Obispos eméritos: mejor en silencio, como Benedicto XVI

Lo del obispo emérito en plenas facultades físicas y mentales es un problema relativamente actual. Por supuesto que siempre existieron obispos eméritos, pero ya sabemos que era más habitual que el obispo estuviera en su cargo prácticamente hasta su fallecimiento, y si lo dejaba antes era por serias limitaciones en sus condiciones físicas o mentales. En cualquier caso, o ejercía de obispo, o estaba casi al límite.

Las cosas han cambiado. La norma dice que un obispo debe presentar su renuncia al cumplir 75 años y a partir de ahí depende del santo padre aceptársela o no. Lo normal es prolongar un poco, más o menos poco según, y encontrarnos con un obispo emérito con menos de ochenta años, con una salud como un roble y una esperanza de vida que se va sin demasiados problemas a más allá de los noventa. Vamos, no menos de diez años emérito en plenas facultades.

¿Y qué hace un señor obispo, arzobispo o cardenal sin cargo pastoral y una salud de hierro? Pues ese es el problema.


El ejemplo de lo que debe ser su vida al acabar su ministerio pastoral concreto lo está dando admirablemente Benedicto XVI. Desde el momento en que se hizo efectiva su renuncia como romano pontífice ha desaparecido de la faz de la tierra. Supongo que el papa Francisco le llamará o consultará si lo estima conveniente, pero no me imagino yo a Benedicto XVI hoy en la presentación de un libro, mañana en unas conferencias, pasado predicando ejercicios a unos sacerdotes y al otro concediendo una entrevista al diario de turno. Esto es lo que se llama humildad y saber estar en su sitio.

Malo es poner ejemplos, pero por otra parte ayudan a comprender. Vaya papelón en Córdoba el de fray Carlos Amigo, por ejemplo. Un congreso, acepta la apertura y mira por dónde viene el problema de Faus. Don Demetrio, obispo de la diócesis, no solo no va sino que saca una nota y ahí tienes sin embargo a fray Carlos, que con su porte, su altura y su voz, en cualquier reunión es un magnífico macetero apostólico. Ayer leí un poema de don Pedro Casaldáliga parece que dedicado a la juventud implicada en la JMJ de Rio de Janeiro 2013 y donde se permite afirmar sobre la existencia de Cristo “que los sabéis fríamente porque os lo han dicho con palabras frías…”

Y digo yo, ¿no estarían mejor calladitos? Porque para cualquier obispo ver aparecer por su diócesis a otro obispo, por muy cardenal que sea, en la presentación de un libro, un congreso, misa, boda, entierro, ejercicios espirituales o charla piadosa no deja de ser un incordio. Porque claro, es tu hermano y por la cosa de la fraternidad, la buena educación y no liarla, no va a decir nada el obispo de la diócesis y traga, aunque alguna vez luego se encuentre con el marrón de que mientras saca una nota diciendo a un congreso que no, luego lo inaugure un cardenal de la Iglesia. Tampoco entiendo lo de don Pedro, afán de juzgar si a Cristo se le anuncia con palabras frías. ¿Quién? ¿Juan Pablo II, Benedicto XVI, los obispos en cada lugar, los sacerdotes o catequistas? ¿Qué pasa, que solo en Mato Grosso se hace el anuncio correctamente?

Para cualquier obispo “jubilado” de sus responsabilidades pastorales directas, Benedicto XVI es un referente al que mirar. Pasó su época, ahora son otros, silencio, oración, y humildemente a disposición del santo padre y de sus hermanos los obispos si así se lo pidieren. Y ya. Creo que sería un gran favor para los demás obispos y para toda la Iglesia.

13 comentarios

  
Luis Fernando
En el tema de Córdoba creo que el cardenal Amigo fue más víctima que otra cosa. Se enteró de la nota del obispo cuando ya estaba allá, a punto de dar su charla. Dado que era el que inauguraba el congreso, optó por no montar el número de largarse.
Ciertamente pudo haber hecho tal cosa -yo lo habría hecho-, pero no le recriminaría mucho el haberse quedado dadas la circunstancias.

