Lo que llega a mi correo
Hay gente que se imagina que a una carpeta típica de correo “basura” sólo llegan propuestas de píldoras azules o métodos para agrandar el cuerpo (o partes de él). Nada más lejos de la realidad. Lo que sigue es una lista de cosas maravillosas o espantosas que han inundado mi correo desde hace muchos meses. Sugiero a los lectores que quitando lo obvio, que es también lo más vulgar, añadan en los comentarios las cosas graciosas que les han llegado.

Al comienzo de la Misa confesamos públicamente que somos pecadores de pensamiento, palabra, obra… y omisión. Siempre he creído que la parte de la omisión la omitimos demasiado en demasiadas consideraciones relativas a nuestra fe y nuestra vida cristiana. por definición lo omitido es aquello a lo que uno no ha prestado la atención, el cuidado o el esfuerzo que se merece; ello mismo hace que uno esté como predispuesto a seguir ignorando lo que ya ha empezado a ignorar, y así las omisiones se apilan unas sobre otras, endureciendo de paso la conciencia.
Todos somos conscientes del enorme poder e influencia que el presidente de los Estados Unidos de América tiene en razón de su oficio y del múltiple liderazgo de su país. No se trata sólo de economía o política. Se trata de ciencia, entretenimiento, educación, seguridad social, pero sobre todo: derechos humanos, empezando por el derecho fundamental a la vida.
Hace varios años tuve ocasión de predicar un retiro espiritual a un grupo de religiosas en Loja. Ya con ocasión de ese viaje aprendí, como colombiano que soy, a amar a nuestro vecino y hermano país, el Ecuador. Mi sentimiento de afecto y mi deseo de toda bendición para esa querida nación han aumentado con motivo de la





