Cardenal Newman: Meditaciones para el mes de mayo
El Cardenal Newman escribió unas “Meditations on the Litany od Loretto for the month of May”. Lamentablemente, no disponemos aún –que yo sepa - del texto en español.
La pasión por la verdad, que caracterizó la vida del cardenal inglés, se refleja de un modo singular en el tema mariano. Al principio, Newman pensaba que el culto a María estaba en contraste con la revelación y que suponía un obstáculo para la adoración del Dios único. Finalmente, comprende que María no impide el culto a Dios, sino que lo favorece y ayuda a realizarlo de un modo más perfecto.
Una vez católico, Newman siente la urgencia de “reparar” y se convierte en un ferviente devoto de la Virgen y en un gran defensor de su grandeza. De esta devoción nacen las “Meditaciones para el mes de Mayo”. Meditaciones que Newman dirigió en la iglesia del Oratorio de Birmingham, y que fueron recogidas por sus discípulos y publicadas póstumamente en 1893.
Estas reflexiones se caracterizan por su impronta bíblica, teológica y litúrgica. Su comentario a las “Letanías Lauretanas” constituye una preciosa síntesis de mariología. María es contemplada en el marco de la historia de la salvación: en el pensamiento de Dios, en la vida de Jesús, en la historia de la Iglesia.

“Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo, diciendo a María, su madre: - ‘Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma’ ” (Lucas 2,33-35).
Día 4 de Mayo: Vieron al niño con María, su madre
La liturgia de la solemnidad de la Ascensión nos invita a la alabanza y al gozo: “Pueblos todos, batid palmas, aclamad a Dios con gritos de júbilo; porque el Señor es sublime y terrible, emperador de toda la tierra” (Salmo 46).
Día 3. Madre de Dios






