Escrito del Siervo de Dios Segundo Llorente, SJ (Misionero en el Polo Norte)

Una pregunta con segundas

Me informan que en el «Buzón del Lector» de una revista de misiones pregunta una aspirante por un Instituto religioso que, entre otras condiciones, posea ésta: la de poder ducharse todos los días.

Esta pregunta nos toca de cerca a todos los llamados a cooperar en la implantación y extensión del Reino de Cristo en toda la redondez del globo terráqueo, que por cierto es un globo bien pequeño comparado con otros globos de los espacios interplanetarios.

El joven o la joven que ponga como condición para entrar en el noviciado el poder ducharse todos los días, que se quede en casa. No nos hace en la religión maldita la falta.

Ya tenemos bastantes tropiezos en la religión sin tener que añadir la convivencia con un ser que será por fuerza en la comunidad un pez fuera del agua por más duchas y remojones que se dé. Que se quede en casa y que se bañe a sus anchas y se perfume y se peine y se lime las uñas diariamente en la solana. Y luego, como al fin y al cabo estamos tratando de cristianos, que vaya bien acicalado o acicalada a hacer el Vía-crucis y a ganar indulgencias por las almas cuyos cuerpos se pudren debajo de tierra, como un día se pudrirá el suyo por más baños y masajes que dé ahora a sus carnes delicadas.

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¿Del elogio vaticano a Dietrich Bonhoeffer hacia una cierta reivindicación del tiranicidio?

 

I.-

Hace unos días, S.S. Francisco reabrió la «Comisión Testigos de la Fe», la cual fue fundada por S.S. Juan Pablo II para estudiar los casos de ciertos cristianos no-católicos que habrían estado en el error de buena fe y aparentemente habrían sido fieles a su conciencia en casos extremos, como podría haber sido el caso de algunos protestantes y focianos que cayeron en manos de regímenes no-cristianos, v.gr., en los gulags soviéticos, donde los comunistas ponían en práctica la utopía marxista de la igualdad y la no-plusvalía, masacrando cristianos en el medio del hielo o bajo el nacionalsocialismo, sistema este que, en palabras del Padre Julio P. Meinvielle, fue un neo-paganismo estatolátrico. Así lo explica: «ésta es la gran tarea del Tercer Reich alemán: Forjar un pueblo con un ideal nuevo, ideal racista, pagano, estatolátrico, en el cual se haga carne la idea de una grandeza nueva que lo absorbe todo, es a saber, que cada alemán es una partícula del Tercer Imperio Alemán, el cual con su fuerza de pura raza aria va a salvar a la humanidad» (1).

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Desechos humanos 

   

–                 Pongamos en funcionamiento el proyecto simio ya que los monos grandes tienen casi igual cantidad de genes que los hombres, démosle a los monos los mismos derechos que a los hombres.

 

–       Buena idea, voto la sugerencia del diputado sueco, me parece algo muy tolerante y abierto.

 

–       Objeto lo propuesto pues no entiendo cómo podremos hacer para que un chimpancé ejerza sus derechos políticos, ¿Cómo vamos a votar a un mono para el cargo de senador del mundo?

 

          –  ¡Ooh!, su objeción es muy conservadora, señaló un diputado socialista español.

 

          –  Me escandaliza tanto oscurantismo en un legislador mundial. ¿Cómo va a plantear objeciones contra un proyecto que busca liberar a los animales de los prejuicios que otros animales tuvimos contra ellos durante milenios? Los monos tienen todos los derechos.

 

          –  Propongo decapitar al legislador intolerante que sugirió una objeción intolerante contra los monos.

 

          –  Alabo la propuesta de eliminar a los intolerantes, no podemos ser blandos con los derechistas confesionales que aún buscan razonarlo todo.

 

          –  Sugiero aprobar un presupuesto para asegurar que un cupo mínimo de monos pertenecientes a minorías sexuales integre el senado mundial, señalo un diputado transexual.

 

          –  Aplaudo la moción, dijo un diputado socialdemócrata ruso.

 

          –  Señalo que no debemos olvidar a los cobayos, ni a los ratones de puerto, agregó un diputado del partido animalista de las Islas Caimán.

 

          –  Y más aún, no podemos olvidar a ningún animal, dijo un diputado del partido drogadicto-punk.

 

          –  Es cierto, transformemos en un zoológico este senado mundial.

 

          –  ¡Sí!, hagamos un zoológico abierto y democrático.

 

          –  Objeto lo de zoológico, el zoológico es una injusta violación de los derechos inalienables de los animales salvajes.

 

          –  Objeto lo de salvajes, la expresión “animales salvajes” es intolerante, ¿Cómo usted va a hablar de animales salvajes? Todos los animales somos iguales- acotó un diputado del partido travesti de Sodoma y Gomorra.

 

          –  Objeto la expresión “animales”. ¿Cómo vamos a hablar de hombres por una parte y de animales por otra? No nos olvidemos de que aquellos nobles seres a los que llamamos animales son seres discriminados, son víctimas de un sistema carnívoro, agregó un delegado de la facción amarilla del partido trisexual comunista.

 

          –  Es cierto, vivimos en un sistema carnívoro, voto que se prohíba la ingesta de carne en todo el mundo, propuso un diputado del partido hedonista de Holanda.

 

          –  Creo que el diputado holandés está sugiriendo una vuelta a la medieval abstinencia católica, pero llevada a un extremo, señaló un diputado medio dormido.

 

          –  Propongo pena de muerte para el diputado que mencionó la palabra “católica”, pues no se puede siquiera decir palabras tan arcaicas e intolerantes, señaló un diputado del partido de la liberación de los peces verdes.

 

          –  Sí, sí, colguémoslo en las horcas ecologistas.

 

Por Juan Cadarso

Fuente: Religión en libertad 

Un avión con dirección a Lilongüe, capital de Malawi, con escala en Etiopía. Diez horas de autobús, hasta el distrito de Karonga, al norte del país. Desde allí, en un vehículo cuatro por cuatro, durante cinco horas, hasta llegar a Wenya. 

El padre Federico Highton nació en Argentina hace 41 años y desde que tenía nueve soñaba con poder llevar el Evangelio a tierras lejanas. Hoy es sacerdote, fundador de la Orden San Elías y vive toda una aventura cada vez que quiere llegar al recóndito lugar de África donde administra los sacramentos, anuncia a Jesucristo y ayuda a sanar los corazones de los contados católicos que se encuentra por el camino.

“Nuestra misión consiste en llevar la Iglesia a donde nunca estuvo.

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