InfoCatólica / Tomás de la Torre / Archivos para: Enero 2009

31.01.09

José Enrique y Javier Ayarra

He leido en Ecclesia digital:” José Enrique Ayarra es el canónigo organista de la catedral de Sevilla y uno de los organistas de mayor prestigio en España.

Tras un tiempo en diálisis y en lista de espera, la muerte en accidente de circulación de su hermano Javier, hizo posible que José Enrique Ayarra Jarné recibiera el riñón que necesitaba, procedente precisamente de su hermano, donante de órganos.

Con este motivo, Ayarra ofreció el 28 de enero un concierto extraordinario en la catedral de Sevilla, con música de Bach, Rachmaninov, los Seises, Guilmant, Brezza, Braña y, finalmente, el Aleluya de Haendel. Con esta música Ayarra ha expresado sus experiencias y sentimientos de estos cuatro últimos años de enfermedad, ahora subsanada.

El donante, su hermano Javier, algún año más joven que Jose Enrique, era médico del servicio de cirugía torácica del Hospital Macarena de Sevilla, y falleció en accidente de circulación el 4 de diciembre.

El sacerdote y músico José Enrique Ayarra nació en Jaca en 1937 y es organista por oposición de la catedral hispalense desde 1961. Ayarra interpretó el citado concierto desde el órgano romántico de la catedral de Sevilla, instalado en ellla hace 105 años.”

Al organista Ayarra lo conocí hace años. Sus conciertos de órgano los he escuchado en varias catedrales, colegiatas y monasterios. Es un virtuoso del órgano. Es un hombre que se ha adaptado muy bien a la sociedad andaluza y sevillana. Es un cura de los que eran capaces de ganar unas oposiciones a la canongía a la que se presentaban. Es un excelente humanista, que ahora ha tomado impulso vital con la donación renal de su hermano fallecido.

En una fecha, en la década de los noventa, lo entrevisté para la radio. Recuerdo que lo pudo ser diez minutos de un diálogo grabado, se convirtió en una tertulia de dos horas. Hablamos de la calidad de la música litúrgica, comentamos la falta de compositores de música religiosa, pasamos la mirada sobre la enseñanza de la música en los Seminarios Diocesanos, destacó el órgano como el instrumento más apto para la expresión musical clásica de la Iglesia Católica, nos detuvimos en el órgano de la Catedral de Sevilla, hicimos mención al estado de salud de los viejos órganos de algunas colegiatas e iglesias de Andalucía. Fue una gran conversación que nunca olvidaré.

La noticia de su recuperación me ha alegrado. Conocía su dolencia y su dependencia de la diálisis en el riñón artificial. A partir de ahora volvemos a contar con el organista Ayarra, una gran persona, un magnifico cura, y un excelente organista.

Desde El Olivo le deseamos una larga vida entregada a su misión musical. Y rogamos a todos los lectores que si desean oir un buen órgano tocado por un mejor organista que se pasen por la catedral sevillana. Es un deleite cultural y espiritual.

Tomás de la Torre Lendínez

30.01.09

Los salesianos 150 años después

Los salesianos están celebrando el 150 aniversario de su fundación por
San Juan Bosco, cuya fiesta es mañana dia 31 de enero. Sobre la familia
salesiana se ha escrito mucho y se ha hablado más. Los mismos alumnos
de los salesianos son la mejor prueba de que los hijos de Don Bosco
siguieron el carisma de su fundador de manera ejemplar.

Una forma de escribir sobre el mundo de la familia religiosa
salesiana es haber estado trabajando con ellos, como es mi caso. Los
salesianos con los que trabajé fueron personas con las que aún continuo
teniendo unas excelentes relaciones de hermano y de compañero en las
tareas pastorales.

Las virtudes más destacadas de mis años junto al equipo parroquial de
San Juan Bosco pueden ser las siguientes:

-El acoger a las personas con dulzura, con benevolencia, con
tolerancia, con respeto, con caridad. Nadie era más que otro. Todos los
fieles de la parroquia tenian las puertas abiertas y a los salesianos a
su pleno servicio pastoral.

-La dedicación a los jóvenes más marginados de esta sociedad, a
través de la Fundación Don Bosco, teniendo abiertas varias casas donde
se les imparte la educación integral de la sociedad de Don Bosco.

