Solo la Verdad "mata" las ideologías.

Y me da que no hay muchos más remedios. Vamos: no hay ninguno más que sea realmente aficaz. Placebos hay todos los que quieras; incluido el alcohol, por ejemplo.

Estamos sembrados de ideologías, y estamos más que escasos de pensamiento. Estamos bombardeados por (anti)culturas inhumanas, y estamos casi indefensos -o sea: entregados-, porque no queremos empuñar las armas para el combate: bastaría decir, “el rey va desnudo"; pero ya no estamos ni para eso. Estamos enterrados en corrupción porque hemos perdido el vigor moral que, antes y a la vez, es intelectual. Y estamos así, porque hemos “muerto” para la Verdad: literalmente nos hemos “suicidado", tanto en el plano intelectual como en el moral, que además de inseparables se retroalimentan mutuamente. Y este análisis -o denuncia- vale también en el horizonte eclesial.

Por cierto: estoy escribiendo el término “Verdad” siempre con mayúscula y de propósito: porque no hay “verdad” sin Verdad. Como no hay hombre sin Dios. Como no hay Iglesia Católica sin Jesucristo. Hay -sobreabundan-, las ideologías como he dicho; y lo digo porque es patente; pero estas no tienen nada que ver, ni con la Verdad ni con la verdad: son incompatibles; es más: a las dos las matan.

¿El remedio a todo este panorama? Hay que perder el miedo a la Verdad. A buscarla, a encontrarla, a tenerla, a defenderla, a transmitirla, a quererla, y a vivir de/por/con Ella: porque sólo este horizonte es el verdaderamente humano. Es el único horizonte digno del hombre y, por consiguiente, el único que lo engradece y le sirve. Al hombre.

Siempre me acordaré de una persona que, económicamente y por cuestiones que no son ahora para airear, lo estaba pasando mal: iba muy justita. Un par de familiares muy cercanos, en sendas ocasiones le ofrecieron dinero, con la condición de que no se lo dijera a sus respectivos cónyuges, porque igual no lo entendían o no acogían el gesto de buen grado.

Y esta persona, en las dos ocasiones y después de tener el sobre en la mano, lo devolvió, diciendo: “es que, en esas condiciones, yo no puede coger este dinero, porque NO ES VERDAD"; en el sentido de que no podía admitir que, si por cualquier motivo le preguntasen, tuviese que MENTIR. Y lo devolvió. Más ejemplar, imposible. Esto es una persona con principios; es decir: esto es una persona. O cuántas veces, personas que se han encontrado sumas fuertes de dinero las han entregado a las autoridades “porque no era suyo".

Hay que vivir en la Verdad, porque sin ella la vida no es digna de la persona…, y no compensa.

El primer escalón de las ideologías son los “a priori” en los que uno se coloca; y, a partir de ahí, se “construye” -se inventa- lo que haga falta.

Por ejemplo: si yo me coloco en la postura, en el “a priori", de que “mi cuerpo es mío” cegándome a que la vida que he engendrado es “otra vida” distinta a la mía -tan “distinta” que la puedo matar sin matarme; lo contrario no: porque no es “independiente": si me mato, la mato-; por tanto, no cabe y está fuera de lugar “el cuerpo es mío", con este planteamiento la puerta para el aborto está abierta totalmente; es decir: “justificada". Pero claro: convertir al hijo engendrado en “un grano", o en una piedra en el riñon. es MENTIRA, porque no lo es.

Si me instalo en que la diferencia entre estar casado o arrejuntado son “los papeles", efectivamente: ¿para qué me voy a “casar” si es lo mismo? O mejor, incluso, tal como están las cosas…

Si, además, los que “hacen” la “cultura” -porque pagan para eso-, o sea, los poderes públicos, corrompen el respeto a la verdad -a la realidad- y el deber de vivir así, o sea, corrompen las conciencias, la persona está así desamparada y, por ende, vendida.

Y si, para mayor abundamiento y seguir ahondando la fosa de lo humano, los poderes eclesiásticos se suben a esa misma ola, entonces el resultado es demoledor: lo del caballo de Atila no tiene ni color, y no pasa de anecdotilla cuento-histórica.

Por ejemplo: ¿qué pinta pretender sostener que el Sacramento del Matrimonio -yo no se habla ni se escribe del “Santo Matrimonio", ¿para qué?- sigue vigente y en todo su esplendor, si luego y a la vez se sostiene y se jalea que una persona casada y en situación estable de concubinato puede decidir en conciencia que tal situación para él, en sus circunstancias, no es moralmente grave y puede por tanto, en conciencia, acercarse a los Sacramentos, y debe ser admitida a ellos?

