¿Salir de las sacristías?

Es una expresión, junto a otras del mismo cuño -iglesia en salida, salir a la calle, dejar de mirarse a sí misma, ir hacia fuera-, que aunque podría parecer que está en línea con el mandato de Jesus: id por todo el mundo, predicad el Evangelio… no es oro todo lo que reluce, la verdad.

Antes, en y tras el CV II se acusó a la Iglesia -a grandes voces- de estar encerrada en sí misma. Incluso hoy se oyen estas “rajadas” que, si nunca correspondían con la realidad, hoy menos aún: más fuera de si misma no puede estar: está enajenada y fuera de sí. A veces, al intentar mirar a la Iglesia, da incluso la impresión de que no se la ve por ningún lado. ¿Exageración…?

Son voces que solo sirven para alimentar esa (IM)postura de la “salida", que es la que le interesa al Enemigo. Máxime, cuando no se sabe ni hacia dónde, ni por qué, ni para qué…, o sí, pero sin decirlo abiertamente: las “nebulosas” siempre le sirven al mismo Enemigo. En el fondo, la Iglesia solo tiene uno: Satanás y sus acólitos, que los tiene; y enfervorizados muchos de ellos.

Todo viene a propósito de apartar y sacar a la Iglesia de su lugar propio: Jesucristo. De este modo, se pretende romper -de hecho, en emplios sectores eclesiales, ya se ha roto- su vínculo con el Señor, y lo que es y representa: tanto el Señor como la Iglesia.

“Salir de las sacristías”. Vamos a meternos por ahí, que me da que hay cosas que aclarar y profundizar.

De entrada, la Iglesia Católica NUNCA ha estado encerrada, ni ha vivido así. Ha habido épocas en las que ha tenido que vivir escondida, sí, por perseguida. Pero no ha habido poder en el mundo que haya podido encerrarla: lo más parecido ha sido lo montado por el marxismo y la masonería, sus acólitos más los “tontos útiles", que abundan, han abundado y abundarán: es condición INhumana. Y nunca lo han conseguido. Un “misterio” más, que aclara perfectamente lo que la Iglesia es.

La Iglesia Católica siempre ha vivido con las puertas y las ventanas bien abiertas: de entrada, para poder respirar mejor; y también porque está enamorada de la Luz: empezando por la Luz Divina cuyo recuerdo perenne es la luz natural. Los “cenáculos” oscuros y oscurantistas y los “contubernios de sacristía” ni son eclesiales ni siquiera católicos: de hecho ya estabamos advertidos, por el mismo Señor a ese respecto.

Pero es que la Iglesia siempre ha tenido los pies ligeros y andarines: siempre “le ha tirado” la calle, los horizontes abiertos: ¡si se le ha quedado pequeño hasta el mundo! Y lo ha llenado todo…, como le había encargado Jesús.

Porque siempre ha sido fiel al mandato de Cristo: Id por todo el mundo… La Iglesia -y en Ella y con Ella, los santos-, nunca se ha casado de caminar: el mundo es de Ella y para Ella: para salvarlo y llevarlo a Dios.

¿Entonces, lo de “salir de las sacristías”, a qué viene? Viene a “sembrar cizaña", lo propio del “Enemigo del hombre” -inimicus hominis fecit hoc-, por/de todos los puntos cardinales. Y, a mi parecer, ninguno bueno.

En primer lugar, y en línea con el “diálogo con el mundo”, había que “sacar” a los sacerdotes de su sitio. O sea: descolocarlos. Y, si quedaban indefensos ante el mundo, pues de ese modo, ni sabían de dónde venían, ni para qué estaban, ni lo que eran…, tanto mejor: lo de “ser Cristo para los demás”, para todos estos sabihondos y “entendidos” de turno y nómina, se les había quedado pequeño; aparte el atractivo que el mundo y sus máximas tiene de suyo. Y tira, por supuesto. 

En consecuencia, y como primera provisión, había que “vaciar de contenido” primero, y luego por y para lo mismo, “de espiritualidad” la vida del sacerdote. Y esto ya desde los mismos seminarios, para que no supiesen siquiera ni a dónde ni a Quién mirar. “Como un pulpo en un garaje”: pues eso exactamente.

