Un visitante comenta…
Yo soy homosexual, no llego en edad ni a los veinte y no entiendo mucho de política, pero con derechos civiles o no, amo a mi pareja, de una forma que de seguro muchos de ustedes se pueden identificar con sus parejas heterosexuales, por que eso es tan malo?, es realmente el cuerpo en el que venimos empacados mas importante que nuestras almas?
Por favor, paren esto, su mismo dios, que alguna vez fue mío pero ahora me rechaza, nos dijo que nos amaramos los unos a los otros. [fuente]
Primero que nada, quiero transmitirte esperanza, porque nuestro Dios, el único Dios, no rechaza a nadie que acuda a Él con un corazón sincero y arrepentido. Como dice el salmista “Den gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna Su misericordia” (salmo 118). Podemos conversar acerca de qué debemos arrepentirnos, pero no es el error en nuestra opinión lo que puede condenarnos, sino la soberbia de decir a Dios “esto es más importante para mí que Tú”.
Segundo, manifestarte mi preocupación por la condición que describes, porque sin haber cumplido 20 años ya te identificas como homosexual. Es cierto que muchos que asumen esa condición pueden encontrar sus primeras trazas desde la más tierna infancia, pero a la edad que mencionas el desarrollo psicosexual está muy lejos de encontrarse concluido. De hecho, hay muchos heterosexuales, que tuvieron que lidiar con esa tentación en su juventud y eso en nada afecta su condición definitiva en este ámbito. Por tu edad te invitaría a no considerar esa identidad como un “trato cerrado”.
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