Protestantismo: ¿hablar por hablar?
Seguro que recuerdan una frase de un ya viejo programa de humor en la tele: “si hay que ir, se va, pero ir por ir…” Me la apropio para la cosa del dialogo ecuménico con el protestantismo, si hay que dialogar se dialoga, pero dialogar por dialogar…
Me parece bien el hablar unos con otros, encontrarse y rezar alguna cosa juntos. Fantástico que nos pidamos perdón si en algo nos hemos ofendido. Pero desgraciadamente, poca cosa más. A mi modo de ver hay dos puntos de imposible solución hoy por hoy:
AUSENCIA DE AUTORIDAD EN EL PROTESTANTISMO. Porque a ver con quién hablas: ¿bautistas, evangélicos o pentecostales? ¿Luteranos, metodistas o valdenses? ¿Calvinistas, presbiterianos o cuadrangulares? Y dentro de cada una de estas grandes ramas, sus diferencias en ocasiones notables. Como además cada iglesia es básicamente autónoma, pues no hay forma de entenderse mínimamente.

Tengo un feligrés, José Antonio, que ante todo espero me perdone dar su nombre. Un tipo curioso. Neocatecumenal desde hace cuarenta años (vamos, casi de los primeros pobladores), coordinador de uno de los turnos de adoración al Santísimo y suplente de cada turno que queda libre, voluntario en Cáritas y buen humor a raudales. 
No sé apenas nada del padrecito. Lo conocí apenas a través de