“¿Administrador de los misterios de  Dios?", “¿Ordenados para la eucaristía?", “¿Perdonar los pecados?: ¿qué pecados?", “¿Actuar in persona Christi capitis?": habrá que saber traducirlo antes, ¿no?", “¿Encarnar a Cristo?", “¿Ser Cristo presente, para convertir y salvar almas yendo por todo el mundo?"… Antiguallas, pasadas no ya de moda, sino que no interesaban ya a las gentes… ni a la parte importante de la misma Iglesia. Así lo interpretaban, y así lo han impuesto. Y con éxito, en tantísimos sitios.

Basta oír hablar a algunos cardenales -ni más ni menos que cardenales; pero igual pasa con obispos y sacerdotes-, para tener la absoluta certeza: lo que dicen es lo que se ha sembrado en ellos mismos, tal cual. Porque ex abundantia cordis, os loquitur.

Para más revolver las cosas, había que minar el “celibato sacerdotal”: no solo antigualla, sino rémora, fuente de problemas personales y colectivos, un sinsentido, mera disciplina eclesial, absurdo e inhumano, etc. A estos intentos, más viejos que Matusalén, el papa Juan XXIII los catalogaba de DELIRIO.

Por supuesto, no contentos con esto, y para seguir sembrando porquería, había que sacar a relucir lo de las “nenas": diaconisas, sacerdotas, obispas, cardenalas y, ¿por qué no? papisas… ¡Qué se les iba a poner por delante a toda esta tropa!

El efecto inmediato: se vaciaron los seminarios. Lógico: ¿quién se hace sacerdote para no casarse, para no llegar ni a mileurista, para estar al arbitrio de terceros como en ninguna empresa que se precie, y convertirse en mero funcionario y/o animador socio-cultural…? Más montar lo de cáritas, claro. Y encima sin rezar, por resumirlo y decirlo de alguna manera: ¡eso es un aburrimiento mortal! ¡No mola!

Y los ya sacerdotes -y aunque sea innegable la fidelidad y el servicio ministerial de tantos y tantos: la inmensa mayoría de ellos-, se torcieron muchos: dejaron su sacerdocio, unos; se metieron por caminos mundanos, otros; pretendieron compaginar lo incompaginable, los de más allá…, y algunos, muy pocos, acabaron como han acabado… Todo está a la vista de todos.

Y quien dice de los sacerdotes, dice de los religiosos; de los colegios “católicos"; de las catequesis; de meter al sacerdote en más y más cosas, muy poco sacerdotales en sí mismas; de entrar al trapo de todos los mantras kulturales, psicológicos y sociológicos; y hacer de todo… menos de sacerdote.

El caso era -y es- sacar a la Iglesia de su sitio. Y lo han conseguido en amplias franjas del mundo eclesial. 

Vistos los resultados -la plaza de san Pedro, el Domingo de Pentecostés (31-V-2020), era pura desolación-, ya se comprende que todo lo que sea que la Iglesia se salga de su sitio, se embelese con lo que no debe, atienda y se dedique a lo que no es para Ella… es un desatino, a más de un suicidio anunciado y programado. “La muerte pelá”: como se ve día sí y día también.

Y hay que hacer exactamente lo contrario: rectificar, que es algo perfectamente católico. Vamos, de lo más católico: se llama CONVERSIÓN

Me voy a centrar en los sacerdotes, pero vale para todas los demás alturas y horizontes.

Al SACERDOTE hay que devolverle su verdadera e insigne IDENTIDAD: sacerdos, alter Christus! Lo mismo que a la Iglesia y sus instituciones, o a los religiosos, etc. Y reconstruir desde ahí, desde la piedra angular, que es Cristo. Y estar “orgulloso” de ello, y de nada más.: Porque, El Señor es el lote de mi heredad.

Y en esta línea, hacer que se dedique a lo que debe: hablar únicamente de Dios, y acercar a todos a Dios. Al trabajo verdaderamente sacerdotal. Y, todo lo demás, cuando eso pretenda comerse su ser sacerdote, DELEGARLO.

Ahora sí, esto sí: a imitación de los Apóstoles que dejan el servicio a las mesas a los diáconos. Para ellos “dedicarse a la oración (personal), y a la predicación de la Palabra de Dios. Siempre, por supuesto, dentro de la Iglesia, intentando ser de sus mejores hijos.

Volver a la piedad sacedotal, a la frecuencia de Sacramentos, al rezo de la Horas, a los afanes de Santidad personal, a encenderse y encender a todos en el afán de almás, a ser doctos…; pero, sobre todo, a SER NORMALES, sacerdotalmente hablando. Desde el mismo vestir.

Es que si no, acaba saliendo un cardenal -como ha salido: que yo nunca me invento nada-, diciendo que “Cristo dijo tomad y comed, y no `abrid la boca´“. ¡Un genio de la exégesis este chico: y recién “horneada"!

¿No debería ser el próximo papa? Méritos está haciendo, ¿no? Quizá los de Sankt Gallen se lo estén pensado ya… si es que para entonces queda alguno para coger el móvil.

¿Salir de las sacristías? ¿No sería mejor que se salieron ellos de la Iglesia y dejasen la cizaña? Debe ser muy poco gratificante sembrar cosas que ni se comen, enredar almas e instituciones, matar la inocencia, hacer el papel del Enenmigo.

No es sería más provechoso dedicarse mejor a CONVERTIRSE, volver al Señor, volver a empezar, e intentar salvar sus conciencia y sus vidas? Eternas, por supuesto. 

Vamos a rezar por todo esto, que es rezar directamente por la Iglesia.

19 comentarios

  
Octavio
Magnífico artículo. Tiene usted toda la razón, padre.
04/06/20 5:10 PM
  
Scintilla
PArece pensado para el día de hoy. Más claro y conciso no recuerdo nada sobre la situación de los sacerdotes. En resumen: salir de las sacristías se convierte en sinónimo de olvidarse de la santidad. O la santidad sólo como lema o etiqueta: ser santos, sí, pero sin saber qué significa eso ni cómo se hace posible (empezando por la gracia de Dios, que es una expresión que ya no oigo en boca de un cura). Gracias. Y que Dios le bendiga e ilumine a muchos sacerdotes por sus caminos y vías.
04/06/20 6:33 PM
  
Aldovan
Las frases mencionadas en este artículo, nunca he podido calar. Siempre las he visto con la intención de producir un desprendimiento a la virtud de la religión. Exacerba oír críticas dirigidas hacia las personas mayores, que dedican horas a la adoración del Santísimo Sacramento, al rezo del Santo Rosario en los templos, o a sus oraciones particulares. Definitivamente, las cosas no van bien en nuestra Santa Iglesia Católica Romana. Paz y bien.
04/06/20 7:25 PM
  
Manuel
Gracias, D. José Luis. No sé lo han conseguido o están a punto de conseguirlo. A los sacerdotes, cuando nos secularizan, perdemos el sabor y no podemos dar sabor, porque no se da lo que no se tiene. Nos han vaciado el corazón y la cabeza y andamos des-locados y des-nortados, sin rumbo. Hoy, día de Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote, le pedimos a Jesús, como dice el Himno de mi Seminario: "Fórmanos sacerdotes a tu Imagen, sacerdotes que recen y trabajen, que amen tus espinas y tu cruz".
04/06/20 10:14 PM
  
Jordi
Lo de salir de las sacristías lo oigo desde los 1970, con resultados como indica Infocatólica: caída de natalidad, bodas, vocaciones, ordenaciones, órdenes y conventos.

2020: se acabó el Concilio Vaticano II, y con él, todas sus reformas. Lógico, pasaron 55 años, y Francisco es su último testigo en las últimas.

Francisco, renuncia.
04/06/20 10:28 PM
  
Soledad
Padre:
Muy buena descripción de lo que ocurre en parte de la Iglesia. Si lo trasladamos al cuerpo humano el ejemplo de una infección localizada, que se extiende, por no poner tratamiento, y que puede llegar al torrente circulatorio diseminadose y produciendo la muerte corporal es clara. Sabemos que no va a ser así, porque Cristo nos lo dice: no prevalecerán.

El problema está dentro, pero la solución tb.
En algún momento Dios permitió la acción de Satanás, y muchos fueron seducidos y derribados. Estos influyeron en otros, y como una cadena de infección, han ido penetrando, carcomiendolo todo. Creo San Pío X decia"comen la energía de la Iglesia", en relación al Modernismo. Pero no sólo el. Otros alertaron. Entre ellos San Josémaria Escriva.
Ya he comentado aquí, InfoCatolica, que mi formación, me la dio el OD. Jamás se me habló de esta situación, ni mucho, ni poco:nada. Lo comento porque supongo que esto ocurriría en otras instituciones de la Iglesia.Prudencia?....no sé, pero el tiempo a demostrado que no fue una buena opción. Algunos nos hemos encontrado de golpe con esta realidad, que precisa de un buen bisturí. Que mano lo empuñara?. Mi esperanza es que Dios lo hará, en el modo y tiempo preciso. Aquí no tengo duda.

