Venezuela: de Chávez a In - Maduro. Supongo que sor Teresa Forcades tan feliz
Lo clásico era aquello de “Panem et circenses”. Para que el llamado “populacho” no diera demasiada lata, bastaba con que pudieran comer cada día y su puntito de diversión. Lo malo es cuando la gente ya ni come. A ver qué haces.
Venezuela es un caos. Tras el chavismo, que por mucho que se empeñen en presentarlo como la maravilla de las maravillas fruto de un hombre, Hugo Chávez, culto, serio, responsable y sensato –Forcades dixit-, dejó el país sumido en la más absoluta de las miserias, ha llegado el plan Maduro, que acabará por destruir la nación para que cualquiera llegue y recoja las migajas.

Miguel y yo fuimos compañeros de escuela de pueblo. Escuela unitaria, se decía, donde en una única clase nos juntábamos cincuenta chavalotes de distintas edades, bajo el mando y la vara de un maestro, mientras la estufa, alimentada por tomillos que cogíamos a la salida, nos obsequiaba periódicamente con una nube de humo capaz de impregnar nuestra ropa para una semana y hacernos llorar como si hubiérmaoa perdido todas las bolas del guá.
La pastoral juvenil es una tarea extremadamente complicada y demasiadas veces con frutos escasos. Por eso cualquier iniciativa de anunciar a Jesucristo entre los jóvenes no solo debe ser mirada con muchísimo respeto, sino apoyada con todas las fuerzas, especialmente cuando son los mismos jóvenes los protagonistas. Por eso me ha causado especial tristeza un
No, no… Preparar todo para una misa dominical es más que cinco minutos. Por ejemplo:





