Aborto en Éxodo 21 ¿una multa?
Recientemente el columnista de Radio Cooperativa, Juan Pablo Rivera quiso resucitar un viejo argumento para convencernos de que Dios no tiene problemas con el asesinato de niños:
Lo más cercano a una condena referente al aborto se encuentra en el capítulo 21 del Éxodo (una especie de declaración de la ley de los antiguos israelitas). Pero incluso allí, se consideraba los fetos como entes que aún no alcanzan la constitución de un ser humano completo […] Un creyente que base sus propias convicciones religiosas en la palabra sagrada de las Escrituras no podría considerar a un feto como un ser humano completo, puesto que no existe pasaje alguno que asimile a un feto al mismo nivel de un ser humano.
La Biblia es un libro maravilloso, que a la vez puede leer un niño y un teólogo, sin agotar jamás sus significados y relevancia. Lamentablemente, algunos se toman de eso para insistir en una lectura pueril y simplista cuando les conviene. El pasaje en cuestión es el siguiente:
Si unos hombres se pelean, y uno de ellos atropella a una mujer embarazada y le provoca un aborto, sin que sobrevenga ninguna otra desgracia, el culpable deberá pagar la indemnización que le imponga el marido de la mujer, y el pago se hará por arbitraje. Pero si sucede una desgracia, tendrás que dar vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, contusión por contusión. [Ex 21, 22-25]
¿Acaso Dios considera que la vida del feto no equivale más que a una multa?
No, claro que no.

Conversando acerca de la Biblia, y de la autoridad de la Iglesia para interpretarla,
En una entrada algo antigua, un visitante
Querido feminista
Esa fue la pregunta que me hizo mi hija de 14 años hace un par de meses, cuando íbamos en el auto. Tema muy interesante, desde luego, pues siendo obvio que las ideas de la izquierda política (incluso la más radical) parecen estar firmemente asentadas entre los jóvenes, ese fenómeno no se aprecia en la política a nivel nacional, donde derecha e izquierda compiten palmo a palmo en las elecciones.
Pocos días atrás,
La relación entre Iglesia y Estado ha estado de moda en semanas recientes, al menos acá en Chile.
Como a todos, me sorprendió el triunfo de Donald Trump en la reciente elección de Presidente de los EUA. De hecho, más me preocupaba el daño que provocaría a la causa pro vida al verse asociada con una derrota tan estrepitosa como la que se veía venir. Sin embargo, Trump ganó de forma inapelable (a diferencia de Bush junior hace 15 años), con la consecuente sensación de sorpresa y estupefacción.
Desde el siglo XVIII muchos se han propuesto encontrar al Jesús histórico, aquel personaje de extracción popular que vivió y murió en Judea del siglo I, y que estaría tras el origen del cristianismo. Su gemelo malvado el “Cristo de la fe”, una figura divina, perfecta, milagrosa, eterna y a-histórica, que ilumina directamente la conciencia de cada uno de sus seguidores. Puesto que las menciones de Jesús fuera de los evangelios son escasas, todo vuelve a centrarse en los mismos textos que los cristianos han leído y escudriñados durante siglos.


