que Dios se hizo hombre y murió por nosotros. Pienso en la conversión de vida de S. Francisco ante el crucifijo de S. Damián, por ejemplo.

En España me impresionan los crucifijos de tamaño real (que no se suelen ver en los EE.UU.) y también los crucifijos que se ven en lugares públicos - no sé si quedan tantos ahora como hace años. ¡Qué bueno ser recordados que somos infinitamente y eternamente amados!
05/03/09 12:30 PM
  
María Lourdes
Ugl1820, muchas gracias por aclarar lo que está al fondo de la muestra de santidad de S. Casimiro. Si uno obrara pero sin motivo sobrenatural, sin la Caridad que no es una obra social sino una muestra de amor por El que más nos ama, sus obras no tendrían el mismo valor que el de los santos. Tampoco llegaría a la santidad uno que cree sin que sus obras lo mostraran (aunque fueran obras no vistas por el mundo - como las del que reza con fervor en privado sin que nadie más que Dios lo vea).

Añado que la razón por la que la Muerte de Cristo es fuente de esperanza para los católicos es porque sabemos que después de tres días resucitó. La Resurrección de Cristo, la Pascua que celebramos en la liturgia dominical además del Sacrificio de la Cruz, es lo que da sentido a que tantos santos encontraron consuelo en la Cruz. Hasta Jesús miraba con alegría la Cruz y recordaba a sus discípulos que en tres días resucitaría.
05/03/09 12:40 PM
  
Noby
anarico
No entiendo lo que me has querido decir,si puedes explicarte.
05/03/09 12:46 PM
  
ugl1820
Tienes toda la razón María Lourdes. La esperanza de los Cristianos está en la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Cuando Cristo dejo lo de reconstruir el Templo en tres días, se refería al templo de su cuerpo. Pero pocos le entendieron. Por lo mismo, pocos entienden que la cruz no es símbolo de fracaso, sino de triunfo, en definitiva, de salvación.

Off the record: estoy maravillado con el amplio conocimiento que día a día en tus posts reflejas de los santos, y como sus vidas nos deben servir de ejemplo para cumplir con el Evangelio. Me gustaría que, a un nivel más personal, pudiesemos mantener un cierto contacto. ¿cómo podría hacerlo? Muchas gracias de antemano María Lourdes.

God bless you

+ CREDO IN UNUM DEUM
05/03/09 12:48 PM
  
María Lourdes
Anarico, la Encarnación de Cristo es un gran motivo de alegría para los creyentes, pero me parece que la expresión más sublime es la Cruz. Claro que el Señor se ofreció por nosotros desde toda la eternidad y por eso ya en el destierro del Paraíso de los hombres se oye la promesa de la Salvación.

También me parece que Dios nos dió la inteligencia a todos para que la usemos para conocerle mejor. Se suele atribuir al alma la memoria, el entendimiento y la voluntad, que con la libertad que nos concedió el Señor podemos usar para acercarnos a Él. Si no lo hiciéramos, (aunque no llegáramos a alcanzar las alturas de S. Agustín, por ejemplo) estaríamos malgastando el talento que nos concedió el Señor. Claro que algunos recibimos más y algunos menos y el Señor tiene la paciencia de vernos crecer cada día.

Su comentario me recuerda esta cita de S. Juan Vianney:
“Si me preguntáis por qué hay tan pocos cristianos que obren con la exclusiva intención de agradar a Dios, ved la razón de ello. Es porque la mayor parte de los cristianos se hallan sumidos en la más espantosa ignorancia, lo cual hace que todo su obrar sea meramente humano. De manera que, si comparaseis sus intenciones con las de los paganos, ninguna diferencia encontraríais. ¡Dios mío!, ¡cuántas buenas obras se pierden para el cielo.”

