El regreso de Felipe Berríos

BerríosUn año se hizo esperar el P. Felipe Berríos para volver a iluminar a los chilenos, tal como ocurre habitualmente con los profetas, sus palabras fueron recibidas con aplausos de todos los sectores: los políticos chilenos son de lujo, los trabajadores y los empresarios, todos maravillosos… todos menos la Iglesia.

Al menos esta vez no habló de los políticos de izquierda como modelos para la juventud, y no las emprendió contra los obispos.

Pero no por ello dejó de lado las declaraciones polémicas:

¿Cuál es el problema del matrimonio homosexual? Los homosexuales son hijos de Dios. Él los creó homosexuales y lesbianas, y Dios está orgulloso de que lo sean […] El problema está en nosotros, que no lo entendemos. No en ellos

Si el P. Berríos fuera un filósofo, todos estarían hablando del evidente non sequitur: es cierto que los homosexuales y lesbianas son hijos de Dios y por eso están llamados a la santidad, pero de eso no se sigue que no haya problema con que dos hombres simulen un matrimonio.

Expliquémoslo como tantas veces antes. El matrimonio como institución es anterior al Estado y cumple una función social indispensable, que va más allá de los sentimientos románticos que puedan existir entre dos o tres o más personas. Esa función es la de proteger a los hijos en común de un padre y una madre, y otorgarles la seguridad de contar con el apoyo de sus padres durante los largos años de formación. De esta labor interminable y permanente, se beneficia el Estado al contar con ciudadanos equilibrados en su desarrollo físico, intelectual y emocional, y por lo tanto es justo que la comunidad reconozca y respalde a los hombres y mujeres que asumen con seriedad esta función social.

Las uniones homosexuales, en cambio, y otros arreglos análogos, no son matrimonio, no cumplen esa función social y no pueden proporcionar a los niños la experiencia de contar con un hogar donde exista la diversidad de un padre y una madre. Por lo tanto, desde este punto de vista no pueden dar lugar a nada más que acuerdos privados, como acuerdos entre particulares, que pueden ser reconocidos en diversas instancias por los órganos estatales, pero que no hay razón para regular expresamente.

El problema de llamar matrimonio a estas uniones privadas, reverendo P. Berríos, es que al cambiar la definición del vínculo conyugal, se lo asimila a una contrato privado sin mayor trascendencia para la comunidad, y se desfigura la relación que debe existir entre los padres por razón de los hijos. El problema es que el Estado comete una grave injusticia con los padres que sí buscan asumir esta función, al no reconocer los sacrificios que hacen, y no contar con una política que los apoye.

Punto aparte merece la temeraria afirmación que Dios es la causa eficiente de la homosexualidad, y que está orgulloso de esa condición. Recordemos mejor el juicio, mucho más prudente de la Iglesia, expresado en el Catecismo Universal:

2357 La homosexualidad […] reviste formas muy variadas a través de los siglos y las culturas. Su origen psíquico permanece en gran medida inexplicado. Apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves (cfGn 19, 1-29; Rm 1, 24-27; 1 Co 6, 10; 1 Tm 1, 10), la Tradición ha declarado siempre que “los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados” [negritas nuestras]

En el tema del aborto, el P. Berríos intenta salvar su identidad católica, señalando que “para él” se trata de algo inmoral, pero que debemos decidir cuándo estamos ante una nueva persona. Sin embargo, loable como sea este esfuerzo, fracasa estrepitosamente, pues deja la impresión que la oposición al aborto es una cuestión de opinión personal, que depende de compartir o no una fe, y que la protección de la vida humana se encuentra abierta al debate de las mayorías.

Señala el P. Berríos:

Para mí, la vida es un regalo de Dios, desde el momento que se gesta hasta que se muere, pero esa es mi experiencia. Nos tenemos que poner de acuerdo: el espermatozoide y el óvulo son entidades vivas, pero debemos definir cuándo pasan a ser ‘un ser vivo’“, prosiguió.

En realidad, el aborto no tiene nada que ver con la religión que cada uno puede tener, sino que resulta necesariamente de aplicar un principio ético común a toda civilización humana (“jamás procurar la muerte de un ser humano inocente”) y del avance científico moderno que indica que desde la concepción estamos ante un ser humano vivo, único y diferente de sus padres. Y desde luego, ninguno de estos factores se encuentra entregado al juego democrático, por tratarse de hechos objetivos.

Recordemos nuevamente lo que enseña la Iglesia a este respecto, y que el P. Berríos tenía la oportunidad de haber mencionado:

2270 La vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción. Desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida (cf Congregación para la Doctrina de la Fe, Instr. Donum vitae, 1, 1).

En otro momento de la entrevista, el P. Berríos se lamenta de una percibida distancia entre los obispos y el pueblo creyente, preguntándose cuántas personas de las que se encuentran en la audiencia y se identifican como católicos serían capaces de dar el nombre de más de tres obispos actualmente en ejercicio. La respuesta, naturalmente, es que serían muy pocos o ninguno los que podrían hacerlo, pero la explicación es mucho más profunda que un supuesto alejamiento entre obispos y fieles.

La triste realidad es que, si el P. Berríos pidiera a los presentes en el estudio que nombraran tres o más sacramentos de la Iglesia, el resultado sería exactamente el mismo. La causa, entonces, de esta alienación de los bautizados respecto de la Iglesia que los acogió en su infancia, no tiene que ver con la cercanía o no con los obispos. La razón, creo yo, es que la mayoría de los católicos nunca ha tenido una razón para ser católico, en vez de evangélico, budista, ateo o agnóstico. Sólo cuando los fieles puedan decir por qué es mejor ser católico que otra cosa, podrán empezar a interesarte en conocer a los obispos.

25 comentarios

  
oscar inzunza
Debo confesar que cuando escuche al P. Berrios quede desolado.
Como puede llamarse catolico.
26/06/14 5:34 AM
  
Néstor
El asunto con las uniones homosexuales es que no se las puede legalizar en modo alguno, y si se lo hace, de hecho se las equipara al matrimonio, por más matices que se quiera poner.

Por ejemplo, y muy grande: o se les da la capacidad de adoptar niños, o enseguida la van a pedir para no seguir siendo "discriminados". Y con adopción de niños incluida ¿qué importa que no se les llame "matrimonios"?

No alcanza con negarles el nombre de "matrimonio". El ser homosexual como tal no es fuente de ningún derecho y las parejas homosexuales no pueden revindicar aporte alguno a la sociedad que las haga merecedoras de ser contempladas en la legislación.

De lo contrario toda la discusión es falsa y está sobre una mala base. Al mismo tiempo que se dice que se les niega el estatuto de matrimonios en realidad ya se les ha concedido, y si hasta niños pueden adoptar, el negarles el nombre de "matrimonio" suena a capricho poco fundado.

Saludos cordiales.
26/06/14 6:02 AM
  
Gloria
Pato:
La verdad me resulta difícil comprender lo que pasa con él y con algunos otros de su nivel. Buena base cultural, largos estudios humanistas, buena comprensión lectora, etc.etc, formación universitaria en suma, pero, opina como el más grande de los ignorantes.

Lo del cigoto y las conclusiones científicas de que corresponde a un nuevo ser humano se encuentra en diversas fuentes, tanto papel como internet.

Los últimos estudios sicológicos respecto a la homosexualidad y las revelaciones de varios sicólogos y de pacientes ex-homosexuales, demuestran que Dios no los creo así, sino más bien el medio en que vivieron y sus progenitores los "hizo" así. Y abundancia de eso hay también en papel y en internet.

En suma ¿Por qué no se informa? ¿Por qué no aprende sobre el tema antes de dar opiniones tan rotundas y tan desinformadas?

Y por último, aunque no leyera nada más que el Catecismo durante el día ¿Por qué se opone así al Magisterio de la Iglesia?

No es humilde y ese es su peor defecto. La soberbia es la raíz de muchísimos males, y a él lo está haciendo caer de una forma terrible. Desgraciadamente, con él muchísimos han sido confundidos.

En la presentación de la noticia en la portada, Tomás opina lo que tal vez podría hacer el Arzobispo. Pienso que sería excelente decisión, pero como se dan las cosas en nuestro país, donde mucha gente tiene amigos y parientes en muchas partes lo veo muy difícil. Además requiere condiciones de carácter que no todos tienen. ¿No crees?

Así nos va.


