No hay nada de lo que extrañarse
La noticia ofrecida por nuestro periódico no tiene nada de rara. Tras la aprobación de la ley del ¿matrimonio? homosexual, con sus progenitores A y B, la que será próxima fiesta de la familia no es más que deducción lógica de la ingeniería social perpetrada por el gobierno, no debe pues extrañarnos.
La familia ha dejado de ser un concepto unívoco, basada en la unión de un hombre y una mujer, pasando a denominar una especie lo que antes era género. Es decir la familia basada en la unión de hombre y mujer es una clase más dentro del género de las familias, valga la redundancia. Hay familias monoparentales, homosexuales y tradicionales. La de-construcción del lenguaje viene parejo con la realidad social.