Popurrí de perplejidades
Me quedo en lo de perplejidades porque mañana es nochebuena y uno siente algo de calorcito navideño, porque en vez de perplejidades podrían colocarse palabras más gordas.
PRIMERA. Mil eurazos de multa al director del colegio Juan Pablo II de Alcorcón por decir en una carta a los padres de sus alumnos que la ideología de género le parece un disparate y que es una barbaridad pretender imponerla a base de sanciones. Pues toma sanción de mil euros para que te andes con cuidado.

Algunos feligreses, tanto reales como virtuales, me hablan de
Apenas me sonaba de vista, y muy poco. Hace unos momentos ha pasado por el despacho digamos que María, qué importa el nombre. Es africana y tiene dificultades con el idioma. No pasa nada, la buena voluntad todo lo suple. Me ha entregado una ficha de inscripción para los turnos de la capilla de adoración perpetua. Va a velar ante el Santísimo desde las 23 h. del día 24 de diciembre hasta las 5 de la mañana del día de Navidad.
Tener que negar la absolución es de las cosas más terribles que le pueden pasar a un sacerdote. Pero hay veces que no queda más remedio que hacerlo, Y POR PURA MISERICORDIA. No es que sea algo de todos los días, pero si el ministro de la reconciliación observa que faltan elementos esenciales en la confesión, especialmente el arrepentimiento y un firme propósito de la enmienda, es su obligación. Insisto: POR PURA MISERICORDIA.
Hace poco me han pasado la noticia de unos gravísimos desmanes en un templo cristiano nada menos que en la localidad sueca de Kristianstad. Según el diario local