26/06/14 6:41 AM
  
Ramontxu
Muchos artículos de Infocatólica, como éste mismo, giran en torno a un cura, una monja, un teólogo o incluso un obispo que ha dicho o escrito algo que no encaja con la doctrina católica. Habitualmente, no comento nada en esos artículos, porque entiendo que es algo que, como ateo que soy, no me concierne, pero aunque sea sólo por esta vez, quería deciros que estoy de acuerdo con vosotros: esas personas no son católicas. Felipe Berríos no es católico.

No entiendo cómo puede haber alguien que piense que el contenido de nada menos que la Divina Revelación puede ser decidido democráticamente, puede ser objeto de opiniones o puede ser susceptible a cambios según las circunstancias. No tiene ninguna lógica.

Yo creo que todos esos católicos-que-no-lo-son han hecho reflexiones parecidas a las que yo mismo me hago y han visto que la doctrina católica no cuadra con lo que sienten ni con lo que observan, que no cuadra con la realidad. Sin embargo, en lugar de abandonar el catolicismo por esa razón, se empecinan en seguir siendo católicos pero de otra manera, creyendo otras cosas. Lo dicho: no tiene ninguna lógica.
26/06/14 11:15 AM
  
Miguel Antonio Barriola
Admiro la honestidad de Ramontxu y su claridad de visión, aún, siendo ateo(como se declara).
Si aprendieran de esta lucidez, fundamentalmente humana, tantos "massmedia" obstinados en denigrar sea como sea a la Iglesia Católica (sin chistar siquiera ante los "orgullos - gay", las masacres musulmanas o los desastres de los VIP: artistas de moda, cantantes muy aplaudidos, pero nefastos con sus letras y música, etc. etc.), dispondríamos de mayores áreas de inteligencia.
Porque la Iglesia, teniendo su propia doctrina, no menos es defensora desde siempre de lo meramente humano, natural, que es la base misma de la revelación sobrenatural."Gratia supponit naturam".
26/06/14 1:55 PM
  
Néstor
Sin duda que lo de Berríos y tantos otros no tiene lógica alguna, en eso concuerdo con Ramontxu. Pero que la fe no cuadra con la realidad, para nada. Además, salvando distancias inmensas, tampoco concuerdan con la realidad, en ese sentido, las leyes humanas, y precisamente por eso han sido puestas: porque las personas suelen hacer lo que las leyes dicen, con toda razón, que no hay que hacer.

Saludos cordiales.
26/06/14 2:20 PM
  
Pato Acevedo
@ Ramontxu: Ya ves como apoyan tus conclusiones los propios católicos, porque es efectivamente lo lógico y honesto que hacer, cuando uno no puede creer lo que enseña una religión. Por otro lado, no hay que minimizar la figura de NSJC, cuyo atractivo puede llevarnos a decir "por Cristo aguanto a los cristianos".

Muchos piensan que los obispos deberían tener una acción más decisiva en estos casos, que se han vuelto tan comunes, y gracias a la internet, cada vez más conocidos. Porque no es lo mismo tener un teólogo hereje encerrado en la facultad de teología de alguna universidad, que dando conferencias y confundiendo a los fieles a través del mundo.

Nuestros obispos, creo yo, todavía no saben como reaccionar a los medios de comunicación masiva, y siguen tratando a estas figuras como si el daño que hacen fuera limitado y acotado a un círculo limitado.

Por mí parte, agradezco a Dios no ser obispo y con ello no tener la responsabilidad de sacar a gente de la Iglesia. Estoy seguro que para ellos es una labor dolorosa.
26/06/14 3:33 PM
  
Daniel Riquelme
Hola Pato!

El problema de muchos 'católicos', incluso de religiosos profesos, diáconos, presbíteros y obispos, es la falta de fe y esperanza.

Pareciera como que dicen 'sí.., Dios..., bueno..., Dios existe o existirá, quién lo puede saber con certeza... Pero hay cuestiones prácticas que resolver y no siempre Dios encaja en esas soluciones, así que veamos... etc.' Una ruptura entre lo cotidiano y la fe y la esperanza cristianas.

No es fácil desde luego mantener la fe y sostener la esperanza en cada momento, especialmente en los momentos de dura prueba. Pero para un católico se supone que Dios es real. Por eso deberíamos ser coherentes con la nuestra fe y sostenerla y afirmarla, aunque nos cueste llevarla a la práctica, ya sea por debilidad o malicia.

