Sacramentos ¿decir no?
Sé que el tema es un charco embarrado. Pero si uno algo puede aportar aquí es su experiencia de cura párroco, sus dificultades y limitaciones, la visión de los problemas desde el despacho parroquial, el templo y la sacristía.
Dos son los sacramentos que plantean problemas. Sobre todo dos: bautismo y matrimonio. Los otros plantean menos dificultades al menos en principio.
Parto de que ya quisiera yo de que todos los feligreses fueran santos, perfectos, simpáticos, guapos, amables y de buen gusto. Pero los feligreses son como un servidor: limitados, con sus problemas cada uno, carácter singular y demás cuestiones varias.
Llegan papá y mamá al despacho con su retoño para el que piden el bautismo. En principio nada que objetar. Miro lo que dice el derecho, que pone como única condición “que haya esperanza fundada de que el niño va a ser educado en la religión católica; si falta por completo esa esperanza debe diferirse el bautismo, según las disposiciones del derecho particular, haciendo saber la razón a sus padres.” A ver qué es eso de “esperanza fundada de que el niño va a ser educado en la religión católica…”. A partir de ahí… la cosa se complica.

Pienso que cada cura tiene una ilusión especial en su parroquia. Es ese sueño recurrente que te acompaña, que pones delante del Señor, que te ilusiona, que te hace decir… ¡ay si un día aquí pudiéramos…!
Mesa de negociación del convenio en una gran empresa. En un momento de la reunión, uno de los altos cargos de la misma dice: “tranquilos, que de aquí saldrá un convenio como Dios manda”. Me contaba que uno de los representantes de Comisiones Obreras se le tiró prácticamente al cuello: “nosotros esa circular no la hemos recibido”. Para continuar: “no sé por qué hay que nombrar a Dios aquí”.
Maribel (vamos a llamarla Maribel) desapareció de la parroquia hace ahora tres años. Catequista, colaboradora, amiga… Y voló. Un día que no viene y sin avisar, otro que tampoco. No contesta el teléfono, no responde a los correos…
Sabía yo que se podía liar. Cuando tocas el tema movimientos y parroquia siempre saltan chispas. Es decir, que no es tema para nada baladí.





