De la Devotio moderna: Valoración crítica y "castratio animae" (3-3)

B.- Valoración crítica: De la Devotio moderna y la castratio animae

 

1.-

Como la Modernidad, en tanto cosmovisión (no en tanto cronografía), es perversa ya que se funda en el principio de inmanencia -que es virtual y esencialmente ateo-, muchas de las principales manifestaciones del mundo moderno son perversas sin más y lo son ya que es perversa su raíz, esto es, el principio de inmanencia, el cual encumbra al hombre a la par que sepulta a Dios negándolo -explícita o virtualmente.

La Modernidad, como bien se dijo, es aquella forma mentis en la cual todo es cuestión del hombre empezando por Dios. Pero de un hombre que ha renunciado a ser homo transfigurationis para volverse homo calculator.

Ahora bien, la Modernidad corrompe todo lo que toca y por tanto deforma todas las principales manifestaciones individuales y sociales del hombre. Y así vemos que se configura una corrupción moderna de la Economía, otra de la Medicina, otra del Derecho y aun otra de la vida espiritual. A esta última corrupción, esto es a la de la espiritualidad, se la dio en llamar Devotio moderna, que no es sino la modernización de la vida espiritual.

La D.M entonces, es efecto -en el terreno de la espiritualidad- de la Modernidad, que es la causa de la DM.

Ahora bien, si tenemos en cuenta que lo más importante es la santificación y que la Devotio moderna corrompe la vida espiritual, nos persuadiremos de la gravedad intrínseca de la misma.

 

2.-

Las corrupciones más peligrosas son las que no contienen errores pero, por medio del énfasis de ciertas verdades, descuidan o desprecian de facto los bienes supremos. Son las más peligrosas ya que ninguno de sus elementos constitutivos son malos in se y por ende para muchos será casi imposible descubrir su general malicia.

Aun cuando en la D.M. puedan haber algunos males per se, como el activismo y el pelagianismo, la DM a menudo está compuesta de elementos que en sí mismos son buenos, como ser la examinación frecuente de la conciencia, el intento de santificar cada acto, la lucha contra los vicios morales, el procurar la vida interior para salvar el alma y un largo etcétera.

La DM es de raíz inmanentista. No es óbice a lo afirmado el hecho de que los fundadores visibles de la Devotio moderna -Gerardo Groote (1340-1384) y su discípulo Florencio Radewijns (1350-1400)- hayan precedido el desvarío de Descartes, ya que la raíz del extravío cartesiano se haya en el Nominalismo, que lo preludió y vomitó como fruto de su esencial indigestión intelectual. Ahora bien, desmontada la eventual objeción del anacronismo, debemos afirmar que la Devotio moderna se agravó y consolidó, luego de la aparición de aquel estúpido discurso del método que dio a luz a la filosofía que nos asola. Mas, hay quienes dicen que el agravamiento de la D.M no se potencia en al máximo por la filosofía cartesiana, sino por el Jesuitismo, en sus versiones más degradadas, lo cual es un tema a estudiar.

 

3.-

Una vez aceptado el don divino de la Fe y el estado de gracia, la Devotio moderna tiene, en definitiva, un solo efecto principal: cerrar todas las hendiduras del alma al Espíritu Santo, esto es, blindarla, cegarla, hacerla incapaz de ser movida por el Espíritu Santo, tarando al alma al punto que se la hace como impotente para la mística y el heroísmo, mal de cuya gravedad tomaremos más conciencia si notamos que la impotencia reproductiva es cien veces menos seria que la impotencia espiritual.

Dicho en términos sencillos, en lo que de ella depende, la Devotio moderna, al menos a la larga, conduce a la castración del alma, con el agravante que hace sentir a quien la practica como una especie de alma selecta de la espiritualidad.

Almas castradas, eso son los espíritus forjados por esta devoción modernizada. Almas en gracia (esperamos), almas con fe (gracias a Dios), almas que se salvarán (en principio), pero almas blindadas a los disparos del Espíritu Santo. Almas dispuestas y aun ansiosas a acoger la gracia en las pequeñeces ordinarias -que tanto se gozan en exaltar-, pero que se entristecen y aun indignan si alguien se cree llamado a intentar algo grande para Dios.