Saludos.
26/06/14 3:47 PM
  
gringo
"Su origen psíquico permanece en gran medida inexplicado".
Vale, pues entonces los (info)católicos debrían ser más prudentes antes de decir que la homosexualidad es una enfermedad y dar la razón a cuanto iluminado viene de América a vender sus libros para "curar" la homosexualidad.
Vamos, que tengan la misma prudencia por el otro extremo que le piden a Berríos.
En cualquier caso el nuevo catecismo se publicó en 1992 y al año siguiente la OMS sacó la homosexualidad de la lista de enfermedades psíquicas.
Supongo que con su habitual rapidez para aceptar estos cambios la Iglesia se pasará los próximos 300 años sosteniendo que el origen psíquico de la homosexualidad permanece en gran medida inexplicado.
26/06/14 4:39 PM
  
Pato Acevedo
@ gringo: No suelo utilizar ese lenguaje, precisamente por las reacciones que provoca en el debate, pero no veo que necesariamente ignorar el origen de una condición que afecta a una persona, te impida llamarlo "enfermedad".

No digo que lo sea, simplemente que lo uno (no es enfermedad) no se sigue de lo otro (ignoramos su origen).

El tiempo que la Iglesia demore en modificar esta afirmación depende exclusivamente de los avances científicos en la materia. Ciertamente que no ayuda que, bajo el paradigma que no hay nada que determinar, la ciencia se niegue a investigarlo
26/06/14 5:16 PM
  
Alejandro Holzmann
Gringo y Pato:
Para vuestra información.

El cambio en la consideración de la homosexualidad, de trastorno psicopatológico a mera condición sexual alternativa, se ha debido más a las presiones de los influyentes lobbys gays, que a nuevas evidencias científicas.

Fue en 1980 cuando estos grupos consiguieron una de sus mayores victorias, al lograr que la Asociación Americana de Psiquiatría retirara la homosexualidad del manual de trastornos comportamentales (Diagnostic and Statistical Manual). Está claro que no se trató de una decisión tomada por motivos científicos; y prueba de ello es que en la tercera edición del citado manual se ha llegado al absurdo consenso de afirmar que la homosexualidad es un desorden sólo cuando no es querida por el sujeto (págs. 281-282). Una solución bastante ridícula, ya que hace depender la consideración de la tendencia homosexual de la percepción subjetiva de quien la padece. ¡Si te parece bien tu homosexualidad, entonces no es un trastorno; y si te parece mal, entonces sí! ¡¡Todos contentos!!

Uno de los más graves problemas que padecen las personas homosexuales es el escaso número de profesionales que trabajan en la investigación y el tratamiento de su tendencia. La tremenda presión que se puede llegar a soportar en nombre de lo políticamente correcto llega a coartar la libertad del ámbito de la ciencia.

Existen, no obstante, profesionales de primera línea que se atreven a continuar afirmando lo que la psiquiatría siempre ha afirmado: estamos ante un trastorno neurótico (Van Den Aardweg, Bieber & Bieber, Aquilino Polaino, etc...). Y lo que es mejor, no cejan de ofrecer sus terapias curativas con resultados nada desdeñables. Me remito al estudio de Bieber & Bieber, publicado en base a la entrevista con más de mil homosexuales varones. Tras formular su teoría, concluye: "Un chico que goza de una buena relación con su padre no llegará a ser homosexual... En la mayor parte de los casos el hijo homosexual tenía una relación demasiado íntima con la madre...; con frecuencia la madre prefería este hijo a su marido".

Mención especial merecen los estudios del psiquiatra holandés Gerard J.M. Van Den Aardweg, quien explica la homosexualidad como un complejo de autocompasión; proponiendo una terapia contrastada en el momento de su publicación ya con 264 pacientes ("Homosexualidad y esperanza. Terapia y curación en la experiencia de un psicólogo" EUNSA, 1997).

26/06/14 11:32 PM
  
Ramontxu
Estamos conjeturando, Pato, pero yo no creo que los obispos no sepan cómo reaccionar, porque el "cómo" está muy claro: desautorizando públicamente, expulsando, secularizando... Y en el caso de los fieles de a pie, haciendo un examen de catecismo para ser padrino de bautismo, para confirmarse, para casarse por la Iglesia...

