Francisco: papa de palabras
Hace un par de días hablaba con un buen amigo que, como es natural, no dejo de preguntarme por el papa Francisco. Su visión coincidía con la de buen número de periodistas y miembros de la Iglesia: es un papa de signos. Le respondí: y de palabras sobre todo. ¿Has escuchado lo que ha dicho sobre la confesión? Repuso: sí, y no me ha gustado nada.
Naturalmente lo que más se ve son los gestos. Llama la atención que el papa no se vaya a trasladar a los apartamentos pontificios según parece, que lleve un pectoral de plata o que celebre la misa de la cena del Señor en una cárcel de jóvenes y lavado los pies incluso a dos chicas y una de ellas musulmana. Nos resulta chocante que llame a los amigos por su cumpleaños, más chocante aún que los amigos lo cuenten y lo cuelguen en las redes sociales, que pague sus facturas personalmente o el color de los zapatos. Son gestos que salen ellos noticiarios y que “caen bien". Incluso en portales de información religiosa es el aspecto más destacado.

En el pueblo de Rafaela nunca pasaba nada. Lo más novedoso algún veraneante despistado entre semana, una ocurrencia del señor alcalde, el sermón del párroco la semana pasada que duró algún minuto más de lo habitual en el pueblo y la María que anda pintando la casa. Todo igual. Las mujeres a la compra, algún hombre en el bar, los chiquillos en el colegio y un coche de una empresa qué vendrá a arreglar algo. 
Lo acaba de decir el papa Francisco: iglesias abiertas y lucecita en el confesionario indicando la presencia del sacerdote. Nos cuesta mucho. Andamos siempre con tantas cosas que meternos en el confesionario simplemente a esperar parece una pérdida de tiempo. Lo más que hacemos es atender a esa persona que se dirige a nosotros o un ratito justo antes de la misa que no siempre es posible mantener.
Días de locura. Dejadme que os cuente hoy esa “trastienda” que uno maneja cuando llegan los días de la semana santa. Porque claro, uno va a los “oficios” a la iglesia que sea y se lo encuentra todo hecho. Y no sabéis lo que es poner todo a punto.