05/03/09 12:54 PM
  
María Lourdes
Ugl1820, no tiene mucho en qué maravillarse de mi conocimiento. Voy aprendiendo poco a poco cada día y no me sé de antemano toda la información en los artículos. Investigo, como cualquiera, y aprendo también de las correcciones que me hacen los comentaristas que saben más de los temas que yo. Pero, sí me maravillo cuando veo que el Señor usa ese poco para bien de algunos.

Puede ponerse en contacto conmigo escribiendo a "sarmientosdelavid(arroba)gmail(punto)com".
05/03/09 1:02 PM
  
Luis López
Anarico, yo al igual que Noby no soy Teólogo (al parecer Vd. sí lo es) pero si en la Cruz de Cristo Vd. es incapaz de ver reflejada la expresión paulina "Me amó y se entregó por mí", me da la sensación que Vd. ha dejado de ser cristiano. ¿O no dice Juan -los amó hasta el fin- (Jn. 13,1)? En el misterio de la Eucaristía es donde se ve con mayor claridad que la cruz y la entrega de Cristo se identifican absolutamente, dado que su Cuerpo es entregado y su Sangre derramada para el perdón de nuestros pecados.
05/03/09 1:45 PM
  
anarico
María, he dicho "el día que se sacrificó..." Esto hay que entenderlo simpre en los tres tiempos verbales (el fue, el que es y el que será) pues el Eterno no tiene ni presente ni pasado ni futuro, ¿de acuerdo?
Nuestro Señor se sacrificó cuando bajó del cielo y encarnado vivió la pasión que vive cada día en el cuerpo del hombre; y la pasión la vive cada día, cuando después de encarnado en el hombre este sigue su afición a un mundo que no es el propio de Nuestro Señor; y es por éso que cada vez que pecamos estamos ofendiendo y ultrajando Nuestro Señor tal y como dice el Evangelio que hicieron los judios, que por otra parte no por casualidad era el pueblo elegido.
En el Monte Calvario culmina la historia del hombre: allí con la carne muerta y el alma libre y enriquecida después de haber estado en "Egipto", como Dios le prometió a Abraham.
Nuestras almas, digamos que están metidas en una dinámica de la que no puede salir por si solas, y El hijo de Dios se sacrifica encarnándose para recuperarlas para el Padre.
El sacrificio de la Eucaristía, no es el sacrificio del Calvario, es el de la Encarnación: Dios se sacrifica al tomar la forma y condición de las especias, y nosotros lo recordamos cada día para actualizar hasta comprender y vivir éste sacrificio, hasta que nuestro pellejo duro se haga digamos más apto para contener la Eternidad.
Sí, la cita de S. Juan Vianney me parece perfecta en todo; S. Pablo también nos amonesta en más de una ocasión en éste sentido y nos recuerda lo que llevamos dentro los cristianos, y el cuidado que tenemos que tener para no ultrajar a Nuestro Señor, una vez que sabemos y tenemos conciencia de que vive en nosotros.
Sacrificio por sacrificio, si el hijo de Dios se sacrificó encarnándose para ganarnos para el Padre, lógico y necesario es que el hombre sacrifique su mundo para entrar en otro que es la Gloria: por éso el Maestro nos enseña que el final es la muerte de la carne; y como en el desierto hizo Moisés con la serpiente venenosa, así la carne (y el mundo) la vemos muerta y en alto (para que la Miremos) nos enseñe y nos cure.
Todo el Evangelio se ha de cumplir en cada uno de nosotros. Y este Camino necesario de andar, lo andamos mejor si lo hacemos actualizando en nuestra conciencia cómo lo andó Jesús.