Mi opinión es que, en el fondo, a ellos también les falta fe. Y como les falta fe, por una parte, tienen miedo a que, si dejan las cosas claras, en la Iglesia queden sólo cuatro gatos y, por otra, ellos mismos no están tan, tan convencidos de que todo lo que pone en el catecismo sea verdad.
27/06/14 7:26 AM
  
Ramontxu
En psicología no hay una clara línea divisoria entre lo "normal" y lo "patológico". Lo patológico se define como una excesiva desviación con respecto a la media, pero cuánto es "excesiva", es una cuestión opinable.

Por ejemplo, todo IQ inferior a 100 se desvía de la media en la mala dirección, pero ¿a partir de qué punto se debe empezar a considerar patológico? En gran parte depende de la aceptación social. Hubo un tiempo en el que a los afectados por el síndrome de Down se les llamaba como sabéis que se les llamaba, se les trataba como a enfermos incurables y se les aislaba. Hoy en día las cosas son distintas y de lo que se trata es de integrarlos.

Lo mismo ocurre con la homosexualidad. Dejando a un lado la cuestión de las causas de la homosexualidad y la del número de homosexuales que realmente hay, cuestiones ambas que también dan para mucha discusión, no cabe duda de que es un grupo minoritario. O sea, distinto de "la media". Pero sucede que, hoy en día, las sociedades occidentales están dispuestas a aceptarlos y a aceptar que mantengan relaciones sexuales de la manera que más les guste, así que han dejado de ser una patología. Ahora las únicas razones que pueden justificar una criminalización de las conductas homosexuales son razones de tipo religioso. Porque lo prohíbe Dios. O, eufemísticamente, porque lo prohíbe la "Ley Natural".
27/06/14 7:58 AM
  
gringo
Alejandro Holzmann:
"En la mayor parte de los casos el hijo homosexual tenía una relación demasiadp íntima con su madre... con frecuencia la madre prefería este hijo a su marido".
Felicidades, acabas de demostrar que todos los hombres especialmente los de cultura latina somos homosexuales.
De veras tú te crees que a un hombre le gusta tener sexo con otros hombres porque no se llevaba bien con su padre?.
Resulta que si mi papá no me va a ver jugar al béisbol me gustará que (prefiero omitir detalles pero ya me entiendes).
Y por cierto no sé si eres español pero acá en España el sr. Polaino está bastante desprestigiado. Incluso el senador que lo invitó a hablar en el Senado en contra del matrimonio gay tuvo que pedir disculpas.
Y por cierto, puedes decirme qué madre no se lleva mejor con sus hijos que con su marido?.
Y según tú cuál sería la solución a la homosexualidad?
Hacer como los espartanos y a partir de los siete años sacar al niño del regazo de la madre y mandarlo a un campamento militar donde solo haya otros niños que serán entrenados por hombres en el arte de la guerra?
Todo el mundo sabe que los espartanos no tenían homosexuales gracias a este método...
27/06/14 11:28 AM
  
Leopoldo Quezada
San Pablo ya le respondió al P Felipe Berrios "Porque llegará el tiempo en que los hombres no soportarán más la sana doctrina; por el contrario, llevados por sus inclinaciones, se procurarán una multitud de maestros que les halaguen los oídos, y se apartarán de la verdad para escuchar cosas fantasiosas.
Tú, en cambio, vigila atentamente, soporta todas las pruebas, realiza tu tarea como predicador del Evangelio, cumple a la perfección tu ministerio" 2ª Tim 4, 3-5
27/06/14 1:32 PM
  
Gloria
Espero con ansiedad la respuesta que darás a tus dos seguidores ateos.

Esto porque suelo discordar en casi todo con ellos, también en sus intervenciones en este tema, pero creo que Ramontxu tiene razón en cuanto a que los obispos sí saben cómo reaccionar, pero Oh, dolor, les falta valor y les sobra buenismo. Y sí, tal vez el motivo en varios sea la falta de fe, lo he comprobado con pesar alguna vez.

Y con respecto a las condiciones para ser padrino de bautismo, hace algún tiempo que pienso exactamente igual. Se comprometen a educar al ahijado en la fe católica personas que no tienen ni idea en qué consiste la fe católica. Prometen renunciar al demonio y sus obras personas que, o no creen que el demonio exista, o no tienen ni idea cuáles podrían ser obras del demonio más allá de incitación al asesinato.
Pienso que es urgente, urgentísimo reformar las catequesis, tanto prebautismal, como familiar, y por supuesto, matrimonial.

Un avance será el sínodo de octubre.

