Hablando claro sobre el aborto
Abortar es interrumpir el desarrollo del feto durante el embarazo. El aborto puede ser natural o provocado. Si es provocado, interviene la voluntad de alguien que, por medios farmacológicos o quirúrgicos, mata al feto para expulsarlo del útero materno antes del nacimiento.
Si quien está embarazada es una mujer, el embrión o feto es un embrión o feto humano; es decir, un ser humano en sus primeras fases de desarrollo. Si es un ser humano, un individuo de la especie humana, es también una persona, única e irrepetible, poseedora de una dignidad innata, que merece ser reconocida y tratada como tal.
El mismo hecho de que exista un debate en torno al aborto muestra claramente que lo que está en juego es la vida de un ser humano en sus primeras, o no tan primeras, etapas de desarrollo. Si en vez de un ser humano, se tratase de un mosquito, pongamos por caso, o de una planta, o de un animal cualquiera – salvo que estuviese en peligro de extinción – , no habría motivo para tal contienda.
Cuando se protege a un animal perteneciente a una especie en peligro de extinción no se protege a ese ejemplar concreto, por ser lo que es, sino exclusivamente en tanto que pertenece a una especie amenazada. Cuando se protege a una persona, se le protege por sí misma, sin que sea necesario que la especie humana corra el riesgo de desaparecer. Se pueden comprar o vender cachorros de perro, pero no se pueden comprar o vender bebés humanos. Las personas tienen dignidad, no precio.