¿Qué sabemos de nuestros curas?
Recuerdo hace años un precioso artículo de José Luis Martín Descalzo en el que preguntaba a la gente si cuidaban de sus curas. Me he acordado de esto porque hace unos días, hablando con unos feligreses, se referían a mis compañeros sacerdotes de la parroquia como “ese jovencito que acaba de llegar” y “ese otro que parece sudamericano”.
El jovencito lleva en la parroquia dos semanas, se ha presentado en todas las misas y además ha mandado un saludo en ese correo parroquial semanal que llega a setecientas familias. Pues ni el nombre, que por cierto es Juan Pedro. Y en cuanto a “ese que parece sudamericano” pues resulta que lleva colaborando en la parroquia como adscrito seis meses y celebra misa cada tarde desde entonces. Su nombre es Dennis.

Daría algo por encontrar aquel cartel. No recuerdo la imagen, pero sí perfectamente la frase que acompañaba: “No quieras que todos sean como tú. Con uno como tú tenemos bastante”.
Ayer tarde presentación en el Chaminade del panfleto contra Rouco de José Manuel Vidal. Nada especial. Parece que no demasiada gente y lo normal de estos eventos. Pues vale.
No es la primera vez que hablo del tema. Hace algún tiempo publiqué un post con el título
No había visto D. Jesús en los días de su vida de cura una iglesita más limpia y organizada que la de su pequeño pueblo. Rafaela, Joaquina, María y las demás serían a veces un tanto incordiantes, pero la verdad es que el templo parroquial era una envidia de aseo y ornato. Ya saben cómo son estas mujeres cuando se lo proponen: manteles impecables, ni una mota de polvo, las flores justas y perfectas…