Infocatólica, infocatólicos: GRACIAS!
Al comenzar el año necesitaba dirigirme a todos los amigos de Infocatólica para agradeceros la acogida que me habéis brindado en estos meses con vosotros.
Gracias ante todo y muy especialmente al director, Luis Fernando, que tuvo la ocurrencia de llamarme un día por teléfono para invitarme a participar en esta locura de comunicación católica. Ya le dije que uno es como es, a veces un bocazas, a veces un tanto imprudente, cura convencido, eso sí, pero que hay por esos mundos gente mucho más sensata que un servidor. Ahora bien, viendo la insensatez del portal, que podría vender mucho más si fuera un portal de salsa rosa eclesiástica, de pseudo investigación pseudo histórica que pusiera al descubierto los insondables misterios de indignidad y maldad que oculta el Vaticano, o de religiosidad de bricolaje donde cada uno pudiera construir su propio credo, no es de extrañar que para añadirse al plantel de gente medio pirada me llamaran. Sólo en esta dirección llego a entenderlo.

Un tanto al hilo de los dos últimos post, hoy recordaba esa tradicional doctrina sobre el matrimonio y la familia que colocaba como uno de sus fines el de “criar hijos para el cielo”.
Gracias a la sagacidad de Yolanda, que levantó la liebre, y a los buenos oficios de Juanjo Romero, hemos podido conocer el contenido de un comunicado hecho público ayer por la Asamblea Pastoral Conjunta Intradiocesana sobre los sucesos de Zas, y que esta mañana misteriosamente había desaparecido de la web de la Delegación para el Clero de la diócesis compostelana. Por su enorme interés, la reproducimos a continuación:
Mucho me temía yo que la cosa iría por otros derroteros. Porque cuando leí que se había producido un conflicto por las catequesis de primera comunión en una parroquia gallega, servidor –de ilusión también se vive- llegó a pensar que lo mismo los padres exigían que se hablara claramente a los niños de pecado, redención y gracia, de la necesidad de participar en la eucaristía dominical, de la presencia real de Cristo en la Eucaristía, de sacrificio, de entrega, de oración. Pues no. Justamente todo lo contrario.