La Iglesia, tiene doctores que nos enseñan y facilitan las cosas con ejercicios devotos
05/03/09 3:37 PM
  
Ana
Me ha gustado mucho la frase de Madrileño al verlo en la Cruz"Si El está conmigo...viene a ser una interpretación de lla frase de San Pablo al la que hace referencia Noby y es verdad es seguridad lo que me produce si ha llegado a esos extremos no me va a dejar colgada, ni a nadie que le hemos costado mucho.
La verdd es que sobrecoge y hay personas a las que les espanta, pero así fue nuestra redención.
05/03/09 4:54 PM
  
Luis López
Anarico te equivocas, el Santo Sacrificio de la Misa es el mismo sacrificio del Calvario (no otro, no una copia), sólo que realizado de forma incruenta sobre el Altar. Ahora bien, comprendo que si Vd. es protestante o cuáquero o testigo de Jehová no estará de acuerdo.
05/03/09 5:42 PM
  
azahar
Lo que me inspira la imagen de Cristo crucificado tampoco lo podría describir en breves líneas. Es un sentimiento tan profundo que dificilmente se puede trasladar a un escrito. Lo que sí puedo decir es que me da fuerza y seguridad en los actos de mi vida.

Tal y como expresa una frase de un cuadro que tengo: "Señor, me testimonias tu Amor muriendo. Que yo lo haga viviendo y amando". Con ella me quedo.
05/03/09 9:18 PM
  
María Lourdes
Anarico:

Aunque Dios es eterno, en la cita “el día que se sacrificó…” se refiere a la Encarnación, que es cuando el Señor entró en la historia humana al hacerse hombre. En el marco de la historia humana, pues, empezó Jesús sufriendo por nosotros desde ese momento sometiéndose a las leyes naturales. Pero, aunque eso hubiera sido suficiente para redimirnos por los infinitos méritos del Hijo de Dios, fue voluntad del Padre que la Redención se obraría por medio del Sacrificio de la Cruz. A pesar de eso, la historia del hombre no culminó en el Calvario porque Cristó resucitó y en cuerpo y alma también ascendió al Cielo cuarenta días después, hechos todavía dentro del marco histórico.

Si algunos de los judíos del tiempo del Señor le ofendieron y ultrajaron (y así también a Su Padre) sin creerle Dios, más aún entonces los católicos que le ofendemos sabiendo que es Dios, sabiendo el precio que pagó por nosotros sobre la Cruz. Recordemos que los primeros tres mandamientos son ofensas directas a Dios y no a hombres en quienes vive Dios. La serpiente que levantó Moisés, representa a Cristo que nos cura, pero es Él (y no “el mundo” que derrotó) el que nos salva.

Estoy de acuerdo con Luis López en que la Eucaristía sí es el mismo sacrificio del Calvario. En ella está presente Cristo Encarnado, pero no deja de ser en la forma del Sacrificio de la Cruz. Además, no creo que se actualice “hasta comprender y vivir este sacrificio”, sino que re-presenta en sí ese Sacrificio (que no llegaremos a comprender por completo en esta vida) hasta el fin del mundo: “Pues cuantas veces comáis este pan y bebáis este cáliz, anunciáis la muerte del Señor hasta que Él venga.” (1 Co. 11, 26).
Cito del Catecismo de la Iglesia Católica :
1367 El sacrificio de Cristo y el sacrificio de la Eucaristía son, pues, un único sacrificio: "Es una y la misma víctima, que se ofrece ahora por el ministerio de los sacerdotes, que se ofreció a sí misma entonces sobre la cruz. Sólo difiere la manera de ofrecer": (Cc. de Trento, Sess. 22a., Doctrina de ss. Missae sacrificio, c. 2: DS 1743) "Y puesto que en este divino sacrificio que se realiza en la Misa, se contiene e inmola incruentamente el mismo Cristo que en el altar de la cruz "se ofreció a sí mismo una vez de modo cruento"; …este sacrificio [es] verdaderamente propiciatorio" (Ibid).