Se debería hacer un examen de conciencia de aquellos a los que les falto diligencia y caridad para enfrentar estos desvíos.Los que ya no están, ya han respondido por ello, pero los vivos?, Yo no puedo entender el porque no se alertó con más insistencia, vehemencia y constancia. De repente algunos,yo entre ellos, nos hemos encontrado con una realidad calamitosa.Ciega ante esta realidad estaba,o muy "arropada" en un sitio seguro, al amparo de todo, pero siendo tratada como menor de edad en cuanto a la fe.

Ahora captó un derrotismo, pesimismo, un "autoflagelo" ante esta situación, que no me parece cristiana. Lo veo así porque pienso nos falta fe y confianza en Dios. Es una tentación sutil que nos lleva a veces a una crítica de consuelo, de desahogo, olvidando los medios de los que disponemos:oración y penitencia.

Mi impresión personal es que estamos en un punto de degradación y de exigencia de santidad, una cuerda de dos extremos, de donde se tira en sentido contrario. Hay que perseverar, no desfallecer: siempre fieles.
Jesús en Ti confío!!

Gracias Padre por su valentía y sinceridad. Que Dios le bendiga.


05/06/20 11:07 AM
  
Fernando Cavanillas
Muy buen artículo padre. Así es.

La prueba que está pasando la Iglesia creo que puede ser la más difícil de sus 2.000 años de historia. Quizás no en cuanto a persecución violenta (que también la hay en muchos lugares), pero sí en cuanto al enemigo interior, que es mucho más dañino. La crisis interior es la más peligrosa.

Pero no olvidemos que nuestro Señor Jesucristo es quien gobierna la Iglesia, y que esto es sólo una prueba de Amor. Una prueba de fidelidad, como la del santo Job. El que persevere hasta el final se salvará... y la renovación de la Iglesia vendrá con toda la fuerza, eso es seguro. Cuando venga esa renovación interior es posible que entonces comience una horrible persecución... es el sino de los cristianos, de los católicos. Siempre seremos perseguidos de una u otra forma, así que a seguir proclamando la Verdad, en estos tiempos tan difíciles es absolutamente necesario!!!
05/06/20 11:50 AM
  
María de las Nieves
Jesucristo es la piedra angular como Ud indico en su artículo anterior y la Iglesia nace para vivir del misterio de la Cruz; Muerte y Resurrección; Ascensión y ya tenemos el Espíritu Santo Consolador el mismo Espíritu del Padre y del Hijo que viene a nosotros a hacer morada en nosotros para transformarnos purificarnos; convertirnos a su Persona elevarnos; resucitarnos.

Nuestra Iglesia está en donde se celebra el Sacrificio memorial de su Pasión y esto se llama.Muerte y Cruz para vencer por su Santo Espíritu o acaso tenemos a Jesucristo colgado de adorno?
Sin la Cruz personal asociada a la Cruz redentora no hay más que una reunión de amigos para comer y hacemos de lo Sagrado y la Liturgia; cuando no entramos en el sufrimiento del Señor una parodia de algo tan dramático como la Cima Santa del Calvario.

La conversión es a El y entonces seremos Iglesia de El y desde ahí desde la realidad celeste iluminar la Tierra en todas sus realidades; la realidad terrestre ; las Teologías de liberación o grupos de ayuda no es la Iglesia del Señor por muchas buenas acciones que se hagan; en sacristía o en los confines del mundo.
Volver al kerigma a lo pequeño tan grandioso y preguntémonos hoy por fallecidos sin atención espiritual y sus familiares en esta realidad de la Tierra sin precedente con este virus.