Nos objetarán que aun la mínima acción piadosa es imposible a quien se cierra del todo al divino Paráclito y responderemos ratificándolo con ellos, pero cuando decimos que la Devotio moderna clausura al alma en sí misma, no estamos diciendo que en ellas todo influjo de la gracia -y por ende del Espíritu- está impedido sino que, supuesto el auxilio de la gracia ínsito a toda obrar meritorio, todas las obras del alma serán sin más obras humanas ya que la iniciativa operativa vendrá del hombre y no de Dios.

Que la iniciativa operativa sea del hombre y no de Dios, no es malo sino que es propio de la etapa ascética del itinerario espiritual, pero que se asuma un método que, como por principio, impida la misma concepción del acto humano de iniciativa divina -esto es, del acto místico-, es una aberración y, como tal y en cuanto tal, sólo puede provenir del demonio. En este sentido, es decir, en el sentido de que impide los actos místicos, decimos que la Devotio moderna blinda el alma, la cierra sobre sí misma, asfixiándola, haciéndola como extraña al Espíritu Santo, quien salvo por milagro, no podrá mover al alma.

Consecuencia de este blindaje espiritual, el alma no hallará su alimento en Dios ni lo recibirá inmediatamente de Dios y por ende caerá en una hambruna espiritual. Y como es imposible vivir así, el alma buscará superar su famélico estado, por medio de la fidelidad a un método humano, provisto por los grandes doctores de la Ley de la Devotio moderna, método éste al que se le deberá rendir una sumisión ciega, obediencia ésta que se extenderá, y aún más, a los doctores y maestros del tal reverendísimo método, vía esta que sólo puede ser incensada y jamás objetada o matizada so pena de recibir la excomunión interior de parte de quien ocupa las veces del director espiritual, verdadero maestro del discurso del método. Los directores no podrán ser ejemplos de ejecución del método, al menos no a largo plazo, ya que a Dios no le gusta despilfarrar la gracia, esto es, no será cómplice en ningún crimen y menos aún en aquel terrible crimen espiritual que consiste en la metodologización de la santificación. Es que Dios no consentirá que creamos que las vías de la vida interior -en las que fluye la misma gracia divina que el Verbo Eterno nos ganó inmolándose en una cruz- sean manipuladas por reglas del estilo de la tabla del dos.

La Devotio moderna, en lo que de ella depende habría abortado la gestación, en definitiva, de cualquier santo. Es que a los directores espirituales de la Devotio moderna les basta usar alguno de sus varios gags espirituosos para desalentar al inicio cualquier iniciativa heroica que no sea la de entrar al noviciado… de ellos.

Conclusión final

Noción teleológica y consecuencias de la Devotio moderna

Recapitulando, si consideramos teleológicamente todas sus notas características en un estado químicamente puro, podría definirse a la Devotio moderna como

aquella corriente religiosa que rechaza la acción apostólica y misional, la militancia por el Reinado Social de Cristo y aun la misma contemplación (metafísica, teológica y aun mística) y, priorizando el esfuerzo sobre la gracia, promueve el encierro claustral perpetuo (en un claustro más o menos en comunión eclesial) con el fin de suscitar afectos en la propia alma (principal o exclusivamente, la compunción), en orden a ordenar mortificada, metódica y meticulosamente la propia existencia (al superior sujeta), de modo tal de erradicar los vicios morales (no los demás) para salvar la propia alma (no la de los demás).