Discúlpeme si de nuevo no entendí bien su comentario. Me alargué un poco más en este comentario porque me parece importante aclarar la creencia católica de la Eucaristía para que otros no se confundieran. Un saludo.
06/03/09 4:44 AM
  
María Lourdes
Madrileño y Ana:

Pensé en sus comentarios al añadir la canción de la Hermana Glenda en el siguiente artículo: “Sé que no me dejarás”, que está basada en esta cita del Salmo 138:
“Cuando camino en medio de la angustia, me vivificas, extiendes tu mano contra la ira de mis enemigos, y tu diestra me salva. Perfeccione Yavé en mi favor (su obra). Eterna es, ¡oh Señor! Tu piedad. ¡No abandones la obra de tus manos! (Salmo 138, 7-8)
Me parece que Jesucristo nos sostiene firmemente en Su Amor con una mano traspasada para que por ella podamos ver el Cielo y también la Sabiduría del camino de la Cruz.
06/03/09 4:47 AM
  
María Lourdes
Ugl1820, Anarico y Azahar:

Sus comentarios sobre cómo debemos corresponder a Cristo Crucificado me recuerdan esta cita de S. Josemaría Escrivá: “Cristo ha muerto por ti. –Tú…¿qué debes hacer por Cristo?” (Camino, 299) “Amor, con amor se paga.”
06/03/09 4:48 AM
  
anarico
María, en éstas cuestiones, las mejores citas, serán sin dudaserán las que se hagan de S. Juan de Ávila y de sus "Escritos Sacerdotales" una obra realmente magistral de la Iglesia, para beneficio de todos. Entre S. Juan de Ávila y S. Josemaría, también conocido como el marqués de Peralta hay muchos diferencias EN TO-DO, por no decir contradicciones EN TO-DO. Cada cual es libre de tomar el camino que quiera. Pero yo, algo conozco el "Camino" de S. Josemaría, y me quedo con todo el corazón y con toda mi alma con el Apóstol de Andalucía y Santo Patrón de los sacerdotes españoles, olvidado en estos tiempos para nuestra desgracia.

El Santo Patrón, explica y documenta divinamente, con palabras de Dios, como el sacerdote mismo es el que se ofrece a Dios para que descargue su ira en él por los pecados del pueblo.

En la Eucaristía tras cada signo y movimiento del sacerdote hay mucho espiritu guardado; empezando desde el momento que se viste, por como se viste, y las prendas que se pone el oficiante. y vemos cada día, incluso en páginas católicas de internet, como gran parte de los católicos que están en el candelero, les falta la conciencia de lo que se hace, desde el principio hasta el final.

Y de lo que no tengo ninguna duda es de que Dios se sacrifica al encarnarse, y en justa correspondencia, es necesario que el hombre sacrifique su vida animal para estar a la altura de las "circunstacias". Así de fácil.
06/03/09 3:23 PM
  
María Lourdes
Anarico, ya sabe que admiro y leo también a S. Juan de Ávila. Comprendo que haya diferencias legítimas entre los puntos de vista de los santos (que ninguno fue creado igual que otro), pero siendo esos dos santos católicos fieles a la Iglesia Católica, no creo que puedan ser diferentes en absolutamente todo, aunque diferencias de estilo ciertamente las hay.

Sólo aclararía que si el sacerdote es el que se ofrece ante Dios, en la Misa lo hace porque actúa en persona de Cristo ("por Él, con Él y en Él", si no recuerdo mal).

Estoy de acuerdo con usted en que cada gesto y palabra del sacerdote desde que se viste tiene gran significado. Pienso escribir algo del tema en el futuro, si Dios me permite. Un saludo, y gracias por su paciencia.
06/03/09 4:49 PM
  
anarico
María, me hace mucha ilusión que "toques" el tema de la vestimenta del sacerdote y su simbolismo; seguro que tienes más suerte que yo, y encuentras algo bueno.
Saludos
06/03/09 6:59 PM
  
