Nos importa tres x que nos cierren la edición
La codorniz fue una revista española de humor que se publicó en España desde 1941 a 1978. Su lema era «la revista más audaz para el lector más inteligente». Así era. Había que leer no digo entre líneas, sino entre las entre líneas. Hoy, que hemos perdido el sentido del humor o, peor aún, nos pensamos que el sentido del humor son dos memes oportunistas, un repetir chistes más viejos que Ramón Tamames, y dos palmetadas en la espalda al grito de “qué bien te veo tía, o tío o tíe", La codorniz no tendría futuro.
Durante años se adjudicaron a La codorniz historias del todo inexistentes, aunque no faltan quienes juran haber tenido en sus manos las susodichas portadas. Una de estas supuestas heroicidades se decía que ocurrió tras el secuestro de alguna edición, que a veces pasaba. Según la leyenda, ya digo que nunca ocurrió en la realidad, tras alguna semana en que La codorniz estuvo secuestrada por alguna gamberrada que se les fue un poco de las manos, la revista volvió a los kioskos con una portada en la que podía leerse lo siguiente:
Bombín es a bombón
como cojín es a x
y nos importa tres x
que nos cierren la edición.

Mi amigo Manolo nunca aceptó la crudeza de Filomena. Fue siempre un hombre convencido del calentamiento global acelerado y ante su terquedad de pensamiento no había realidad que le pudiera sacar no solo de sus certezas, sino de la necesidad de hacer propaganda de las mismas a tiempo y a destiempo.
Piensen y verán que no ando tan errado. Todas las grandes cuestiones del sínodo, al menos las más conocidas y divulgadas, son cosas que pasan por la entrepierna. A ver si no:
Mañana de domingo en Guadalix de la Sierra. Apenas unos minutos para que dé comienzo la misa de las 13 h. Servidor, a carreras de pueblo en pueblo. A llegar a la sacristía mi buena María, la gran colaboradora de la parroquia de Guadalix durante muchos años, me dice:
Me comentaba ayer un buen amigo que en su parroquia no cabe un cartel más. Ha llegado a contar más de sesenta en la entrada ¡más de sesenta! amén de tres o cuatro o cinco en el presbiterio con lemas tan originales y sugerentes como “Dios te ama", “Cuaresma, tiempo de conversión” o “Todos somos hermanos".





