9.09.19

La persecución de los buenos

Para los verdaderos hijos de la Santa Madre Iglesia uno de los grandes peligros que les acechan, con la consiguiente tentación que no es pequeña: al contrario, es lo que bien puede llamarse “la persecución de los buenos"; es decir, aquella generada contra ellos por los que se presentan y se tienen por “buenos": los “oficialistas” eclesiales, jerárquicos y/o asimilados.

Lo han experimentado muchas almas santas, precisamente por sus afanes de fidelidad, al pretender mantener levantada en alto -bien visible- la bandera de Cristo: su Doctrina, su Palabra, sus Hechos, sus Mandatos: en definitiva, su Iglesia. No pretenden tener otra honra. Pero esta, exactamente esta, pretenden mantenerla contra viento y marea, también contra “los buenos” que les hacen la guerra. Y son perseguidos por “los buenos"; que, como no puede ser de otra manera pues a eso se agarran, tienen autoridad sobre ellos. Y esto sucede, hoy, en la Iglesia Católica, a todos los niveles, también a nivel institucional.

Por supuesto, no es nada nuevo. Por tanto, nadie puede sorprenderse, aunque no deja de ser “sorprendente” por decirlo de un modo suave que esto siga pasando, bien públicamente o “a la chita callando".

Y, por cierto: todos los perseguidores, como acredita la Historia eclesiástica, acabaron muy mal, ya que el mismo Señor toma la defensa de los suyos. Y esto lo saben tanto los perseguidos -para su confianza, seguridad y triunfo- como los perseguidores, aunque no quieran hacer caso de cómo han funcionado, y funcionan, las cosas en las que Dios está por medio.

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1.09.19

¿Complot? ¿Acaso hay grabadoras?

Acabo de leer a un entendido en cuestiones de la Iglesia -al menos eso creía yo, aunque últimamente no lo estoy teniendo tan claro- que se ha hecho eco, ni más ni menos, que de una rajada -una más- del “famosísimo” p. Sosa que, si no lo es, está haciendo méritos para serlo, con máster incluido y pedigrí acreditado; rajada a la que da la misma credibilidad que si de la mismísima burra de Balaam se tratara.

La “rajada” no se refiere a su negación de la existencia real del Demonio, convertido por el famoso p., del que he perdido el nombre, en mero “símbolo": o sea, como la estatua del “ángel caído” en el parque del Retiro, en Madrid. Tema en el que, por cierto, se muestra reincidente y/o contumaz: se ve que no le han llegado en buen estado las “grabaciones” con las palabras y las acciones de Jesucristo que lo acreditan; y, al faltarle este punto de apoyo, como demostración evidente y palpable, se niega a dar crédito a lo que ha podido leer -en los Evangelios, por ejemplo-, en algún momento de su vida.

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24.08.19

El P. Sosa, "oráculo de la Nueva Iglesia". O así.

Normalmente no escribiría del padre Arturo -título, el de “padre” que da toda la impresión de que el interfecto ya no sabe ni lo que significa-: pues dar rienda suelta a las estulticias de una mente que, eclesialmente hablando, ha explotado en mil pedazos no merece la pena.

Entonces, ¿por qué estoy escribiendo esto? Para intentar paliar las repercusiones que tienen siempre las rajadas de “personajes", aunque sean tan supuestos o “simbólicos” como lo es este.

Y lo hago, en primer lugar, para defender a mi Madre la Iglesia Santa: porque cuando se enseña desde la propia Iglesia -de la que se vive como una rémora, y sin la que no se estaría donde está, como es el caso- lo contrario de lo que Ella enseña, se la insulta, se la degrada: y sus hijos no podemos callarnos.

En segundo lugar, porque hay gentes que, deslumbradas por los cargos de algunas personas que han subido -en la Iglesia- a base de no pesar nada -de “flotar” en el éter-, pasan a “creerse” lo que estos mindundis difunden en los medios.

Pero además, como el demonio se las sabe todas -es “ángel"; “caído", pero ángel, y nos da mil vueltas-, utiliza a estas personas y sus intencionados desvaríos para hacer daño, mintiendo, que es lo específicamente suyo; de ahí mi interés en escribir lo que estoy haciendo: para administrar la triaca contra el veneno.

Y ahi vamos.

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18.08.19

Día de la "DEUDA ECOLÓGICA". IIª parte.

Seguimos, pues, con el tema, que se las trae. Y luego lo aparcaremos hasta después del “nuevo sínodo de la Amazonia", que va a asombrar no solo a propios y extraños, sino también a la Iglesia, al mundo y al universo entero (caso de que haya ET’s por esos mundos de Dios).

Y seguimos, entrándole con al go más de retranca, a la vez que algo más en serio que en el post anterior. Porque, vamos a ver:

¿De verdad de la buena -de la auténtica-, alguien se puede creer y afirmar en público, sin que le lleven caritativa y urgentemente al médico de guardia más cercano, que le debemos algo a la “mamá tierra"? Y, dijándonos ya de chorradas, a la TIERRA, tal cual.

Porque desde el Pecado Original, que lo hubo -y persisten su presencia y sus efectos en la naturaleza humana-, y que se sepa -se ha sabido siempre-, la “tierra", será mucha mámá y muchas gaitas, pero se ha cobrado siempre, y no solo en “sudores” sino hasta en vidas humanas, todo lo que aparentemente le hemos “sacado". Pues, se lo habremos sacado… pero, ¡más que bien cobrado se lo tiene! ¿O acaso nos ha salido gratis?

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6.08.19

Día de la "DEUDA ECOLÓGICA". Iª parte.

Me ha removido la conciencia y el alma el artículo recordatorio-pastoral-ecológico-atizador de los ánimos que ha dado a luz el Vaticano para ir perfilando y, de paso, ver si nos vamos enterando de qué va la “nueva iglesia católica actualizada y modernizada a tope". Y me ha removido por lo hondo, no se crean…

Porque esto de la NUEVA IGLESIA -antes, la de toda la vida, no tenía pérdida; era Una, Santa, Católica y Apostólica pues tenía en Cristo a su Fundador y Señor- va de ECOLOGISMO; y, en una nueva vuelta de tuerca, ahora ya de DEUDA ECOLÓGICA respecto a la “mamá tierra". ¡Señor, sí, señor!

Por si alguno a estas alturas aún no quiere ser consciente de las “venturas y desventuras de nuestra maltratada y ninguneada `mamá tierra´, cual mujer al uso actual. Que ya iba siendo hora de que la “nueva iglesia católica” se renovase a fondo, fondo: ¡que estamos cavando nuestra propia fosa -en lo espiritual, eclesial y material- al cavar y socavar a nuestra “nueva mamá tierra"! ¿Lo pillan? ¡Hagan un pequeño esfuerzo, por fa…!

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