¿Qué pasa con nuestros hijos? (I)
Las recientes violaciones a menores por menores, en Baena (Córdoba) y en Isla Cristina (Huelva), requieren una reflexión.
Aunque una reforma de la ley del menor resulte conveniente, no es suficiente. Es una solución coyuntural a un problema estructural - pero necesaria, por otro lado -. A pesar de la persuasión que introduciría la ley, el medio diluye y socava la moral social y personal; por otro lado, de nada sirve modificar una ley si no se dota de más policías a un cuerpo de seguridad exangüe. El freno moral es la mejor forma de evitar el delito y precisamente, de esto se carece hoy.