Dicho lo cual, estoy de acuerdo que lo mejor que pueden hacer los eméritos es estarse calladitos. Si acaso, publicar escritos de espiritualidad y buena doctrina. Y poco más.
20/05/13 11:24 AM
  
Ignacio Jonatan Hernández López
Hay una necesidad que saciar. Necesitan hacer algo, no se les puede dejar ociosos después de tantos años lidiando con un pueblo, muchas veces en exceso revelde.
Sería muy producente para sus almas, que fueran cuidados por comunidades religiosas, como conventos: Proponerles la vida contemplativa como continuidad de sus funciones. De esta forma también de vez en cuando pondría orden en ciertos gallineros :-)
Es mi opinión que: Deberían asumir la responsabilidad los obispos activos, de pastorear también a los obispos eméritos; y los obispos emeritos de obedecer al que es su pastor. Entiendo que puede darse cierta irresponsabilidad por parte de uno, y desobediencia por parte de otros, y pienso que ambas deben ser corregidas.
20/05/13 12:21 PM
  
Ikari
Creo que es una buena opción incluso para laicos. No me refiero a que un laico se vaya a un monasterio o se esconda del mundo, pero si puede dedicar mucho mas tiempo a la oración contemplativa si ya está jubilado.
Lamentablemente muchos no gozan de jubilación y un gran número de quienes tienen una no les alcanza para vivir y deben seguir trabajando. Pero mucho se haría si quienes puede dedicarse a este modo vida lo hicieran.

Saludos
20/05/13 1:18 PM
  
DavidQ
Sin duda el ejemplo de Benedicto XVI es algo extraordinario, rayano en la santidad.

Para todos los demás, aún dejando de lado la cuestión económica, eso de que nos digan "quédate callado" cuando las cualidades mentales y físicas aún están vigentes es realmente complicado.

Uno debería prepararse desde joven para ese inevitable momento en que tocará pasar la estafeta a la nueva generación para que no nos tome por sorpresa y estar listos para asumir un papel diferente en el mundo.

Ahora bien, la "incomodidad" que le provoque a la cabeza reinante la presencia de la emérita es algo que el nuevo debe manejar por sí mismo. No se puede impedir a un sacerdote oficiar Misa y si el "nuevo" no tiene la capacidad de lidar con el "viejo", ni siquiera cuando el viejo no está haciendo nada malo, es un signo de que no se preparó bien para asumir su responsabilidad.
20/05/13 5:44 PM
  
Primo
Supongo que después de estar siempre en el candelero es dificil una vida monacal. Pero lo ocurrido en Córdoba es algo mas que un pecadillo venial. El Cardenal Amigo ha faltado gravemente al Sr. Obispo de Córdoba, y no vale la disculpa de que se enteró in situ. Si así fuese se da media vuelta y se vuelve por donde ha venido. Sin lugar a dudas se ha ganado el título de macetero apostólico, lo de mágnifico yo no lo suscribiría, y por respeto me voy a callar el calificativo que yo le daría. Desde luego alguien debia aconsejarle a D. Carlos una vida mas franciscana....
20/05/13 5:52 PM
  
Sarto
Conozco a D. Carlos. Lo he tratado mucho. Tiene muchísima mano izquierda, pero también tendencias muy perfiladas. ¡De víctima nada!. Un guiño muy bien dado como los que a este "sevillano del año" nombrado por el Rotary Club le gusta ofrecer. ¿Quieren más?
20/05/13 6:00 PM
  
second at
Cuando uno va a dar una conferencia, lo normal es que se mire el tríptico/papel que se suele mandar; no creo que Mons.Amigo sea víctima de ningún engaño.
Segundo, no estoy de acuerdo con lo escrito hoy en términos generales, los obispos eméritos pueden y deben hablar/celebrar/dar charlas,etc; incluso me parece una falta de respeto hacia los mayores decir lo contrario; a mi me encantaría que Benedicto siguiera escribiendo, concediendo alguna entrevista de vez en cuando, alguna conferencia.
20/05/13 7:20 PM
  
Gregory
El derecho canónico establece que en el caso de ser miembros de una congregación religiosa vuelvan a las mismas, si es que ellos entiendase los Obispos emeritos quieren, se les da libertad. El planteamiento suyo padre Jorge me parece muy injusto en mis diocesis tenemos dos emeritos extraordinarios que aportan su sabiduria a la Diocesis se sienten utiles y en verdad lo son. Los casos que usted maneja son particulares sabemos que Casaldaliga no se quedaría callado y en el caso de Amigo coincido con Luis Fernando.
20/05/13 11:38 PM
  
Efrén Atilano
Por supuesto que un obispo emerito o un arzobispo emerito,DEBE SER PRUDENTE,para no opinar sobre las decisiones de su sucesor,porque ésto torpedea la autoridad del mismo. Pero tampoco se le puede pedir
que destierre su vocacion y es inhumano pedirle ser enterrado en vida,por supuesto que puede ser oficiando misas,confesando,dando charlas y conferencias,tiene una cultura,estudios y experiencia que debe aprovecharse,POR LO QUE TODAVIA PUEDE SER UTIL A LA IGLESIA Y A LA COMUNIDAD EN LA QUE VIVE. Si su sucesor no tiene la preparacion y capacidad para lidiar con eso y servir a su pueblo (si tiene celos del cariño que se le tiene a su antecesor), ENTONCES NO ERA EL ADECUADO Y NO TENIA LA MADUREZ NI LA INTELIGENCIA SUFICIENTE,PARA CON CARIDAD APROVECHAR LA EXPERIENCIA Y EL CONSEJO DE SU ANTECESOR . Y sobre todo debe dar ejemplo de comprension,tolerancia,hermandad y caridad cristiana en su prójimo mas próximo,que es y sera SU ANTECESOR
21/05/13 12:17 AM
  
Jorge
Aprendamos de los santos. Muchos de ellos, en vida renunciaron a sus diócesis, y unas veces se las aceptaron y otras no, mas no por renunciar dejaron de predicar. Aceptada la renunciación se dedicaron 'más libremente a su labor' que es 'acercar almas a Dios'.

Lejos del engorro del gobierno de una diócesis, el santo se liberó y pudo, por completo, entregarse a las 'almas' y a la 'oración'.

Dejar la 'cura de almas' una persona capaz, es un disparate que en la Iglesia, jamás se ha de dar.

¿Que ejemplo nos dio Celestino V con su renunciación? ¿Se colocó el solo o lo colocaron 'otros' en prisión tras su renunciación?

Poner a cualquier obispo emérito en un rincón, es condenarlo a prisión. No queramos, de nuevo, perseguir a quien a 'solo a Dios' busca servir.

Sobre Benedicto XVI, mi opinión, es que debería estar realizando una intensa labor pastoral, según sus fuerzas y su capacidad, pero lejos, 'en otro lugar'. Apartado de los 'medios de comunicación', continuar su 'labor pastoral' pues obreros necesita la mies y, un buen obrero, en silencio y con amor, ahonda en su labor.
22/05/13 11:38 AM
  
Anónimo
Me parece que el que estaría mejor calladito es usted señor cura Jorge. Si no sabe lo que pasó en el congreso con el card Amigo no hable. Además no tiene ni comparación el ejemplo de B XVI con el de los obispos eméritos. B XVI era el obispo de Roma y no renunciaba uno hace muchos años, como usted sabe.
Por Dios, con lo que escribe ya se sabe qué clase de cura es ¿Cuándo se jubila usted? Así se retira a dedicarse a la oración y la reflexión...pero guárdese para usted lo que reflexiona.

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Jorge:
A lo mejor el que no lo sabe todo lo que pasó en ese congreso es usted. ¿Jubilarme? Siento darle un disgusto, creo que va para largo. Mis reflexiones las publico donde me parece y me dejan. Es problema suyo venir a leerlas y llevarse un sofoco. Pero comprendo que hoy es viernes y libres somos de elegir nuestra forma de mortificación.
24/05/13 4:12 PM
  
Anónimo
Jajaja. Veo que tiene buen sentido del humor Jorge, por eso merece mis respetos. Es cierto, la culpa es mía por elegir esta penitencia. La curiosidad nos lleva a leer cualquier cosa en internet, jajaja! Saludos!
25/05/13 11:45 AM
  
Joaquin Gorreta
COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
EN LA CONDUCCION DIARIA

Cada señalización luminosa es un acto de conciencia

Ejemplo:

Ceder el paso a un peatón.

Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.

Poner un intermitente

Cada vez que cedes el paso a un peatón

o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.


Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.


Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.


Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años
07/12/13 5:36 AM

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