-La plena colaboración de los cooperadores salesianos, de los hogares
Don Bosco….en todas las formas de pastorear a los feligreses, por
ejemplo, en la catequesis, en la liturgia, en la caridad, en la
formación en la fe, en la pastoral familiar…

-La cantidad de actividades complementarias a las que acudian la
gente del barrio: fiesta de Don Bosco, comidas compartidas, campamentos
veraniegos a los niños y adolescentes….

-Todo este conjunto de acciones pastorales las realizan los
salesianos sin darse importancia, sin mirar a los focos de luces, sin
desear salir en la primera página de ningun diario, sin buscar glorias
humanas….

La vida de las comunidades salesianas conservan su espiritu
carismático en pleno tiempo de cambios y dificultades contra la vida
religiosa en general. Saben ser hermanos entre ellos incluso con los
que no son sacerdotes.

Los salesianos viven la falta de vocaciones que actualmente adolece a
todas las familias religiosas. Van envejeciendo con paz y hermandad
salesiana. Trabajan por sembrar la semilla vocacional entre sus
feligreses, y son éstos los que deben responder a la llamada del
Señor.

Es verdad que en el instituto religioso salesiano no todo es oro. Existe
algún miembro muy destacado estos días ensalzado por equis medios de comunicación
con todo el asunto de la asignatura de Educación para la Ciudadanía,
cuya ejecutoria debe ser mirada con lupa pues sus decisiones actuales
pueden traer un futuro de hipoteca moral y de identidad de la misma
institución en el campo de la educación en sus propios colegios y
en la de los que están bajo el paraguas de la Fere.

Pero el firmante de este Olivo se refiere esencialmente a los salesianos
con los que he convivido en la parroquia de San Juan Bosco.

Desde aquí felicitamos a toda la institucion salesiana con motivo del
siglo y medio de fundación. Les deseamos que cumplan muchos más al
servicio de la Iglesia y de los hermanos.

Tomás de la Torre Lendínez

29.01.09

Mi respuesta al masón de ayer

Esta es la respuesta que he enviado a don Francisco Gutiérrez Martínez, masón confeso y persona alegre por el fallo del Tribunal Supremo sobre Educación para la Ciudadanía. Dice así:

Estimado señor:
Yo no me he enfadado por el resultado del Tribunal Supremo. Ni mucho menos. Solamente me he reafirmado en la idea de que estamos en un régimen, donde ustedes los masones, tienen todos los hilos del poder en sus manos. La chapuza del video, realizado con fecha del pasado lunes, con la ministra de Educación y colgado en Youtube, anticipando el contenido de la sentencia, que ha sido descubierto por Libertad Digital Televisión, es la mejor prueba de que, ustedes los masones, tienen dotes de adivinación algo que sinceramente desconocía, o es que tienen chivatos metidos hasta entre los magistrados del alto Tribunal. No lo sé. Usted sabrá la respuesta.

El contenido de la sentencia deja una puerta abierta a que en el futuro esta doctrina judicial pueda tener otro cariz, ya que sobre los contenidos de los libros y el adoctrinamiento descarado ha quedado abierta la opción a que los padres y demás asociaciones puedan esperar otros fallos más favorables.

Si, ustedes los masones, deseaban que la Iglesia, los padres e instituciones defensoras de la objeción de conciencia nos íbamos a callar están aviados. Mientras nos quede un mínimo de vida seguiremos llevando el asunto a los tribunales españoles y europeos, porque por la artillería de los medios de comunicación adictos al poder de este régimen he constatado que a ustedes les ha importado más este fallo judicial que si les hubiera tocado la lotería sin haber comprado. Así que seguiremos con el pleito de tribunal en tribunal.

Los padres son los primeros y exclusivos educadores de sus hijos, el Estado y los centros docentes con todo su personal, son solamente colaboradores de la educación de los niños que le son confiados, pero un Estado que se erige en “educador” de las conciencias juveniles deja de ser democrático para mudarse a la más férrea dictadura, de las que ya conocimos bastantes en el siglo pasado.

