Vestimenta en las iglesias

De vez en cuando, afortunadamente en muy contadas ocasiones, algún pelmazo o pelmaza se toma la molestia de hacerme llegar un anónimo quejándose de alguna cosa sobre el funcionamiento de la parroquia. Tenga o no tenga razón el comunicante anónimo – que, habitualmente, no la tiene – su sugerencia o reclamación es, por sistema, desechada. Jamás es ni será tenida en cuenta. Y es que los anónimos deben ser ignorados por salud mental. Quien es incapaz de dar su nombre, resulta un sujeto inhábil para que se tome en consideración lo que dice.

Hoy, sin embargo, he recibido una carta firmada. Circunstancia que cambia completamente la situación. Y máxime si la redacción es correcta, como lo es, y el tono respetuoso y propositivo. Y si, en medio de la queja u observación, sabe hacerse eco de aspectos positivos, los que sean, porque alguno habrá.

El eternamente disgustado, contrariado, descontento se convierte en un reo sospechoso del delito imperdonable de causar, gratuitamente, el tedio ajeno. Que si se enciende este foco en vez de aquel otro. Que si se coloca una hortensia en vez de una orquídea, que si se hace ruido al respirar o al andar. La cultura del “libro de reclamaciones” se impone hasta en los anónimos, con escaso fundamento.

Pero bien, vayamos, dejando de lado los casos patológicos, a la carta del comunicante. Se queja de que se permita la entrada en la iglesia a personas “con vestimentas totalmente playeras”, y detalla algunos ejemplos. Tiene razón. Hay personas que van a la iglesia ataviadas, casi, como si fuesen a la playa a tomar el sol. Pero el remedio a este abuso no es fácil de lograr.

No contamos, en la mayor parte de los templos, con el ministerio de los ostiarios. Los ostiarios tenían la misión de abrir y cerrar la iglesia, y de admitir a los dignos a la comunión y repeler a los indignos. En algunas basílicas, como la de San Pedro, los encargados de seguridad y de orden impiden la entrada a quienes no van correctamente vestidos: camisetas de tirantes, pantalones cortos, etc. Pero en una parroquia normal el presupuesto no permite esas exquisiteces. Y no es cuestión de que el párroco ejerza de portero. A cada uno, lo suyo.

¿Qué se puede hacer? Me temo que poco más que dar un aviso del tipo: “Por favor, recuerden que es importante cuidar la corrección en la vestimenta cuando se viene a la iglesia”. Habrá quien haga caso, quien no lo haga y hasta quien se moleste. Ya me imagino la posibilidad, no remota, de que alguien diga, en directo o mediante anónimo: “Ustedes sigan así, y ya verán, cada vez tendrán menos gente”. Como si un párroco fuese un empresario de teatro cuya mayor ocupación fuese procurar agotar la taquilla.

Guillermo Juan Morado

9 comentarios

  
Carmen
Je, je. Muy bien dicho. Con humor. Y de paso recordar que la Iglesia no es el club social para contar los cotilleos de ultima hora. Eso mejor en la cafetería.

Yo lo dejo caer, por si le inspira otro post.

Saludos
21/08/09 4:58 PM
  
Camino Iriarte
Muy bien hablado, padre. Tanto lo primero como lo segundo son buenas ideas: el libro de reclamaciones y el cartel de la vestimenta. Y para lo uno y lo otro, bien valen, en mi opinión, algunos parroquianos y parroquianos que conozcan al personal y que, con prudencia y constancia sepan acoger bien a todos y a los reclamantes o exhibicionistas explicarles qué es la Iglesia, qué somos nosotros y esas cosas que tal vez sus madres y catequistas no han sabido o no han podido hacerles entender.
21/08/09 5:17 PM
  
Silveri Garrell
No podemos quejarnos de que no existen personas para hacer el oficio de "hostieros", muchas hay que van a comulgar los domingos y podrían ayudar en este menester de vigilantes de vestimentas. Pero claro, la Iglesia prefiere regalar bien baratos los sacramentos especialmente la Comunión, no sea que si a algún feligrés le pide el párroco un favor de voluntario luego este feligrés prefiera no volver a la iglesia en cuestión por miedo a que le caigan los anillos de tanto trabajar gratis. La Eucaristia deberia tener su precio, el precio de trabajar de voluntarios unas horas cada semana. Luego no encontramos la manera de llenar las iglesia, pues debería empezarse por esto: exigencia.
21/08/09 5:22 PM
  
Guillermo Juan Morado
Pero claro, la Iglesia prefiere regalar bien baratos los sacramentos especialmente la Comunión, no sea que si a algún feligrés le pide el párroco un favor de voluntario luego este feligrés prefiera no volver a la iglesia en cuestión por miedo a que le caigan los anillos de tanto trabajar gratis.

____________

La Iglesia no puede regalar lo que no es suyo; puede, en todo caso, custodiarlo, distribuirlo, reservarlo... Me imagino que usted cumplirá encantado esa función de ostiario. Hace muy bien.
21/08/09 5:28 PM
  
Maria M.
Poco pueden hacer los párrocos que bastante tienen encima , pero no está de más lo del cartel o aviso pidiento la corrección en el vestir cuando se va a la Iglesia
21/08/09 7:44 PM
  
Virgilio
Yo asisto a una iglesia de la SSPX, padre y al principio asist[ia de playero.
Pero al ver que los hombres acudían de corbata y hasta de traje y las
mujeres modestamente vestidas, me tuve que adaptar y ahora no me
cuesta trabajo y hasta me gusta vestir así. Nuestro párroco dice que
la comunión debe ser tomada en nuestra mejor ropa, porque estamos
recibiendo al Señor. Y muchos protestantes asisten así a sus templos.
Pero ya sabemos que el católico siempre es comodino y toma lo que
quiere y deja lo que quiere de la doctrina. Saludos, padre.
21/08/09 9:37 PM
  
pablo
Padre yo no lo veo igual. Para acercarse a la eucaristia tenemos que estar limpios y bien vestidos en nuestro interior que es a lo que Cristo le da importancia, pero reconosco que por amor a mis hermanos iria con pantalones largos.
Un saludo.
21/08/09 10:16 PM
  
Amfortas
Silveri Garrell: La Eucaristia deberia tener su precio

Eso que usted dice es simonía, que es un pecado muy grave. Como bien le dice D. Guillermo, la Eucaristía es un bien que no es propiedad de los hombres, por lo que no se puede vender ni comprar.
21/08/09 11:09 PM
  
maria
me pregunto:

por qué para entrar a otros templos ejem. musulmanes
nos obligan a entrar decorosamente vestidos?

por qué para un encuentro con una autoridad mayor se
nos exige vestir con propiedad?

conozco sectas cristianas que las mujeres visten
falda al tobillo, blusas con manga...

por qué si saludamos a la realeza la que sea hasta
tenemos que hincarnos...y para estar ante el Rey
de reyes, el Soberano de soberanos, lo recibimos
de pie, sin reconocerle su dignidad de Dios Todopoderoso? bendiciones...

19/10/09 8:05 AM

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