¡Gracias, Ecuador!
Hace varios años tuve ocasión de predicar un retiro espiritual a un grupo de religiosas en Loja. Ya con ocasión de ese viaje aprendí, como colombiano que soy, a amar a nuestro vecino y hermano país, el Ecuador. Mi sentimiento de afecto y mi deseo de toda bendición para esa querida nación han aumentado con motivo de la reciente misión que allí pude realizar, del 6 al 12 de enero pasados.
¿Qué encontré? Invitado por la Renovación Carismática Católica, mi entorno fue el de los Grupos de Oración. Amor fraterno, alegría espontánea, fervor en la alabanza, hambre de la Palabra de Dios, son algunas de las señales que marcaron positivamente mi estadía en Quito, en donde prácticamente se desarrolló mi apostolado.

Hace poco volví a escuchar aquella pregunta que me ha cautivado en cada Diciembre: ¿Y tú, qué le vas a regalar al Niño Jesús? Es una pregunta sencilla, casi infantil, pero con frecuencia las respuestas tienen inesperada profundidad.
Hola fray Nelson.
He encontrado, por uno de esos procesos que llaman serendipity en inglés este precioso texto del anterior papa Benedicto, y me complace compartirlo. Es como un Manual para el Misionero.