Por este motivo, los padres que piensan por sí mismos y desean unos hijos educados en libertad, tienen todo el derecho del mundo, a exigir al Gobierno que no imponga una “moral laica” en las mentes de sus hijos. Si a eso lo llama, usted, hacer “política”, es su opinión. Nosotros lo llamamos ejercer el derecho de la libertad de los padres a elegir los conceptos morales que desean que tengan sus hijos. Y nada más. Más de un español está educando a sus hijos fuera de los centros de estudio, en la propia casa, y se presentan a los exámenes por libre. No es la primera vez que se hace. Ni la ultima tampoco.

Una cosa final: Ni la Iglesia, ni los padres, ni las instituciones que cooperan por la objeción de conciencia ante la asignatura de Educación para la Ciudadanía, vamos a pedirles a los masones, como usted, que nos deje vivir en esta sociedad. Tenemos el mismo derecho que usted y los suyos a vivir, trabajar y educar como cualquier otro ciudadano. O ¿dónde coloca, usted, sus conceptos sobre la ciudadanía en la democracia aparente que vivimos o en la dictadura descarada?. Descúbranse ya de una vez. Fuera caretas, aunque estemos cerca del carnaval.

Atentamente, le saluda

Tomás de la Torre Lendínez

28.01.09

Un masón alegre ante la sentencia

Abro el correo electrónico y me encuentro con varios envíos. Uno de ellos me llama la atención. Está firmado por Francisco Gutierrez Martínez. Es una persona conocida que es un masón confeso y militante activo de sus ideas desde su adscripción ideológica a la izquierda y devoto de la logia en la que está.

El firmante me concede que pueda poner aquí todo el texto. Dice así:

“Ya estará, usted, hoy enfadado por el fallo de la sentencia del Tribunal Supremo sobre la asignatura de Educación para la ciudadania. Me alegro de su mal humor y todos los que piensan como usted.

Los jueces del Tribunal nos han dado la razón porque somos mayoría en toda España. Los cristianos están en franca minoría. Además, los miembros de la sala judicial saben que la mano que les da de comer no debe moderse, aunque hayan programado una huelga, que ya veremos si se produce.

Mire, usted, la gran razón que tenemos los masones para estar orgullosos de esta sentencia es la siguiente: los padres no tienen derecho a mezclar contenidos constitucionales con cuestiones morales familiares. La asignatura no entra en estos asuntos. Por lo tanto, el planteamiento de la objección de conciencia, además de ser ridicula en el número, cincuenta mil casos, contra cuarenta y cinco millones de ciudadanos en toda España, es ganas de hacer oposición al gobierno legítimo del país politizando una asignatura que se imparte en todos los países democráticos de Europa.

Por otra parte, la Iglesia está apoyando a estos padres porque desea tener en sus manos como ha hecho siempre la manipulación de las conciencias de los alumnos. Y ese tiempo ya pasó hace mucho. Y nunca volverá, se lo aseguro, porque nosotros estamos ganando terreno. Mire si vamos avanzando que todos los colegios de frailes y monjas han aceptado la asignatura de Educación para la ciudadanía sin poner dificultades. Solamente se les ha concedido que lo adapten al ideario del centro, pero eso es de poca importancia para nosotros.

Otra razón de nuestro contento es ésta: los padres no pintan nada en la educación de sus hijos, que los confían a los centros de estudio para su educación, y, lo mismo que no entran en los contenidos de la asignatura de matemáticas, lo mismo deben hacer en otra disciplina más como es Educación para la ciudadanía, que está en la Ley Orgánica de Educación, aprobada por la mayoría de los parlamentarios que nos representan a todos. El deseo de no cursar esa asignatura es signo de un flaco espíritu democrático.

En fín, le dejo. Quítese el enfado como pueda. Yo hoy he brindado con los amigos por esta sentencia justa y ajustada a derecho. Hasta otro momento. Un saludo".

Dejo este texto colgado en El Olivo. El lector y visitante puede, si le parece, contestar a este señor que está tan contento que hace palmas con las orejas.

