Impresiones de este cura después de dos años en la sierra norte
Ayer martes, dos años desde que me hice cargo de mis tres parroquias rurales. Después de este tiempo yo creo que bien puedo hacer una primera valoración de este tiempo. ¿Mereció la pena? ¿Me equivoqué al ofrecerme para ir a atender estas parroquias? ¿Me he arrepentido en algún momento?
Fue una apuesta arriesgada. Muchos me lo dijeron: “estás acostumbrado a mucho jaleo, te vas a aburrir, qué vas a hacer ahí con tan poca gente, acabarás con una depresión…” Tuve mis miedos y mis precauciones. Pero bueno, creo que Dios lo fue tramando. Eran doce años en la parroquia anterior con la sensación de que me estaba estancando. Y justo en el mismo momento en el que yo decía a mi vicario episcopal que sería bueno que pensaran en un cambio, y que no me importaría ir de párroco a atender algún pueblo de la sierra, justo a esa hora, justo en ese momento, se procucía el accidente en el que falleció mi antecesor.

O cinco mil quinientos, que no lo sabe muy bien.
Hay expertos en jugar con dos, tres, cuatro… n elevado a infinito barajas.
Sí. Teólogo de la liberación, defensor de los oprimidos por los sistemas políticos injustos, cantor de la democracia y la libertad, adalid de la toleranca y defensor de las causas perdidas de la justicia, la convivencia, el respeto y la fraternidad.
En la cosa de los difuntos cada pueblo tiene sus costumbres. Ni mejores ni peores. Las suyas.