Estuvo el cielo cerrado? O como el mártir Esteban vimos el cielo abierto y al Señor a la diestra de Dios?
Dios interviene si picamos a su puerta y sino nosotros se la cerramos.
Si seguimos así moriremos en nuestro pecado; y haber donde está la predicación para la esperanza y conversión.
Pidamos vocaciones gritemos por la predicacion que llegue al oído y entre al corazón para Seguimieto y Servicio al Señor y a los fieles y reconstruiremos Su Iglesia.
Oro por Ud Sacerdote fiel y así abramos la puerta dela Verdad de par en par .Ore por nosotros.
05/06/20 12:15 PM
  
Francisco V
Qué bárbaro D. José Luis. Lo ha "clava'o". Dios le premie por su lucidez. Yo añadiría a todo esto que necesitamos mirar al cura de Ars. Que S. Juan M Vianney interceda para que Dios suscite Santos sacerdotes. Gracias.
05/06/20 12:34 PM
  
José María
5 de junio de 2020

Muy querido D. José Luis:

¡Cristo nos saca del abismo en que estamos caídos y nos lleva victoriosamente con Él!

Le comento, D. José Luis, su artículo, aprovechándome, una vez más, de todo lo bueno que usted nos dice.

Coincido con usted en que, en la Iglesia y con Ella, los santos nunca han estado “encerrados en sí mismos” ni en ninguna sacristía. Menos todavía han estado “enajenados” o “fuera de sí”, para rabia y desconsuelo de nuestro Enemigo.

Coincido también en que ha habido y hay un “salir de la sacristía” que equivale a que muchos sacerdotes se hayan quedado y se queden sin Jesucristo, es decir, “descolocados y sin norte”.

Coincido asimismo en que es más provechoso que nos dediquemos a convertirnos al Señor.

Coincido en que tenemos que rezar por nosotros y por la Iglesia.

Pero, más allá de esto, ¿cómo se le devuelve al sacerdote “su verdadera e insigne identidad”, y lo mismo a la Iglesia y sus instituciones, o a los religiosos, etc.?

Nos toca, creo, rezar, como usted dice, y aguardar con paciencia hasta la venida del Señor, imitando lo más posible al labrador mencionado por el apóstol Santiago (5, 7-8).

Muchas gracias, D. José Luis.

Un fuerte abrazo:

José Mari, franciscano

Muchas gracias también a sus comentaristas.,






Creo que, tanto a nivel personal [porque es uno mismo el que debe empezar a hacerlo],como institucional, apunto por dónde se debería empezar a devolver a los sacerdotes, a los religiosos y a los laicos, su verdadera y única identidad, que es la de "hijos en el Hijo por el Espíritu Santo": Mirar a Cristo, Escrituras, Sacramentos, Oración y Dirección Espiritual. Con la lucha personal e insustituible para buscar ser, en verdad, otro Cristo, el mismo Cristo.
Un gran abrazo.
05/06/20 5:02 PM
  
Vicente
alimentarnos con la Palabra y los Sacramentos para salir a buscar a las ovejas perdidas.
05/06/20 9:27 PM
  
LUCHO
Querido don Jose Luis. Su artículo podría resumir en una sola idea (la destrucción del sacerdocio católico) las 505 páginas que le costó a Romano Amerio, en su Iota Unum, describir los muchos males que padeció y padece la Iglesia del PostConcilio. Efectivamente, el objetivo a destruir son nuestros curas. En términos militares diríamos que es un objetivo de alto valor estratégico para cierta gentuza: la destrucción del sacerdocio católico implica, necesariamente, la destrucción de la Iglesia. Es una meta a la que lleva dedicada la masonería secular varios siglos y, desde la muerte de Pío XII en que perdieron el miedo y la vergüenza para aparecer en público, se dedican también a ello los modernistas: altas figuras de nuestra jerarquía eclesiástica, infiltrados en la Iglesia de forma masiva desde los tiempos de aquél Arzobispo santo que fué Fulton Sheen.

Nosotros queremos, necesitamos y rezamos por nuestros curas. Los queremos de veras y los necesitamos santos, que amen a Cristo. Cuando veo a un cura hacer una genuflexión ante el Sagrario, sufro un ataque de gusto: es evidente que ese hombre quiere al Señor, sabe que está ahí y para mí, con ese gesto, me da una completa confianza en él. Y me acerco al confesionario a que limpie el estiércol de mi alma.