Tomás de la Torre Lendínez

27.01.09

Santo Tomás y la JEC

Apoyado en mi juvenil militancia en la Juventud Estudiante Católica, y en la fiesta de Santo Tomás de Aquino, patrón de las Escuelas Católicas y como actual profesor de un instituto de enseñanza secundaria obligatoria, situado en una región donde los patrones educativos fueron desterrados hace años por un insulso y laicista Día del Docente, que se sacó la Junta de Andalucía de la manga, como tantos asuntos concernientes a la educación, y que lo situa en el calendario escolar favoreciendo siempre un largo puente para los profesores, es por lo que deseo dejar colgado en El Olivo el mensaje emitido por la actual Juventud Estudiante Católica, (JEC),con motivo de la fiesta de Santo Tomás. Dice así:

“Desde la Juventud Estudiante Católica (JEC) manifestamos nuestra preocupación por algunos aspectos que afectan a nuestro ambiente cultural y estudiantil.

En pleno siglo XXI, vemos cómo la enseñanza sigue siendo el privilegio de unos pocos, y la dificultad del acceso al saber uno de los abismos que separan Norte y Sur y perpetúan la injusticia, la pobreza y la opresión. En nuestro país, los constantes cambios de leyes estatales de educación son muestra de la decepción general ante tantas expectativas de la comunidad educativa y la sociedad, haciendo depender los procesos formativos de un continuo vaivén coyuntural. Las actuales reformas parecen desarrollarse más en la forma que en los contenidos, responder más a las demandas del mercado y a la progresiva tecnificación de la vida y la ciencia que a las verdaderas necesidades de la sociedad, especialmente de los sectores más desfavorecidos de la misma.


Mientras tanto, los estudiantes sufren las consecuencias de la inestabilidad, de la presión ante un futuro incierto, y de la ausencia de una formación integral al alcance de todos. Algunas de las recientes movilizaciones de estos alumnos nos hacen sentir que se ha activado la voz de alarma ante las arenas movedizas de un sistema educativo convulsionado.
Ante esta realidad, los y las jóvenes de la JEC afirmamos que:

1. La educación es un derecho universal que debe orientarse al desarrollo integral de la persona, capacitándola para realizar libremente su vocación primera: su protagonismo y compromiso en la construcción de la sociedad en la que vive.
2. La educación debe ocupar el lugar prioritario que merece en las preocupaciones de los ciudadanos y de sus representantes políticos. Entendemos que sólo arbitrando un consenso que ponga en el centro la formación integral de la persona, aspirando a la unidad del saber frente a la fragmentación del conocimiento, podrán habilitarse medios eficaces para consolidar la ambiciosa reforma educativa que necesitamos.
3. Las instituciones educativas no pueden ser una isla en medio de la sociedad actual. Sólo estarán realizando su misión en la medida en que sean capaces de apostar por las verdaderas necesidades de la sociedad, atendiendo al grito de las realidades más sangrantes de injusticia y desigualdad de nuestro mundo.
4. El saber y el estudio pueden y deben ponerse al servicio de la comunidad local, nacional e internacional, desde un compromiso estudiantil que no mire sólo el beneficio particular de quien estudia, sino también el para quién se estudia. Alentamos la promoción de una cultura de la solidaridad, de la participación y de la justicia social, que fomente una ciudadanía activa, fraterna y responsable.
Entendemos que “toda reforma de la enseñanza es hoy ineficaz si no está unida a una revolución total, económica, política y cultural: no se puede reformar la escuela sin recrear la civilización y no se puede reformar la civilización sin recrear la escuela” (Jean Lacroix). Por eso desde la JEC seguimos, hoy como ayer, trabajando por una escuela que sea semilla de cambio para el mundo".

Con todo lo anterior estoy totalmente de acuerdo y deseo subrayar la idea final de Jean Lacroix según la cual si se desea reformar la civilización se debe recrear la escuela, ya que los que semanalmente estamos con setecientos alumnos sabemos que ellos serán los depositarios de la educación de hoy, y en sus manos está el futuro de la sociedad, pero para eso debe mejorar la calidad de los centros de estudio en el más amplio sentido de la palabra, tal como lo vivió Santo Tomás de Aquino en la Sorbona parisina en pleno siglo XIII, donde la enseñanza era universal en los conocimientos y el estudiante tambien era universal en sus experiencias, porque era itinerante.

Para los lectores y amigos de El Olivo informo que mañana NO es mi onomástica. Gracias.

Tomás de la Torre Lendínez