¿Qué sentido tiene, en la Iglesia Católica, seguir hablando de Ley Moral -Lex perfectae charitatis- cuando a la vez se enseña y se admite que la conciencia propia, no solo al mergen sino en contra de toda la ley moral -natural y divina, que dicen lo mismo- está por encima de esa Ley, y es, por tanto, el útlimo árbitro en el orden moral?

¿La “objetividad” de la Ley está ya totalmente subsumida por la “subjetividad” de la conciencia, y pretender argumentar con la Ley Moral en la mano es cosa de estrechos, rígidos, melancólicos de un tiempo que pasó, inhumanos, jueces inmisericordes, etc?

Y todo esto no se arregla con el “a priori” de que “al Papa lo elige Dios” -cosa que no es Verdad-, o “el Papa es el Papa” -cosa que ningún católico niega-; pero ya con estas dos frasecitas hemos arreglado el mundo y la Iglesia; cuando, de este modo, acabamos siendo más papistas que el papa y, de la misma, más deístas que dios. Y no arreglamos nada, porque tragamos con todo: “las ruedas de molino” las hemos convertido en meras “tortitas de arroz sin azúcares añadidos". En la sociedad, y en relación a la política, pasa exactamente lo mismo, como no pueder ser de otra manera si pasa en la misma Iglesia.

La Iglesia Católica se ha construido -y se construye: no puede ser de otra manera-, a pesar de los pesares, sobre la VERDAD que es Dios: su Palabra y su Persona. De ahí que nunca haya tenido miedo de confrontarse con la “verdad” a ningún nivel: ni intelectual, ni político, ni moral, ni filosófico, ni científico, ni cultural.  Y, modestamente, vence siempre. Lo que no puede es “apearse de ahí", porque dejaría de ser la Iglesia Católica.

Siempre tendremos como referente, como criterio y como salud -humana y sobrenatural: las dos-, las palabras del mismo Jesucristo: Veritas liberavit vos: la Verdad os hará libres. Y solo Ella: porque esa Verdad es únicamente Él.

¿Sínodo de los jóvenes? ¡Por supuesto! Pero desde aquí, y sin salirnos de aquí: porque Jesucristo lo ilumina todo. ¿Sínodo de las familias” ¡Ánimo con ello!. Pero con la misma receta, porque no hay otra.

¿Y cómo se arregla el “kaos” eclesial a nivel doctrinal, moral, disciplinar…? No hay otra meta a la que llegar, ni se puede partir de otro “Principio” que el que se nos ha dado: Yo soy la piedra angular. Aparte que, pretender “dar coces contra el propio aguijón", como nos dice san Pablo, es “de médico". Médico “de lo intelectual” si lo hubiera; que me da que no.

¿Cómo se ha podido pretender, desde dentro de la misma Iglesia Católica, y como lo más de lo más: o sea, como “soplo” del Espíritu Santo este “kaos” en el que estamos casi enterrados? Me da que algunos Le oyeron toser y/o estornudar y se creyeron que les estaba hablando. Y el problema fue que, como es natural porque nada había dicho, a a hora de pretender plasmarlo no se pusieron de acuerdo entre ellos -era imposible-, porque cada uno creyó oir una cosa distinta. Y así vamos: en una nueva Torre de Babel".

¡Ojo, pues :que lo de la torre esta fue un castigo divino por la soberbia de los hombres! Como para dejarse de frivolidades o veleidades pseudo-misericordiosas o pseudo-teológicas.

Porque, y es la última pregunta que lanzo: ¿Quién fue el genio -o los genios- que,desde la Iglesia, pretendió que podíamos y  debíamos “aprender de todos": de los “hermanos separados", de los no creyentes, de las otras religiones, de los paganos y, ahora, de los jóvenes? ¿Esto va en serio? Debe ser que sí, porque así nos va.

Hombre: que todos podemos y debemos aprender de todos, está muy bien, como cosa general; pero si no se concreta es una falsedad del tamaño del vaticano. Por ejemplo: yo no puedo aprender francés de uno que no lo sabe, por muchas matemáticas que sepa; ni puedo aprender matemáticas de un filólogo alemán, por muy sabio que sea en lo suyo; no puedo aprender modales de un maleducado compulsivo; ni aprender a amar la virtud de una persona moralmente podrida; ni medicina de un literato… Y así hasta mañana.