Pero hay gentuza dentro de la Iglesia tratando de apartar al sacerdote del trato con el Señor, aduciendo milongas falsas: menos rezar y más activismo social; menos trato con el Señor y más asuntos temporales que no son de su incumbencia: asuntos de justicia, abolición de la pobreza, inmigración, cambio climático, reciclado del plástico y más rolletes ecológicos. Y como éramos pocos, parió la abuela: ahora rollete también ecuménico, de forma que todas las religiones valen igual porque esa es la voluntad del Creador. Y que no se le ocurra a ningún cura ni laico hacer apostolado/proselitismo. Lo que debe hacer el cura es contactar con el rabino y el mufti más próximos para dar buena imagen del diálogo inter religioso, y ecuménico y tal.

Para los católicos, la santidad de nuestros curas y su fidelidad a la voluntad de Cristo, que los quiso para que nos llevaran al Cielo, es cuestión de supervivencia, temporal y eterna. Hay que rezar por ellos a tiempo y a destiempo.

Don Jose Luis, le dejo unas Letanías por los sacerdotes que rezo a diario desde hace mucho tiempo, por si considera apropiado publicarlas para que otros se animen también a rezar por nuestros curas. Usted decide si las publica o si borra este párrafo y lo que sigue.

LETANÍA POR LOS SACERDOTES
Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios Padre, de quien recibe su nombre toda paternidad en el Cielo y en la Tierra, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Sumo Sacerdote eterno y soberano Rey, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, fuente de toda santidad y Guía de los pastores, ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad un solo Dios, ten piedad de nosotros.

Por el Papa, óyenos, Señor, y ten misericordia.
Por todos los cardenales, óyenos, Señor, y ten misericordia.
Por todos los obispos, óyenos, Señor, y ten misericordia.
Por todos los sacerdotes, óyenos, Señor, y ten misericordia.
Por todos los diáconos, óyenos, Señor, y ten misericordia.
Por todos los seminaristas, óyenos, Señor, y ten misericordia.
Por todos los ministros de la Santa Iglesia de Dios, óyenos, Señor, y ten misericordia.

Por los sacerdotes fieles a sus votos, Sangre preciosa de Jesús, fortalécelos.
Por los sacerdotes que se esfuerzan en pos de la santidad, Sangre preciosa de Jesús, fortalécelos.
Por los sacerdotes reverentes con la liturgia, Sangre preciosa de Jesús, fortalécelos.
Por los sacerdotes ortodoxos en la doctrina, Sangre preciosa de Jesús, fortalécelos.
Por los sacerdotes valerosos en la predicación, Sangre preciosa de Jesús, fortalécelos.
Por los sacerdotes magnánimos en la Confesión, Sangre preciosa de Jesús, fortalécelos.
Por los sacerdotes entregados a las obras de misericordia, Sangre preciosa de Jesús, fortalécelos.

Por los sacerdotes desorientados, Sangre preciosa de Jesús, consuélalos.
Por los sacerdotes desmoralizados, Sangre preciosa de Jesús, consuélalos.
Por los sacerdotes agotados, Sangre preciosa de Jesús, consuélalos.
Por los sacerdotes a los que nadie aprecia, Sangre preciosa de Jesús, consuélalos.
Por los sacerdotes calumniados, Sangre preciosa de Jesús, consuélalos.
Por los sacerdotes perseguidos, Sangre preciosa de Jesús, consuélalos.
Por los sacerdotes silenciados, Sangre preciosa de Jesús, consuélalos.

Por los sacerdotes abusadores, Sangre preciosa de Jesús, lávalos y conviértelos.
Por los sacerdotes ambiciosos, Sangre preciosa de Jesús, lávalos y conviértelos.
Por los sacerdotes irreverentes, Sangre preciosa de Jesús, lávalos y conviértelos.
Por los sacerdotes herejes, Sangre preciosa de Jesús, lávalos y conviértelos.
Por los sacerdotes cobardes, Sangre preciosa de Jesús, lávalos y conviértelos.
Por los sacerdotes resentidos, Sangre preciosa de Jesús, lávalos y conviértelos.
Por los sacerdotes tibios, Sangre preciosa de Jesús, lávalos y conviértelos.