27/06/14 8:04 PM
  
Miguel Antonio Barriola
Sea enfermedad o no,producida por malas condiciones familiares o no, se trata de una desviación, tanto para la fe cristiana como para la consideración natural.
Así como es posible corregir el alcoholismo heredado, educar a un cleptómano y combatir inclinaciones desviadas, está acertado que se puede enderezar a personas, que sufren verdaderamente con sus inclinaciones homosexuales.
Comprenderlos, admitirlos en la familia, sociedad y comunidades cristianas, no significa tolerar sus extrañezas, así como en nada se ayuda a un alcohólico de añares, bendiciendo y fomentando su pendiente hacia la bebida.
La historia prueba hasta qué punto desvíos "naturales", no sólo psicológicos, hasta físicos han podido ser conducidos a rectos caminos.
Hellen Keller, ciega y sordomuda de nacimiento norteamericana logró salir heroicamente de su aislamiento, fundando despueçés escuelas para tales pacientes, sin quedar con sus triunfos sólo para ella.
27/06/14 10:39 PM
  
Pato Acevedo
@ Ramontxu: El problema para un obispo es que a la mayoría de los cristianos, si les dices "acércate a la Iglesia o te vas" elegirán alegremente irse, y con ello dañarán su propia alma. No es una decisión fácil. Si a ello le sumas que la reacción natural de la comunidad laica ha llegado a ser que ven a estos sancionados como héroes o el deseo de ahorrarse la exposición mediática y los problemas asociados, uno casi llega a entender su reticencia. No es un buen motivo, pero es intendible.

¿Les falta fe? A algunos ciertamente que sí, ¿son una mayoría? Yo creo que no ¿Están convencidos de todo lo que pone el catecismo? Nuevamente, algunos no lo están, pero no son tantos.

La definición de enfermedad no puede ser meramente estadística. Si fuera así, la presbicia, por ejemplo, dejaría de ser enfermedad a partir de los 50 años.

@ Alejandro: En base a las diferentes causas que se han propuesto para la homosexualidad y los variables resultados de las terapias (a veces muy exitosas y en otro casos muy dañinas) He llegado pensar que finalmente se descubrirá que la homosexualidad es un síntoma que se asocia a diversas condiciones psicológicas.

@ Gloria: La Iglesia es una realidad enorme, extendida por toda la tierra y con diferentes desafíos en diferentes lugares. Muchas veces esperamos que Roma nos resuleva los problemas de nuestras comunidades locales, pero ese no es el rol del Papa.

Estoy completamente de acuerdo contigo en que en nuestras iglesias occidentales han caído a lo más bajo antes de la apostasía final, donde ni siquiera los que van a misa dominical podrían decir por qué están ahí y no en un templo evangélico, y que un esfuerzo de reconstrucción, sin dejar de lado lo pastoral y la caridad, debe comenzar por la catequesis a nuestros propios hermanos.

Por esa falta de catequesis figuras como el P. Felipe Berríos son aplaudidos a rabiar en nuestra propia casa.

Tal como los primeros cristianos se dirigían primero a la sinagoga antes de al ágora, debemos armarnos con el catecismo para reevangelizar a los bautizados antes de pensar siquiera en dirigirnos a los ateos.
27/06/14 10:42 PM
  
Alejandro Holzmann
Gringo:

No entro a discutir el tema con usted, pero sí aprovecho de aclarar lo que señala sobre Polaino, pues no es del todo cierto.

Efectivamente, el PP tuvo que pedir perdón por lo que Polaino dijo en una Comisión del Congreso. Nunca esperaron que dijera lo dijo: que la homosexualidad era una patología. Nada para hacerse prestigioso ni popular. Pero ya sabemos los cristianos que dar testimonio de la verdad, que muchas veces coincide con lo políticamente incorrecto, casi nunca le da a uno prestigio. Al contrario, casi siempre conlleva cruz.

Si a este desprestigio se refiere usted cuando señala que en España "Polaino está bastante desprestigiado", entonces ya está todo claro y no hay nada más que discutir.
28/06/14 6:46 AM
  
Alejandro Holzmann
Pato:

Su opinión sobre el valor discutible de las terapias no ayuda en nada a la causa católica. Se parece más a la del lobby LGBT que a la de los expertos.