Pero, volviendo a la Iglesia Católica, que ha nacido de la Verdad, para vivirla, defenderla, sacarle todas sus potencialidades y enseñarlas así a los hombres para que sean felices y se salven…, pretender que no tiene nada que enseñar y mucho que aprender es de una estultez con máster: porque se ha estudiado, y a fondo.

Con esa postura, lo único que se ha logrado -patentes están lo resultados- que la Iglesia callara cuando debía alzar la voz, que se apagara la recta doctrina por falta de uso, y que ya no se supiera distinguir nada de nada: “no juzgar” es la máxima de las máximas. 

Pero así, ¿qué queda de la Iglesia? Lo mismo que está quedando del hombre: una sombra; o lo mismo en que están quedando casa religosa sí, y casa también: que cierran.

Amén.

Y recen por mí.

10 comentarios

  
Echenique
La misericorditis que padecemos es la misericordia que, al separarse de la Verdad y la Justicia se vuelve loca y justifica cualquier aberración. La pastoralitis es la pastoral que, al prescindir de la Doctrina, se pierde por los cerros de Úbeda. La sodomitis y la gomorritis es a donde nos lleva la pastoralitis y la misericorditis y ya sabemos cómo acabaron Sodoma y Gomorra, aunque la misericorditis pretende vendernos versiones espúreas del pasaje bíblico.
08/10/18 9:42 PM
  
Juan Andrés
Creo que la referencia a la Torre de Babel es muy gráfica y puede ser que el Señor ha decidido envolvernos adrede en esta confusión ya que, dentro de la Iglesia, parece que no hay forma de entenderse porque no sólo se hablan distintos "idiomas" sino que se está en distintos planos.
09/10/18 12:08 AM
  
Martinna
P. Aberasturi,
Parece que otros piensan y ven como usted que esto no va bien. Van cayendo en la cuenta de que hay que poner orden. En mi parroquia se han puesto las pilas y nos están dando un buen curso de teología. Los domingos reparten folletos con explicaciones, las lecturas y oraciones de la misa para seguirla bien. Ofertan libritos de doctrina, lectio divina y enseñanzas católicas. Proponen a todos inscribirse para ofrecerse a ayudar en las actividades, catequesis, caritas, oficina y demás servicios parroquiales... En veinte años no había visto una normalización de la comunidad parroquial tan adecuada.
Se lo comento para que se alegre de que hay otros sacerdotes como usted que piensan que la Verdad hay que transmitirla, defenderla, vivirla...




Muy bien, Martinna. Me da mucha alegría lo que cuentas.
09/10/18 12:48 AM
  
El gato con botas
Tan sólo con que la Iglesia proclamase la verdad, en este caso con minúsculas, se disiparían muchas confusiones y numerosas ovejas volverían al redil.
Por ejemplo: bastaría con que recordase que las ideologías ateas, en menos de un siglo han sido las causantes de decenas de millones de muertos.
Bastaría con que recordase que la masonería con su revolución francesa hizo aparecer al proletariado, cuando antes no existía.
Bastaría con que recordase que la masonería con sus desamortizaciones fue la causante de una gigantesca pérdida de patrimonio arquitectónico y artístico de todo tipo, para beneficio de la burguesía, amén de una deforestación ecológicamente catastrófica.
Bastaría con que recordase la contribución de científicos laicos y sacerdotes a las ciencias.
Y para finalizar bastaría con que recordase que, gracias al feminismo, la mujer tiene un derecho que el hombre no ha alcanzado: el derecho a matar a su hijo.

No lo hará, porque la lista Pecorelli ( actualizada, claro está) es amplísima y paraliza toda acción en este sentido.



Me parece bien. Pero sin olvidar que la Iglesia no es una academia de la historia, ni siquiera para recordar los agravios y las persecuciones sufridas: es un Camino de Salvación, y solo debe "predicar a Cristo, y Este crucificado": san Pablo lo dejó meridiano.