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, libra y salva a tus sacerdotes.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, sana y haz puros a tus sacerdotes.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, multiplica el número de tus sacerdotes santos.
V. Levántate, Señor, y ven a tu morada, Tú y el arca de tu majestad.
R. Vístanse tus sacerdotes de justicia y exulten tus piadosos.
Oremos. Señor Jesucristo, ten piedad de tu Iglesia y haz resplandecer sobre nosotros la luz de tu rostro, para que los que habitamos en este valle de tinieblas nos libremos de los males que nos afligen, y nos concedas numerosos pastores que sean de tu agrado y guíen santamente a tu rebaño a pastos de gracia y gloria, donde habitas y reinas con el Padre en unidad del Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos, amén.
• Santa María, Reina de los sacerdotes, ruega por los predilectos de Jesús y por nosotros.
• San José, casto esposo de María, ruega por los predilectos de Jesús y por nosotros.
• San Miguel Arcángel, Príncipe de los Príncipes del Cielo, ruega por los predilectos de Jesús y por nosotros.
• San Juan Bautista, Precursor de Nuestro Señor, ruega por los predilectos de Jesús y por nosotros.
• San Juan, discípulo amado del Señor, ruega por los predilectos de Jesús y por nosotros.
• San Juan Crisóstomo, Patrono de los Predicadores, ruega por los predilectos de Jesús y por nosotros.
• San Juan Mª Vianney, Patrono de Párrocos y Sacerdotes, ruega por los predilectos de Jesús y por nosotros.
05/06/20 10:41 PM
  
José María
6 de junio de 2020

Querido D. José Luis:

Me doy por muy respondido con su aclaración. En realidad, usted ya lo exponía todo con la suficiente claridad en su artículo. Relacionada con éste, mi pregunta era, pues, inútil, pero la hacía para insistir en que, en este mundo, el trigo y la cizaña irán siempre juntos (en nuestros corazones y en las instituciones) y para subrayar que nos toca vivir y trabajar con la fe y la esperanza puestas en el Señor Jesús, a quien estamos aguardando.

Un fuerte abrazo:

José Mari, franciscano

Un agradecimiento especial a “Lucho”, su comentarista. Me ha encantado su letanía por los sacerdotes y espero hacerla yo también.

06/06/20 6:42 AM
  
Scintilla
* San Juan de Ávila, Patrón de los sacerdotes españoles, ruega por ellos.
06/06/20 8:25 AM
  
maru
Pero vamos a ver, quién fué el primero que dijo''id a todo el mundo y proclamar el Evangelio'' acaso el Papa Francisco o Jesucristo? Cuando hubo más misioneros que marchaban a lugares remotos, sino hace siglos, cuando no existian ni los medios de comunicación de hoy dia? Creo recordar que el Papa León XIII, ya dijera a los sacerdotes que salieran de las sacristias. O sea que este mandato, no es de ahora, como parece que se quiere hacercreer, sino que era y es la identidad de la Iglesia Católica. A veces, P. Aberasturi, hay que tener más paciencia que el santo Job leyendo estas memeces de ahora, pero por lo que estoy leyendo en el.libro de Mattei, vaya, vaya, con lo que se coció en el Vatc.II, a todos los niveles. En fin.... esperando que el Señor y su Madre vengan en ayuda de la Iglesia, porque le hace más falta que nunca, ya que el enemigo está dentro,muy bien instalado.
06/06/20 12:16 PM
  
pacg
Y a toda esa cizaña masona, ¿no se la puede excomulgar, acaso?
Excomunión, reducción (obvia) al estado laical. Y después, si además has estado involucrado en delitos civiles (corrupción de menores, malversación de fondos, conspiración para acabar con la vida de las personas, ...), ya te las tendrás que ver (tú solito y tus demás excomulgados cómplices) con los tribunales civiles. Según el Derecho Penal (y a que hubiese lugar) de cada país.
Pero en la Iglesia ya no estás. Y ni te podrás servir de Ella ni podrás seguir dañándola con el fajín puesto. Excomulgado.
Y a ver cómo haces para volver a las andadas.
¿Quién tiene la autoridad para hacer esto?
Obviamente el Papa, ¿verdad?
Así ha sido siempre. Y ahí está la Historia (y el Derecho, imagino) para consultar todos esos casos.
06/06/20 3:00 PM
  
