Menos ateos y más contribuyentes a la Iglesia Católica
Estamos en una sociedad lentamente menos religiosa que hace unos años, dicen los peritos del asunto. Los embates orquestados durante siete y pico años desde la orilla zapaterina han horadado las piedras y las arenas de las playas creando un revoltijo difícil de cuantificar.
La única forma de acercarse a la realidad numérica de este asunto es recibir los resultados de las confesiones ante el papel de la declaración del impuesto sobre la renta de las personas físicas, que canaliza Hacienda y luego sirve en platos varios el Centro de Investigaciones Sociológicas. Los datos salieron ayer.
Este año destacan dos menús interesantes: en uno, el 2% disminuye el número de españoles que se declaran ateos y no creyentes. Y en otro, suben el número de contribuyentes españoles que han marcado este año las casillas de la Iglesia Católica y de Fines Sociales en la Declaración de la Renta.