28.10.10

Beato Newman

Leyendo todo lo que se ha escrito de Newman a raíz de su beatificación y comparándolo con sus escritos, me pregunto, ¿de verdad han leído a Newman?

Que las cuestiones en religión no son cuestiones indiferentes, sino que influyen en la posición de los que detentan a los ojos de Dios, es un principio sobre el que la fe evangélica se ha desarrollado desde el principio, y sobre el que dicha fe ha sido la primera en desarrollarse. Supongo que en la etapa de la Ley apenas hubo ningún ejercicio de desarrollo, a causa de que la obediencia y el celo del antiguo pueblo se empleó en el mantenimiento del culto divino y el derrocamiento de la idolatría, y no en el trabajo intelectual. La fe es en éste, como en otros aspectos, característica del Evangelio, excepto en lo que se viera anticipada según se acercaba el tiempo. Elías y los profetas hasta Esdras resistieron ante Baal o restauraron el servicio del Templo, los tres jóvenes rehusaron doblegarse ante la imagen de oro, Daniel quería volver su cabeza hasta Jerusalén y los Macabeos rechazaron el paganismo griego. Por otra parte, los filósofos griegos, en efecto, ejercieron autoridad en su enseñanza, reforzando el «Ipse dixit», y exigiendo la fe de sus discípulos, pero, comúnmente, no concedía santidad o realidad a las opiniones, ni las veían desde un punto de vista religioso. Nuestro Salvador fue el primero en «dar testimonio de la verdad» (Jn 18,37) y en morir por ella, cuando «ante Poncio Pilato rindió tan solemne testimonio» (1 Tim 6,13). San Juan y San Pablo, ambos, siguiendo su ejemplo, pronuncian anatema sobre los que negaban «la verdad» o anunciaban otro evangelio» (Gál 1,8). La Tradición nos cuenta que el Apóstol del amor secundó su palabra con la acción, y en una ocasión dejó los baños precipitadamente porque un heresiarca de la época había entrado en ellos. San Ignacio, su contemporáneo, compara los maestros falsos con los perros rabiosos, y san Policarpo, su discípulo, actuó sobre Marción con la misma severidad que la que san Juan había mostrado con Cerinto.

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27.10.10

Obispos españoles y dimisión

Con el mismo título que encabeza esta entrada, aparecía el pasado domingo una esquela, en el ABC de Sevilla (sección sociedad, página 78).

Justo debajo de la noticia donde se informaba de las declaraciones vertidas por José Montilla, presidente de la Generalitat, durante la inauguración de la nueva sede del Obispado de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), y junto a la columna de Jorge Trías Sagnier, aparecía la susodicha esquela que muestro a continuación:

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25.10.10

Chamizo pide respeto para el mal

Chamizo es sacerdote católico. Chamizo es Defensor del Pueblo Andaluz. Como sacerdote es un consagrado, esencialmente distinto a un simple bautizado. Él puede celebrar el sacrificio eucarístico in persona Christi.

Tiene un triple munus, real, profético y sacerdotal. Tiene que enseñar la fe de la Iglesia, la Revelación que fue entregada a los Apóstoles y que llega hasta nosotros.
La fe en Cristo el Señor y la moral están íntimamente unidas. La moral cristiana trata sobre la imagen verdadera del mismo hombre y ésta se resume en una palabra: Cristo. Mario Vitorino lo expresó muy bien allá por el siglo IV: «Cuando he hallado a Cristo me he descubierto como hombre», dijo Mario Vitorino en el siglo IV.

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23.10.10

Nueva información sobre las relaciones Vaticano - FSSPX/SSPX

Actions Speak Louder than Words. Así títula el periódico The Remnant, el artículo publicado el pasado veinte de Octubre, donde desvela una información de sumo interés sobre las revelaciones entre la FSSPX/SSPX y el Vaticano.

Brian MacCall, el redactor de la noticia, hace una síntesis de la parte final de la conferencia de Angelus Press, pronunciada por Monseñor Fellay, en conmemoración del cuadragésimo aniversario de la fundación de la FSSPX.

Parece que los rumores se confirman. Saquen ustedes sus conclusiones.

La traducción es de Secretum meum mihi.

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22.10.10

Herejes antiguos, exégetas modernos

Parece que la escuela antioquena surgió a medidados del siglo III, pero no existen datos para determinar si fue una institución local, o, como es probable, una disciplina o método general o característico de la enseñanza siria. Doroteo es una de sus lumbreras más tempranas y se le conoce tanto como especialista en hebreo como por ser comentarista del texto sagrado, y fue el maestro de Eusebio de Cesarea. Luciano, el amigo del notorio Pablo de Samosata, y separado de la Iglesia durante ters episcopados tras él, aunque después mártir en ella, fue el autro de una nueva edición de la versión de los Setenta y mentor de los principales maestros originales del arrianismo, Eusebio de Cesarea, Asterio, llamado el Sofista y Eusebio de Emesa, arrianos del periodo niceno, y Diodoro, un celoso adversario del arrianismo, pero maestro de Teodoro de Mopsuestia, tienen cabida en la escuela exegética. San Juan Crisóstomo y Teodoreto, ambos sirios, y el primero discípulo de Diodoro, adoptaron el método de interpretación literal, aunque guardándose de abusar de él. Sin embargo, el mentor principal de la escuela fue aquel Teodoro, maestro de Nestoria que acaba de ser mencionado más arriba, y el cual, con sus escritos de Teodoreto contra san Cirilo y la carta escrita por Ibas de Edesa a Maris fue condenado por el V Concilio ecuménico. Ibas fue el traductor al siríaco y Maris al persa de los libros de Teodoro y Diodoro, y así se convirtieron en instrumentos inmediatos para la formación de la gran escuela nestoriana en la lejana Asia.

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