InfoCatólica / Remedios Falaguera / Categoría: General

13.05.09

El mejor obsequio: amor a manos llenas

Debido a una pequeña intervención quirúrgica en el brazo no puedo utilizar fácilmente el teclado del ordenador. Ahora bien, esta pequeña-gran dificultad no me impide regalarles este artículo de una gran amiga. Como dice ella misma: Ui les àvies si en fem de disbarats…! ( ¡Hoy las abuelas sí que hacemos disparates…!)

right

El mejor obsequio: amor a manos llenas

Me dice el corazón que en tiempos de crisis podemos favorecer la austeridad de los hijos y facilitar que aprendan a valorar mejor los bienes que perduran.

Os hago una confesión. Al comienzo de ser abuela sólo pensaba en qué regalo le gustaría más a mis nietos. Si para mí me dolía gastar dinero, para mis nietos no tenía ningún remordimiento en comprar y perder el tiempo para elegirles ropa y juguetes.

La primera vez que les hice sentarse en el sofá diciéndoles que tenía una sorpresa para ellos y les iba dando los paquetes, ellos rieron mucho y yo estaba muy excitada; la segunda vez noté una mirada especial por parte de los padres, y la tercera intuí que estaban un poco molestos… ¡Los nietos estaban felices, claro! La cuarta vez mi hijo me dijo que no lo volviera a hacer más.

Leer más... »

6.05.09

Santa Catalina de Siena, una gran mujer

I Cor 1:10 “Os ruego, pues hermanos, por el nombre de nuestro señor Jesucristo que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis en un mismo pensar y sentir."( I Cor 1:10)

Desde hace ya algunos años, Santa Catalina de Siena es para mí una de las figuras más admiradas y entrañables de la Iglesia Católica. Es más, con el mayor respeto y devoción, me atrevería a decir que se ha convertido en una buena amiga que me concede más de lo que me atrevo a pedirle. Ella sabe muy bien porqué.

A lo largo de su vida, esta mujer sencilla sirvió incansablemente de manera humilde y sacrificada, servicial y generosa, con una entrega sin límites y valiente, al mandato de su Señor, al servicio de la Iglesia y del Romano Pontífice, simplemente por Amor.

Nunca dudó en ofrecer todos los momentos de su vida por la unidad y la fidelidad de la Iglesia hasta la hora de su muerte. Así nos lo indica su oración en el lecho de muerte: “Dios eterno, recibe el sacrificio de mi vida a favor del Cuerpo místico de la santa Iglesia. No tengo otra cosa que darte si no es lo que tú me has dado a mí. Toma mi corazón y estrújalo sobre la faz de esta esposa".

Pero si observamos con detenimiento su vida, nos damos cuenta que exprimió su vida anunciando con orgullo la llamada universal a la santidad, la obediencia al Magisterio de la Iglesia, el cariño filial por el Santo Padre y la certeza de que sin Jesucristo, sin Su Gracia, cualquier proyecto humano es imposible.

Cuentan que una mañana, al despertarse de una experiencia mística, Catalina confió a su Confesor haber escuchado al Señor pronunciando estas palabras: “La celda ya no será tu habitación habitual; al contrario, para la salud de las almas, te tocará salir de tu misma ciudad (…); llevarás el honor de mi nombre y mi doctrina a grandes y pequeños, ya sean laicos, clérigos o religiosos. Pondré en tu boca una sabiduría a la que nadie podrá resistirse. Te llevaré delante de los Pontífices, los Jefes de las Iglesias y el pueblo cristiano, para que, a través de los débiles, como es mi manera de actuar, yo humille la soberbia de los fuertes".

Leer más... »

21.02.09

La juventud en peligro

El caso del asesinato de Marta del Castillo debería plantear un debate profundo en la sociedad.

No me refiero solo por la conmoción y el rechazo que nos produce la muerte de esta chiquilla de tan solo 17 años a manos de un energúmeno que descargo sobre ella sus frustraciones infantiles sin el más mínimo escrúpulo,y al que le deseamos la cadena perpetua. No. Ni tampoco por la indignación de ver la complicidad de unos jóvenes que le ayudaron a deshacerse del cuerpo y a ocultar lo sucedido, como si fuese lo más habitual en las noches de botellón, sin aparentes signos posteriores de remordimiento de conciencia.

Me refiero a un examen personal y sincero de los padres, los educadores, la comunidad política y los medios de comunicación sobre si la educación que les estamos ofreciendo a nuestros niños y jóvenes está encaminada a enriquecer sus facultades físicas, intelectuales y morales; o si bien, nuestro modo de hacer nos convierte en “cómplices por omisión” de estos hechos macabros, que nos recuerdan que ante nuestra incapacidad de asumir la responsabilidad y las consecuencias de nuestra permisividad, la falta de autoridad y la carencia de límites en la educación de las nuevas generaciones , les estamos abocando a un peligro inminente.

Leer más... »

11.02.09

La Virgen María y San Pablo

“Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva.La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre!”.(Gálatas 4, 4-6)

Verdadero Dios y verdadero hombre “nacido de mujer”.

Poco sabemos de la relación de San Pablo con la Santísima Virgen. De hecho, no encontramos referencia de Ella en sus escritos salvo este texto de la carta a los Gálatas, en el que nos anuncia una verdad fundamental de nuestra fe: “Por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María la Virgen y se hizo hombre".

A pesar de que esta simple referencia a Maria es entendida por algunos como un reflejo de la mentalidad de la época, en la que San Pablo intenta empequeñecer la misión querida por Dios para la joven Maria como la Nueva Eva, esto no es así.

Al contrario.

“El Hijo de Dios con su encarnación se ha unido, en cierto modo, con todo hombre. Trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de los nuestros, semejante en todo a nosotros, excepto en el pecado” (Gaudium et spes 22).Es más, según San Pablo, Cristo, “siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo, haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre; y se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz” (Fil 2, 6-8).

Leer más... »

7.02.09

Las mujeres en las comunidades paulinas (II)

Pero aún hay más…

Leer los textos de San Pablo con ojos de mujer, de una mujer del S.XXI, que pretende gastarse diariamente para que “Cristo reine en la tierra”, supone descubrir la grandeza y la sencillez de muchas de las mujeres que acompañaron y colaboraron con San Pablo a lo largo de su misión, algunas de ellas de forma silenciosa “gastándose” por cumplir la voluntad del Señor “desempeñado un efectivo y precioso papel en la difusión del Evangelio”,y que el apóstol menciona en sus textos.

Como señala Benedicto XVI: “El Señor quiere que estos testigos del Evangelio, estas figuras que han dado su contribución para que creciera la fe en Él, sean conocidas y su memoria permanezca viva en la Iglesia. Históricamente podemos distinguir el papel de las mujeres en el cristianismo primitivo, durante la vida terrena de Jesús y durante las vicisitudes de la primera generación cristiana (…) Debemos a san Pablo una documentación más amplia sobre la dignidad y el papel eclesial de la mujer. Comienza por el principio fundamental, según el cual, para los bautizados «ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer», «ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús» (Gálatas 3, 28), es decir, unidos todos en la misma dignidad de fondo, aunque cada uno con funciones específicas (Cf. 1 Corintios 12,27-30).

Leer más... »