Las rosquillas de la señora Juana
Feliz Pascua de resurreccón. Anoche en Braojos, Gascones y La Serna hemos celebrado solemnemente la resurreción del Señor. Gracias a D. Manuel González López-Corps que celebró el triduo en Gascones y al P.Lázaro, que hizo lo propio en Braojos.
En los tres pueblos con final de chocolate y rosquillas y alguna cosa más, que la señora Juana, tras la degustación de sus especialísimas rosquillas, todavía sacó una botella y con una sonrisa picarona nos dijo: “por si quieren ahora un chupito". Por supuesto que quisimos rematar con el chupito de moscatel, que no era otra cosa, no se vayan a pensar.
Contento de la semana santa. En La Serna, ya saben, 77 empadronados, aunque en estos días hemos tenido más gente, tuvimos anoche una asistencia de unas cuarenta personas. Iglesia rebosante de alegría y mimo, una celebración creo que suficientemente digna y gozo a raudales.
No tengo fotos de Braojos, supongo que llegará alguna a lo largo de la mañana. Es igual.
Lo que sí quiero decirles es que ha sido un gozo muy grande la celebración de la semana santa en estos pueblos. Además de celebrar un servidor los oficios en La Serna, me he estado acercando a los otros dos puebls siempre que ha sido posible, por ejemplo, para rezar laudes el viernes en Gascones y para el viacrucis procesional en Braojos el viernes por la noche. Por cierto, viacrucis que fue necesario suspender en la quinta estación por la fuerte nevada.
Pueblos pequeños no quiere decir celebraciones miserables. En absoluto. ¿O es que solo en las grandes parroquias se puede celebrar a lo grande?
Les dejo un par de fotos más. La primera, de un momento de la vigilia en Gascones y la otra es de la iglesia de La Serna preparada para la vigilia.



Francisco es el papa de los gestos sorprendentes. Entre otros, desde el primer año de su pontificado quiso realizar el gesto del lavatorio de los pies del jueves santo en lugares de especial sufrimiento, como ha sido este año la cárcel Regina Coeli, donde lavó los pies a doce detenidos, entre los cuales un ortodoxo, un budista y dos musulmanes.
No es fácil realizar el signo del lavatorio en la misa “in coena Domini” cuando celebras en una pequeñísima parroquia, creo que ayer no llegamos a las cuarenta personas en La Serna, y cuando, además, resulta que hacía años que no se realizaba el rito. No me vengan ahora los puristas con especialísimas exigencias.
Dicen que en qué se entretiene un cura de pueblo. Pues, por ejemplo, en leerse los libros sacramentales, especialmente los de difuntos.
Esta mañana, domingo de ramos, he celebrado tres misas con su correspondiente bendición de ramos en cada una de ellas. Además, he presidido a primera hora de la mañana el entierro de un vecino. Cosas normales.