Ideantioquia
D. José Luis. Suelo seguir sus ideas. Como tantos, amo a la Iglesia. Soy fiel casado. Parecía que el pontificado de san Juan Pablo II había reorientado las esencias de la Iglesia. Parecía que la sabia santidad de Benedicto XVI había desterrado el librepensamiento ofuscado dentro de la Iglesia Católica. Había certezas sobre la biografía de Jesucristo, sobre la Caridad, la Espera y la Fe (encíclicas de Benedicto XVI)... El Catecismo de la Iglesia Católica, una puesta apunto del Código canónico...
Sin embargo, como las bajas pasiones, "todo lo demás" también estaba esperando su momento... para restar las certezas de los años 1978 a 2013... ¿Por qué? ¿los obispos? ¿los nuncios? ¿los cardenales?¿Quién dentro de la Iglesia trabaja con denuedo por hacer más magra la Iglesia de Jesucristo? ¿Quién dentro de la Iglesia capitanea al pueblo fiel? [Siento ser directo, pero lo quiero decir] Si los obispos fueran "apologetas"; si los responsables de órdenes religiosas fueran enamorados de su fundador/a; si los centros de formación fueran calderas para iluminar las cabezas e incendiar el corazón... quienes recomenzamos muchas veces al día sentiríamos menos impotencia al ver cómo avanza la NADA... ¿Quien, quienes, aquí, a pie de obra, contagian la Luz de Cristo? ¿Quien, quienes hacen una planificación estratégica para contagiar la Luz de Cristo? La NADA parece ganar almas para que no gocen de Dios... Mañana, fiesta de la Santisima Trinidad... locura para la inteligencia sin Gracia y felicidad para el alma endiosada: un mismo Dios, que es Creador, Redentor y Vivificador, en tres personas, sin confusiones, con roles muy claros según la Hª de la Salvación... Gracias, siempre, por sus alentadoras palabras.
06/06/20 9:55 PM
  
Pedro Amate de Torrejon
Jesús de Nazaret nació de Santa María Virgen por Obra del Espiritu Santo. Y después de su Pasión y Muerte ascendió a los cielos para quedarse con nosotros Sacramentalmente en Su Iglesia. No estamos solos ni desatendidos. El Señor Jesús es el Verbo Encornado ; y en Él reside toda la plenitud de la Divinidad: la Santísima Trinidad ; Dios Todopoderoso: Padre,Hijo y Espiritu Santo.

¿ Que es lo que ha ocurrido ?....Que las profecías se cumplen ; y después de un largo periodo de tiempo de más de XIX siglos Dios esta poniendo a prueba la Fe de la Iglesia para dar la oportunidad de incorporarse a la Iglesia a los que siempre estuvieron fuera de ella ; y para abrir la puerta de par en par a los que no son dignos de permanecer dentro de sus puertas.

El Diablo ha sido soltado del " pozo del abismo" y con él una plaga de langostas que asola la la Iglesia y al mundo entero .Gracias a Dios y a la Santísima Virgen María ; la Iglesia , que nos ha dado a Luz un " hijo varón " para no dejarnos huérfanos en este tiempo de prueba.

Muchas gracias padre José Luis Aberasturi : Usted es un digno miembro del " hijo varón " de Dios Todopoderoso y de Su Esposa la Iglesia..Y ccumple magistralmente con su misión ; hace lo que debe hacer. Ojalá muchos como usted hagan lo mismo.San Josemaría Escriva de Balaguer decía : " A la cobardía le llaman prudencia ".......

Un cordial saludo : Paz y Bien.
07/06/20 9:08 AM
  
Argia
Lucho
Me da un palo que me muero, rezar letanías que no sea la del rosario, pero la que has escrito, me parece tan buena y acertada, que la voy a rezar.
Nunca he podido entender que los sacerdotes que son personas tan escogidas por Jesucristo, anden con tantos problemas, parecen más desvalidos que los seglares, y por otra parte, a veces es muy dificil decirles cosas, aunque sean positivas o de ánimo. Esto último, a lo mejor es una cosa que me pasa a mi.
Por otra parte, durante toda la historia, ha habido santas, creo que más que santos, que han dedicado su vida a rezar por los sacerdotes, eso quiere decir que han necesitado en todos los tiempos mucha oración.
Los tiempos difíciles, son tiempos de santos.
Don Jose Luis, a lo mejor Ud. podría reunir de vez en cuando a los sacerdotes desanimados, o extraviados, y meterles un chute de Fe y de ánimo, quizás ya lo haga...




Pues, sinceramente, he dado bastantes retiros a sacerdotes, pero me parece una idea estupenda la que apuntas. Lo que no sé es cómo montarlo. Por mi parte, estaría encantado.
07/06/20 4:06 PM

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