Los posts que interesan
Resulta curioso el ejercicio de seguir las entradas – en definitiva, el interés de los lectores – con respecto a los posts que uno publica en el blog. No se trata de entrar en una “guerra de audiencias”. Ni de busca ser “popular”. La regla de oro, a mi juicio, es escribir sobre lo que a mí me interesa, con la confianza de que si me interesa a mí podrá también interesar a otros, sean muchos o pocos. Pero en un medio interactivo, si no hay “respuestas” cabe cuestionar el sentido de las “propuestas”.
Me atendré, en este somero análisis, a los últimos siete posts. No me fijo en los comentarios, porque éste es un índice engañoso. No siempre el artículo más comentado es el más leído. Me fijo sólo en las entradas. Pues bien, de los siete últimos escritos, el texto más visitado se refiere a Tamayo, un teólogo disidente. La polémica es un ingrediente que atrae al público. La exposición pacífica de la doctrina le atrae, parece ser, mucho menos, si es que le atrae de algún modo.
El segundo post más leído ha sido el que trata acerca de la forma extraordinaria del rito romano. En este asunto, los comentarios se han disparado. Es obvio que el tema interesa, quizá no a todos los posibles lectores, pero a aquellos a los que les interesa les interesa mucho. Este dato me permite confirmar la sospecha de que mis lectores pueden ser encuadrados en el marco de un sector de la población católica con alto nivel de conocimientos teológico-litúrgicos y con un nivel de información sobre las cuestiones de Iglesia muy por encima de la media.