Las consecuencias lineales que genera esta desviada concepción del Evangelio son terribles. Mencionemos algunas: a) parálisis apostólica, lo cual excita el proselitismo herético-sectario y condena a los pueblos paganos a morir en las tinieblas de su ignorancia; b) apostasía pública, esto es, apostasía de los Gobiernos con el paralelo fenómeno del laicismo; c) fideísmo, lo cual es la ante-sala del agnosticismo y el ateísmo; d) moralismo casuístico, situacional y farisaico (en tanto legisla hasta el último detalle); e) asfixia interior (pues al alma se la retrae de la entrada a la vida mística); f) pelagianismo; g) fabricación de vocaciones, que va de la mano con un jansenismo vocacional (“el mundo es tan peligroso que si no me hago religioso, me condenaré”); h) ruptura de los lazos con la Santa Iglesia Jerárquica y fomento de un pseudo-profetismo sectarizante (o idolatración de fundadores); i) jansenismo; j) mecanicismo espiritual o metodologización de la santificación, lo cual conduce al cuadriculamiento existencial y  robotización de la persona; k) cauterización selectiva de la conciencia para todo lo que corra fuera de los márgenes de la obediencia, lo cual lleva a la obsecuencia, el servilismo, el sectarismo, la destrucción de la personalidad y aun al lavado de cerebro (lobotomización espiritual); l) des-teologización del alma (o primado práctico de las virtudes cardinales sobre las teologales); ll) individualismo esjatológico; m) deformación cristológica (sustitución del Hombre-Dios real, evangélico e histórico por un Cristo abstracto reducido casi a un mero muestrario de virtudes morales); n) reducción de la Sagrada Escritura a mero catálogo de ejemplos edificantes y máximas moralizantes.

 

Saludable reacción contra la Devotio moderna

Finalicemos estas cortas líneas con un paralelismo antitético entre las notas que Villoslada reputa predominantes en la Devotio moderna y sus principales antídotos.

Contra el pragmatismo de la meditación, la primacía de la contemplación de los divinos Misterios, esto es, el primado del Logos sobre la praxis.

Contra el monotema del dolor, la alegría desbordante que es fruto de la caridad heroica.

Contra la metodologización de la vida espiritual, la cumbre del monte sanjuanista cuya única ley es la ausencia de leyes (de casuística leguleya) y la simultánea docilidad a las mociones del Espíritu Santo.

Contra la dictadura hipertrófica de los deberes de estado -verdaderos o no-, la actitud deliberada de procurar osar las mayores hazañas para la gloria de Dios.

Contra la sobreinsistencia castrante y exasperante de la fidelidad en las pequeñas cosas, la aspiración apasionada de conquistar el mundo entero para Cristo Rey.

Contra la manía casuística que desautoriza toda osadía generosa, la sobrenatural locura de los que están locos por Cristo.

Contra el desprecio de las altas y profundas especulaciones, la genuflexión sapiencial ante el insondable Misterio Trinitario y Teándrico que ilumina, extasía, enardece, enloquece y enamora.

Contra la fuga de las grandes batallas apostólicas, la épica misionera ansiosa de mil combates, conversiones y martirios.

 

Por el P. Lic. Federico Highton, S.E.

Misionero en Extremo Oriente

Sanary Sur Mer, Francia - Meseta Tibetana

Julio-Octubre 2016 – Junio 2017

 

 

 

9 comentarios

  
Ramvel
Recientemente estuve dirigiendo un encuentro de un grupo de oración y en ciertos momentos mis palabras fueron exponentes fidelísimos de la devotio moderna, sin saberlo. Mea culpa. Profundizaré en estos artículos y en la medida que Dios me lo conceda rectificaré mi pensamiento.

Gracias P. Federico, elevaré mis oraciones por las misiones en Extremo Oriente.


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Muchísimas gracias por las plegarias
03/07/17 5:42 PM
  
Fray Escoba BCN
Padre Federico, gracias por sus crónicas misioneras, en verdad es ud un verdadero hijo de san Francisco Javier!

En casa rezamos mucho por ud y por sus frutos de conversión
03/07/17 8:09 PM
  
P. Jorge Luis Hidalgo
Estimado p. Federico:

Me han encantado sus tres artículos sobre la devotio moderna. Un pequeño error al comienzo es un gran error al final. Los defectos del nominalismo en filosofía han pasado necesariamente al desprecio por lo genuinamente católico, en la concepción de todas las cosas, que debe comenzar desde Dios.
Sin dudarlo, es un tema para seguir profundizando.
Cuente con mis oraciones para que las almas se conviertan a Cristo, único verdadero Rey de las almas, de las patrias y de la Iglesia.


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Muchas gracias por sus líneas estimado Padre.