ignacio
ML: No podemos admitir con Anarico que sea el celebrante el que se ofrece en el sacrificio de la Misa. Es un sacrificio pacífico que renueva el de la cruz, como afirma el Catecismo: actualiza el único sacrificio de Cristo Salvador e incluye la oferta de la Iglesia. No es lo mismo sacrificio que oferta. El sacrificio es únicamente de Cristo. Quien lo ofrece es la Iglesia por medio del sacerdote. Y eso lo hace como memoria y en acción de gracias. El sacerdote actúa en lugar de Cristo como sacerdote, pero no como víctima. Cito: “ El sacrificio de Cristo y el sacrificio de la Eucaristía son un único sacrificio. Es una sola y a misma victima. El que se ofrece ahora por MINISTERIO de los sacerdotes es el mismo que se ofreció a si mismo en la cruz. De estas palabras concluimos que Cristo fue víctima e sacerdote en la cruz. En la Eucaristía Cristo es víctima y el sacerdote, que toma su ministerio, es el celebrante en su nombre y en el de la Iglesia.

Vamos explicar: Las víctimas eran animales sin entendimiento. Por eso el sacerdote que las ofrecía y la víctima eran diferentes. En la cruz, siendo la víctima un hombre, quien se ofrecía era ese hombre [aunque Dios en persona] y no la ofrecían los carrascos que pensaban, junto con los judíos, en un ajusticiamiento y no en un sacrificio. Quien convirtió la justicia humana en sacrificio cultual, fue el propio Cristo, aceptando la voluntad del Padre para rescatar del pecado la humanidad y pagar en redención con su sangre para perdón de los pecados. Era el sacrificio llamado por los pecados. En la Misa el sacrificio es pacífico, esto es: en forma de pan y vino, no cruento. Y al mismo tiempo, como banquete, en que de la víctima participaban sacerdotes y oferentes.

Cristo está presente en sustancia real [lo que es en verdad] y bajo las especies [lo que se ve] de pan y vino. Como dice S Tomás una deidad oculta bajo figuras que engañan tanto la vista como el tacto. Lucero, que admita la presencia real contra Calvino e Zuinglio, dirá que como en la encarnación solo se veía la humanidad, pero el niño era Dios, así en la Eucaristía solo vemos el pan pero la realidad es el cuerpo de Cristo. Aunque él hablaba de consustanciación y no de transustanciación.

Respecto al sacrificio de la Iglesia, el catecismo dice que la Eucaristía es también sacrificio de la Iglesia, porque siendo miembros del cuerpo de Cristo, al ser ofrecida la cabeza, con esta también ella es ofrecida. La vida de los fieles, su trabajo… son unidos al de Cristo y así adquieren un nuevo valor, dando a los cristianos la posibilidad de estar unidos a su [de Cristo] oferta. S Agustín dirá: La asamblea y la sociedad de los santos é ofrecida a Dios como un sacrificio universal por el Sumo Sacerdote….En el sacrificio del altar donde se ve que en lo que ofrece se ofrece a si misma. Comentaré el por Cristo.. en otro artículo. Un aplauso para Ud al citar el CIC.
06/03/09 7:44 PM
  
ignacio
El Por Cristo, Con Cristo y En Cristo es el acto de la ofrenda sacrifical que pertenece al sacerdote celebrante. Es la llamada doxologia [literalmente palabra de gloria o alabanza] que es la acción de gracias por el sacrificio realizado. El acto responde al ofrecimiento de la víctima al Dios Todopoderoso, en este caso al Padre que en unión con el Espíritu santo confiesa el sacerdote ser uno e trino a la vez y que por esa víctima con la cual está la Iglesia [con] y por medio de la misma víctima [por] se realiza en ella la honra y gloria como en ninguna otra acción a través de todos los tiempos. Antiguamente se acreditó que era aquí donde realmente se c[realizaba el sacrificio. Por eso, y para evitar dudas se ordenó que inmediatamente después de la consagración el sacerdote se arrodillase. Es en la consagración donde el cuerpo y sangre de Cristo sustituyen la sustancia del pan y del vino. T es en la doxologia que la Iglesia formalmenet ofrece el sacrificio [consagración] como gloria e alabanza [eucaristía] a la Trinidad y el consagrante se transforma en oferente.
06/03/09 8:56 PM
  