09/10/18 1:43 AM
  
YH
La Verdad dejó de escribirse con mayúscula cuando se impuso el relativismo en todo el Mundo. Han manipulado también nuestro lenguaje quitando mayúsculas a todo lo importante: Rey, Obispo, General, Nación, Ciudad, Santo, La Cruz...etc, mientras a veces para referirse a Jesucristo o a Dios no dicen: El, sinó "el" con minúscula, pocos se dan cuenta de esto, por lo que le felicito a usted. Y eso no queda ahí, se demoniza las palabras como adoctrinar (que no significa manipular sinó instruir) cambiar la palabra evangelizar por "hacer proselitismo" y así con todo, mientras utilizan eufemismos para embellecer el mal -que no pondré ejemplos por riesgo a ser censurado-.
Aplaudo su valentía y espero que muchos le sigan, a la vez que recomiendo estar alerta ante la manipulación del lenguaje en contra de la Fe (que también se escribió siempre en mayúscula).
Respecto a la corrupción: estamos en lo que se llama una Guerra Híbrida que ataca a todo y a todos, tenemos el enemigo "en casa", sólo nos salvaremos si Dios quiere a base de resistir; de recordar la Verdad, de preferir la muerte a corrompernos; de que los buenos líderes sean tan valientes como el mártir más insignificante de nosotros; de encontrar la oportunidad de un buen contra-ataque y no desaprobecharla por dudas o miedos; de ser aún más persistentes y poner tanto más empeño que los servidores del mal en ganar el Mundo para Nuestro Señor. Por cada uno que muera o se pierda salvemos cien más.
Ave María gratia plena....
09/10/18 10:39 AM
  
maru
Cada dia, se supera P. Aberasturi!. Leer sus artículos, es para mí lo más. Dios lo bendiga y siga diciéndonos la VERDAD, yo por lo menos, lo necesito.


Muchísimas gracias, Maru. Reza por mí.
09/10/18 10:57 AM
  
hope
La Verdad se dice completa no a medias, ni un poquito, como para que no ofenda, eso es avergonzarse de Cristo.
09/10/18 8:20 PM
  
Rubén (de Argentina)
El P. Aberasturi se pregunta y nos pregunta:

¿Quién fue el genio -o los genios- que, desde la Iglesia, pretendió que podíamos y debíamos “aprender de todos": de los “hermanos separados", de los no creyentes, de las otras religiones, de los paganos y, ahora, de los jóvenes?
Pues el genio —o los genios— fueron aquellos que olvidaron lo que nos dijo el Señor:

porque uno es vuestro Maestro, el Cristo; y todos vosotros sois hermanos.
y también:

Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir. El me glorificará, porque tomará de lo mío y os lo hará saber.

La Iglesia Católica solo puede aprender de aquello que viene de la Santísima Trinidad.
10/10/18 3:07 AM
  
Raquel D. Catequista
Ante todo, no olvidamos orar por Ud. para que siga con La Verdad y nos la comunique.
"Que todos podemos y debemos aprender de todos" es tan irregular confiarse de ello, que me pareció en el Movimiento Cursillos de Cristiandad, la manera de acallar a quienes tenían la dicha de haber estudiado Catequesis o Teología. De hecho había un teólogo en el MCC, estudioso y se preparaba a ser Diácono permanente, cuando murió el Obispo, y el que llegó "cerró" la posibilidad. Me di cuenta cómo no querían escuchar ni a un simple Catequista, menos a un Teólogo... Así es ahora en lo que se presenta en la Radio Diocesana. Una vez llamé y dí una objeción y me contestaron: Lo importante es hacer opinar a la gente. Y el tema no era opinable: Sobre la Virginidad de María, ¿ Qué hubiera pasado si la santísima Virgen no dice Fiat? ... Digo que considero no opinable puesto que Dios así lo tenía planeado desde el Génesis: La eligió por Madre, y la preservó Inmaculada. No volví a escuchar Vox Dei, Radio diocesana.
Pero es que ahora, lo importante no es la Verdad. Es mejor la ambigüedad. La opinión del Papa actual también me parece que está prevaleciendo a la Doctrina Sana... Por eso uno va a la Iglesia con la sospecha de QUÉ ADEFESIO IRÉ A ESCUCHAR...
Ore padre, por nosotros los pobres fieles.
11/10/18 10:13 PM
  
pedro de madrid
Escribe con ejemplos demostrativos de lo que está sucediendo en la Iglesia de Jesús, para abrirle los ojos a algunos despistados eclesiales, y lo consiguirá gracias a Dios, ya que otros se consideran que lo saben todo, que no lo precisan, y al resto de los creyentes que estamos dormidos.
Padre Nuestro y Ave María
12/10/18 7:50 PM

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