En Cristo y en la Patria

Padre Federico
04/07/17 12:28 AM
  
Karla
¡¡Gracias padre!!
Estuve al filo del asiento esperando la resolución de los tres artículos, ¡qué delicia! Me ubica por dónde ando y en Dios espero y deseo corregir la dirección para mejor servir y amar.
Que Dios siga bendiciendo a la Misión y su ministerio padre Federico.



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Laus Deo!
04/07/17 2:04 AM
  
Un catolico
Agradecería un consejo sobre lectura espiritual ya que veo que tengo que desprenderme de las que creía que eran buenas y no lo son tanto. Gracias de antemano.


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Estimado

Sugiero leer a los Santos Padres. Es muy provechoso espiritualmente leer la Catena Aurea, que es una selección hecha por Santo Tomás de los mejores comentarios de los Santos Padres acerca de los versículos de los 4 Evangelios. Es un óptimo complemento para la lectura del Evangelio del día.
Es óptimo también leer las buenas vidas de Santos, especialmente las escritas por otros Santos, como la Vida de San Antonio escrita por San Atanasio. Es óptimo también leer las Colaciones de San CASIANO.
La parte de la Suma Teológica en la que habla de las virtudes es excelsa para vuestro crecimiento espiritual.
Le aconsejo también el libro de Royo Marín intitulado "El Gran Desconocido". Es sobre los dones del Espíritu Santo.
Pienso que a vez "El Deber Cristiano de la Lucha" de Antonio Caponnetto es una gran obra que contiene un arsenal de material que fomenta una espiritualidad pura.
Hay más. Mucho más, como ser "Vida y milagros de San Francisco Javier" escrita por el padre Francisco García. Este libro es cronológicamente moderno pero, a nuestro criterio, magnífico.

En el Dios de las Batallas,
Padre Federico
05/07/17 2:29 PM
  
Anastasia
Buen artículo!!! P. Federico H.... Qué significa S.E.(perdone mi ignorancia)




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Gracias Anastasia.

"S.E." significa "San Elías", esto es, significa que pertenezco a la congregación religiosa "San Elías", la cual está aún en etapa de formación. Es aún una comunidad casi inexistente, es decir, ínfima, no digna de ser llamada "congregación". Digamos que llamarla así es darle un título que le queda demasiado grande, pero de algún modo hay que llamarla y eso es: una congregación religiosa. Fue aprobada por la Iglesia, por medio de un decreto episcopal del Ordinario de una diócesis remotísima del Himalaya. La congregación sirve como una estructura útil para poder consagrarse a Dios y para dedicarse de modo radical, libre (esto es, con libertad de espíritu como la de los Doce Apóstoles, sin burocracias ni obediencialismos lobotomizantes), perpetuo y sistemático a realizar el primer anuncio de la Fe Católica donde nunca fue hecho. Son miles y miles los pueblos que jamás oyeron el anuncio de la Fe Católica. San Elías tiene a su vez una Tercera Orden incipiente que no es sino un grupo minúsculo e internacional de laicos que cooperan con la Guerra Misional.
La congregación no importa nada. Lo que importa es que sirva de plataforma (en cualquier momento la pueden cerrar si seguimos molestando) para que algunas almas se consagren a Dios y se entreguen hasta la muerte a anunciar la Fe verdadera a los infieles que nunca la oyeron en aquellos remotos confines donde nunca nadie predicó, prefiriendo los lugares más peligrosos y hostiles.

PF
06/07/17 3:51 AM
  
anastasia
gracias por responderme!! rezaré por su "congregación" aunque sea pusillus grex. VEN SEÑOR JESÚS.


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Muchas gracias por las oraciones
06/07/17 2:54 PM
  
Un catolico
Mil gracias Padre por sus consejos de lectura y enriquecimiento espiritual. Tomo nota para llevarlas a la práctica. Que Dios le bendiga.
06/07/17 6:48 PM
  
Federico García Montaño
Padre Federico, muy buenas las tres partes del tema. Seguimos rezando por su misión en el lejano Oriente o cualquier otro lado dónde lo guíe la mano del Espíritu Santo.
07/07/17 1:02 AM

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