"Servidores de Cristo y Administradores de los Misterios de Dios"
Así nos lo ha dejado escrito san Pablo en su Iª Carta a los Corintios: Hermanos: que la gente vea en nosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Esta es nuestra “Vocación” y, por tanto, nuestra “Misión” como Sacerdotes. Y no es otra distinta.
Como es lógico y perfectamente entendible, se dirige muy en especial a los miembros de la Jerarquía de la Iglesia, de todo tiempo, en cualquier circunstancia y en todo lugar. Es Doctrina PERENNE en la Iglesia. Por tanto, esto no puede cambiar, ni cambiarse. Y si alguien lo pretende, hay que contestarle que “naranjas de la China”, o “tararí que te ví”.