No es la primera vez que usted manifiesta una opinión personal distinta de la línea editorial de este Portal. Lo menos que podría hacer es fundamentarla. Mejor aún, informarse. Yo, por mi parte, le doy el nombre de dos psiquiatras muy exitosos en el tratamiento de esta psicopatología: Richard Cohen y Elena Lorenzo. Y la de un obispo, José Ignacio Munilla, que ya ha ayudado a varios a cambiar de vida.

Si revisa estos casos de éxito y los de los profesionales citados en mi primer comentario verá que lo que usted piensa "que finalmente se descubrirá" respecto de esta patología ya se descubrió hace ratito.

Lo último. A ver si nos aclara eso de que "la homosexualidad es un síntoma que se asocia a diversas condiciones psicológicas".
28/06/14 6:55 AM
  
José Ronaldo
Oscar Inzunza: cómo crees que podemos acceder al audio de la entrevista o a una transcripción escrita de la misma? Sospecho que - de acuerdo a otra nota sobre el P. Berríos que apareció en esta misma página - sus palabras y conceptos no han sido ubicados dentro del contexto total de la entrevista, y por lo tanto, pueden haber sido tergiversados.
Gracias por tu información
28/06/14 6:59 AM
  
José Ronaldo
El otro día, escuché la conferencia de un abogado respecto a la necesidad de que la ley civil regule de algún modo la unión entre homosexuales, debido a que existe un vacío legal al respecto en muchos países.
Ponía la siguiente situación:
"Una pareja de homosexuales - A y B - lleva conviviendo 10 años. En ese lapso, con el aporte económico de ambos, han adquirido: un apartamento, un vehículo y diversos enseres domésticos. De mutuo acuerdo, todo ello está a nombre de A.
No obstante, muere A.
B entonces, cree poder quedarse con lo adquirido por ambos durante su convivencia.
Pero para su sorpresa, la familia de A (padres, hermanos)consiguen sin mayor dificultad adueñarse de todo, total, para los tribunales y demás instancias civiles/legales, al no "estar casados", B es simplemente "la pareja, el amigo" de A.
¿Qué les parece?
28/06/14 8:07 AM
  
Pato Acevedo
@ Alejandro: No tengo noticia de una línea editoria de este portal respecto a las terapias de reparación de la homosexualidad. Me atengo a la enseñanza de la Iglesia acerca del misterio que rodea al origen de esa condición, según se expresa en el Catecismo.

Encantado detallo lo que quise decir: Hay homosexuales afeminados y otros que no lo son; hay algunos como Gonzalo Cáceres que admiten que la causa de su condición es haber sido abusados de niños; hay católicos que sufren de atracción por el mismo sexo y que reconocen la necesidad de vivir en castidad como lo enseña la Iglesia, pero que han intentado las terapias de reparación sin resultados positivos; Hay otros que corresponden al modelo de madre dominante y padre ausente, que han logrado superar completamente sus vidas previas y tener una familia normal; Hay otros que, habiendo formado una familia, reconocer que todavía sufren tentaciones.

Este amplio espectro de vivencias personales en torno a la homosexualidad, incluso más amplia de lo que reseño aquí, me lleva a considerar que tal vez no se trate de una sola condición o enfermedad, sino un síntoma común de diferentes condiciones psicológicas.

En todo caso, no conocía a los psiquiatras que mencionas y buscaré sus trabajos en la red.

@ José Ronaldo: El video de la entrevista al P. Berríos se encuentra en el segundo enlace de esta entrada, y dura cerca de una hora. Dicho eso, yo la vi, y su defensa de la homosexualidad fue todavía más enfática que lo que expresa la nota de infocatólca.

El caso que planteas es comúnmente propuesto por los enemigos del matrimonio natural, así que dejame responderte en una entrada futura.
28/06/14 2:52 PM
  
gringo
"Enemigos del matrimonio natural"?
Ahora ser partidario del matrimonio gay es ser enemigo de los demás matrimonios.
Vamos que a la gente se le va a prohibir casarse por la Iglesia con gente del otro sexo.
Debe ser que los gais son bichos apartados de la sociedad que no tienen familia ni amistades heterosexuales.
Desde luego vaya mentalidad.
28/06/14 11:09 PM
  
Gloria
Pato:
Busca también a Joseph Nicolosi, Janelle Hallman y sobretodo a Gerard Van den Aardweg, sicoterapeuta holandés de vastísima experiencia y que ha escrito para Revista Humanitas.
29/06/14 11:40 PM

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