anarico
D. Ignacio, no dudo de que en sus múltiples y apresuradas lecturas, figurará "el Kempis"; recuerde que es el Espíritu Santo el que enseña. El Reino no es cuestión de palabras: decía S. Pablo. Yo he leído menos que usted, pero he leído mejor; y sobre todo he vivido más que usted. Admita un poco a anarico; que desde luego, no es culpable del triunfo de la maldad y de la estupidez en el mundo; y como usted bien sabe, todo el mundo no puede decir lo mismo. anarico es un mindundi que no es responsable de nada de lo que pasa, porque no ha tenido ningún cargo de responsabilidad ni lo va a tener. Pero clama al cielo - y por éso me peleo con el teclado- lo que pasa y, no está bien que usted, tan culto, se altere tanto por oír a alguién que amonesta y llama la atención, de que algo estará o se hará mal, cuando no vamos bien. Muchas palabras tiene usted. Los enamorados no necesitan tantas. Y los amantes se quedan con la mejor parte: para que usted lo sepa y los "hijos" de S. Josemaría también. Anímese, y dedique tiempo a S. Juan de Ávila.
Saludos a todos.
06/03/09 10:21 PM
  
María Lourdes
Ignacio, muchas gracias por su comentario explicando el sacrificio de la cruz en la celebración litúrgica de la Eucaristía y el papel del sacerdote en esa parte de la Misa, según el punto de vista católico. Tomé la libertad de dividir su comentario en párrafos para que fuera más fácil de leer. Espero que no le importe. Un saludo.
07/03/09 10:39 AM
  
María Lourdes
Anarico, me parece que Ignacio no le culpa de nada ni se está alterando porque "amonesta y llama la atención, de que algo estará o se hará mal, cuando no vamos bien." Creo que su comentario más bien se dirigía a esta parte del mío a usted: "Sólo aclararía que si el sacerdote es el que se ofrece ante Dios, en la Misa lo hace porque actúa en persona de Cristo ("por Él, con Él y en Él", si no recuerdo mal)." Elaboró el tema para que quedara claro la posición católica para los que leyeran mi comentario. Ya sabe que no todos los que pasan por este blog son católicos y, aunque lo seamos, siempre se puede aprender más. Tampoco me parece que pueda deducir por lo que dejó Ignacio aquí que haya leído más o mejor que él, pero sus recomendaciones de lectura sirven para todos. Un saludo.
07/03/09 11:00 AM
  
anarico
María, permíteme que te rectifique en honor a la verdad. A D. Ignacio le he dicho exactamente: "Yo ha leído MENOS que usted, pero he leído mejor": Y tal vez me expresión ha sido algo ruda; pero es que me altero con los largos enredos y me ha parecido muy muy enredoso. No lo puede evitar: me gustan las cosas sencillas, sobre todo en religión, que como es tan beneficiosa hay que ponerla al alcance de todo el mundo, como el aire que respiramos.
07/03/09 2:28 PM
  
María Lourdes
Anarico, perdón por ese error. También me gustan las cosas sencillas, aunque no se note porque me cuesta mucho ser concisa.
07/03/09 3:52 PM
  
María Lourdes
Comentario de Ignacio [Lo dejó por equivocación en otro artículo y por eso lo muevo yo aquí]:

Yo solo quise esclarecer el problema: No es el sacerdote la víctima sino Cristo. Las citas en mi comentario son del propio Catecismo CIC en el lugar correspondiente. Naturalmente prefiero el CIC a los escritos de un santo a quien también venero, como es J. de Avila.
08/03/09 12:39 PM

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